Capítulo 68

27 8 4
                                    


Kristal.

— ¿Qué tú qué?

—Me ha parecido buena idea, es un buen chico y no conoce a muchos por aquí— dice Johny alzándose de hombros—. Ha dicho que se lo iba a pensar.

—Si, pero la mayoría irá con su pareja, ¿no será incómodo para él?

¿Cómo persuadir a Johny para que des invite a Eiden al campamento?

—No, no lo creo. Le he dicho a los otros chicos y Nely seguro que viene, en cuanto le he dicho que Eiden quizá podría ir también se ha anotado. ¿sabes? Quizás algo pueda darse entre esos dos.

Mi cuerpo se incendia y me siento molesta.

— ¿Por qué lo dices?

—Los he visto... y sé que a Nely de verdad que le agrada y Eiden también está solo. Seguro que les vendría bien estar juntos.

—Eso tu no lo puedes decidir— le digo con voz cortante.

Johny parpadea y me mira sin entender.

—Lo siento es que...— me muerdo el labio inferior y suspiro—. Creo que no quiero que nadie se sienta incómodo.

—Tú siempre pensando en los demás Krisy— dice acariciando mi rostro—. Ya verás que la pasaremos increíble.

Trato de sonreír, pero no se me da muy bien.


— ¿Qué pasa Kris? — pregunta Priscilla cuando se me van de las manos unas cajas... por tercera vez.

—Nada, solo estoy distraída.

—Tranquila, pronto tendremos el campamento y estoy segura de que podrás relajarte.

—Hablando de eso... puede que no vaya.

— ¿Por qué? — pregunta con una nota triste.

—Es que no me siento con ánimos...

—De eso se trata— dice riéndose—. Alla vuelves a llenarte de buena energía. Además, que Brandon me ha dicho que Johny ha estado preguntando sobre las cosas que debe de comprar para acampar. Dice que se ve emocionado.

Cierro los ojos y me sostengo el puente de la nariz.

— ¿Has visto los tatuajes de Johny?

— ¿Johny tiene tatuajes?

—Si, tiene los brazos llenos...

—Jamás me había dado cuenta, siempre está usando camisas y los trae cubiertos, que genial ¿no? Siempre he pensado que los chicos con tatuajes son rudos, pero Johny es todo lo contrario.

—Aja...

— ¿A ti te molesta?

—No, para nada. Es que pensé que era muy despistada para no darme cuenta.

—A veces suele pasar— dice riéndose—. Entonces, ¿si te apuntas al campamento?

—Debo contarte algo.

— ¿Qué pasa?

—Yo...

Una señora entra en la tienda interrumpiéndonos.

—Te cuento más tarde— le digo tomando la cinta métrica y acercándome a la señora.

Toda la tarde nos es imposible el poder hablar ya que el lugar ha estado repleto.

Nova LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora