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Blanca cierra los ojos mientras nota como las manos de Max se mueven con delicadeza por sus caderas, acariciando sus muslos, y sus labios recorren despacio la parte derecha de su cuello, dejando cortos y localizados besos sobre él, acompañados de algún que otro mordisco. Suspira, no puede evitar que su respiración se vaya alterando y descompasando poco a poco resultado de las caricias de Max. Muerde su labio inferior al tiempo que él muerde el lóbulo de su oreja y cuela su mano entre sus piernas, ejerciendo una presión continua sobre su sexo.

-Quiero pedirte una cosa. Quiero que te pongas el salto de cama negro para mí. Ahora.

Blanca abre los ojos y le mira fijamente, algo confundida. Una parte de ella quiere detenerse y no ceder a la petición de Max pero está demasiado excitada como para ponerle freno a la situación. Intenta olvidar donde está y solo centrarse en Max, que la observa con deseo.

-¿De verdad quieres que me lo ponga?

Max asiente y se acerca a su rostro, dispuesto a besarla pero ella le rehuye con picardía. Agarra su camisa y le empuja, obligándole a retroceder hasta la cama y sentarse en una esquina. Se acerca a la maleta y la abre sin prisa alguna, rebuscando la pieza de lencería.

-¿Alguna vez te lo has puesto con Esteban? Dime.

Blanca lo coge entre sus manos y se gira hacia él. Aguanta la pregunta en el aire unos segundos de más antes de sonreírle con malicia.

-Quizás sí...o quizás no...

Max se cruza de brazos y toma aire con fuerza. Sabe que no va a obtener una respuesta clara, que en esas cosas y en ese tipo de preguntas ella hace todo lo posible para evitar contestarlas. No le gusta hablar de sexo, no le gusta hablar de relaciones anteriores si está inmersa en una. Max lo sabe pero no puede evitar sentir unos pequeños celos al respecto. Conoce a Blanca lo suficiente como para saber que si no fue ese salto de cama en concreto fácilmente podría ser otro. Ella se desviste despacio, apreciando el momento, asegurándose de que Max la observa mientras lo hace. Se recrea en cada gesto. El salto de cama cae grácil y con un cierto vuelo sobre su cuerpo, cubriéndolo a medias, al dejar medio a la vista todavía su ropa interior negra de encaje. Max muerde sus labios al verla de ese modo frente a él, con el pelo suelto, los labios rojos y la lencería negra que resalta cada curva de su cuerpo.

-Joder...

Blanca sonríe a medias. Se siente totalmente expuesta ante Max, se siente analizada y sus mejillas se sonrojan, pero al mismo tiempo se siente segura de sí misma. Le gusta saborear el poder que ejerce sobre Max, saber que le excita, le otorga una situación de superioridad que solo experimentaba siendo jefa de taller.

-Ahora ya voy más acorde al sitio donde estamos...

Max se pone en pie y mientras avanza hacia ella se deshace de su camisa, que arroja al suelo. La coge de la cintura y la besa con intensidad, mordiendo sus labios y abriendo su boca con su lengua. Su mano derecha baja hasta sus glúteos, que aprieta con fuerza. Blanca puede notar la erección de Max entre sus piernas y lleva sus manos hasta su entrepierna, acariciándole sobre el pantalón.

-Eso no es cierto...tú nunca estarás acorde con un lugar así...además...no nos acostamos por compromiso...lo hacemos por placer...

Blanca sonríe, algo irónica, pero no dice nada. Coge el cinturón de Max entre sus dedos y lo desabrocha, bajando la cremallera después. Avanza unos cuantos pasos que Max retrocede hasta sentarse de nuevo en la cama. No sabe si es el salto de cama, la habitación, los gemidos que llegan del pasillo o el ambiente del local en general, pero Blanca se sumerge de un modo desconocido en el momento. Se coloca de rodillas frente a Max y eleva la vista hacia él. Max suspira nervioso, nunca Blanca había mostrado la más mínima intención de lo que intuía que iba a hacer. Él nunca se lo había pedido aunque lo deseara. Las manos de Blanca viajan curiosas hasta la entrepierna de Max, que se deja caer de lleno sobre la cama en el momento en que nota los labios de Blanca sobre él, envolviéndole.

-Blanca...-jadea agarrándose de las sábanas con la mano derecha mientras la izquierda busca y agarra el pelo de Blanca.

Ella sube sus besos, lentos, húmedos y localizados, por el vientre de Max, rozando con su cuerpo su erección. Se sienta a horcajadas sobre él, apoyando sus manos sobre su pecho. Max se incorpora y cogiéndola por la cintura, la gira con fuerza, dejándola ahora a ella sobre la cama. Rápido, retira su ropa interior y la observa. Respira agitada, intenta incorporarse pero no pasa de apoyar sus codos sobre el colchón.

-Me vuelves loco...

Vuelve sobre su cuerpo y la besa mientras su mano derecha explora sus muslos. Introduce dos de sus dedos en ella, que gime con fuerza y muerde sus labios, mientras tensa su cuello y eleva su barbilla, momento que Max aprovecha para besar parte de su clavícula y la parte baja de su mandíbula. Curva sus dedos haciendo que Blanca gima con más fuerza, confundiéndose sus gemidos con los de la habitación contigua.

-Max...

-¿Qué?

-Jamás he usado este salto de cama...con nadie...

Max sonríe ante la sinceridad momentánea de Blanca. No sabe a ciencia cierta si es cierto o solo lo dice para complacerle pero ahora poco le importa, solo desea quitárselo por completo. Lo coge por los extremos y lo eleva sobre su cabeza, dejando a la vista su cuerpo y lo arroja al suelo. Besa sus pechos y los envuelve, mordiendo sus pezones. Blanca vuelve a morder sus labios, necesita sentir a Max en ella, la excitación la va venciendo poco a poco y sus mejillas sonrosadas pasan a ser una muestra de ello. Max se tumba en la cama y la coge de la mano para que vuelva a sentarse sobre él, sobre sus muslos. Blanca toma el miembro de Max entre sus manos y lo introduce en ella, gimiendo repetidas veces. Apoya sus manos sobre su pecho e inicia un ritmo suave, moviéndose de arriba abajo y en círculos. Max lleva sus manos hasta su cintura y su trasero, que aprieta con fuerza, dejando las marcas de sus dedos sobre su piel blanca. Blanca cierra los ojos y eleva su rostro cada vez que sube y baja, cada vez que siente a Max dentro de ella. Unen sus manos, las entrelazan y las de Max le sirven de apoyo.

-No me importa...si lo has usado...con alguien...

Blanca baja la mirada y sonríe. Se acerca a él y le besa. Siente sus manos sobre su espalda, acariciándola y recorriéndola con la yema de los dedos, lo que hace que su piel se erice por completo. Max incrementa el ritmo ligeramente, haciendo que los gemidos de Blanca se intensifiquen. Siente que no va a durar mucho más, que va a llegar a su clímax. Blanca sigue subiendo y bajando sin detenerse, su vientre empieza a colapsarse y un ligero hormigueo se apodera de ella. El calor les inunda ya por completo. Max se agarra a las sábanas en el momento en que alcanza el orgasmo, dejando escapar una respiración cálida y profunda. Blanca apoya sus manos con fuerza sobre el pecho de Max y gime una última vez, mordiendo sus labios y poniendo sus ojos en blanco. Se deja caer sobre Max, que la acaricia y la besa con suavidad.

-Pues...para no excitarte este sitio...

-Cállate...-suspira mientras sonríe e intenta recuperar un ritmo estable en su respiración.

Permanecen en silencio unos minutos. Max siente como sus ojos se van cerrando poco a poco, está demasiado cansado. Blanca acopla su cabeza sobre su pecho. Está dispuesta a dejarse vencer por el sueño pero unos gritos que provienen del exterior hacen que reaccione.

-¿Has oído eso?

Barcelona, 1968.Where stories live. Discover now