Capítulo 21

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Kristal.

— ¿En serio no vas a hacer nada? — Aaron me mira irritado y menea la cabeza—. Eric ha cruzado un límite y lo peor es que tú se lo permites Kris.

—Le voy a romper la cara en cuanto lo vea.

Miro a León con cara de advertencia y después él desvía su mirada.

—No hace falta, creí que al despertar lo primero que haría sería pedirme al menos una disculpa, después de haber casi tirado mi puerta y en el estado en que llegó anoche, pero simplemente ha salido del cuarto sin decir ni una sola palabra.

— ¿No te hizo daño?

—En absoluto, solo entro, dijo que quería hablar con Sandra y se quedó por completo dormido en la cama de Jess.

—Bueno, y a todo esto ¿Qué pasó con ese chico que se ha quedado contigo?

—¿Eiden? Es un buen chico, deberías haber visto lo nervioso que lucía, sentí que tenía miedo de que le robara la virginidad, parece un chico muy rudo, pero creo que las chicas lo ponen de nervios.

—Mas le vale comportarse— dice León poniendo los ojos en blanco—. Anda ya, dame ese trabajo, la maestra no va a llegar yo lo entrego por ti.

— ¿Estás seguro?

—Ya has perdido bastante tiempo, tienes suerte si alcanzar a escuchar al menos una canción en el ensayo y me está matando ver cómo te muerdes las uñas, seguro que en un minuto nos pides nuestras manos para seguir. Y no, gracias

—Qué asco— se queja Aaron riendo, pero tomando mi trabajo.

Después de despedirme de mis amigos corro por los pasillos para llegar a tiempo al ensayo. Cuando lo veo a lo lejos, mis pies se frenan, por cómo me mira sé que está enojado.

(¡Yo debería ser la que esta enfurecida!).

Sigo caminando esperando que solo se haga a un lado y me deje continuar mi camino, pero no, obviamente que eso no ocurre.

— ¡Me vas a explicar que carajos he visto esta mañana! — dice gritándome.

— Hola Eric, claro no ha sido nada el dejarte pasar la noche en mi cuarto mientras te caías de ebrio— le digo con sarcasmo.

—No te hagas la santa Kristal, todo este tiempo me has culpado a mí por lo que hice, pero veo que no solo yo puedo hacer las cosas mal.

— ¿Qué? — repito sin entender lo que dice—. ¿De qué diablos hablas? Debería ser yo la que está hecha una fiera contigo. Estoy harta de que hagas una mierda de tu vida y después tengas que venir a buscarme.

Lo que le digo lo deja pasmado, lo veo moverse nervioso.

—Sabes que he ido porque estaba buscando a Sandra.

—Me importa un tornillo la razón por la que vayas Eric, solo déjame tranquila porque no tienes derecho a querer reclamar por sobre como estoy llevando mi vida.

—Ahora estás aceptando que tienes algo con aquel idiota— me replica con furia en los ojos.

—. Si me estás hablando de Eiden...

—Si, estoy hablando del chico con el que te he visto esta mañana, te portas como si nunca hicieras nada malo, pero ahora resulta que puedes revolcarte con cualquiera y encima hacerlo a mi lado.

No lo soporto más, estampo mi puño directamente en su rostro, un relámpago de dolor me atraviesa de los nudillos hasta la boca de mi estómago, pero lo ignoro.

Nova LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora