Capítulo 23

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Kristal.

No puedo más que sonreírle, por lo bien que se siente.

(¿Tan pronto te has olvidado de que tiene novia?) ¡Cierra la boca al menos cinco minutos!

Acallo las voces en mi cabeza y finjo ser solo una chica que ha salido con su novio extranjero (que no tiene novia en su país natal) con el resto de sus amigos. No sé si es por las cervezas que he bebido, pero puedo dejar de escuchar esas molestas voces.

Recargo mi cabeza en su hombro y sostengo su mano aun sobre mi hombro con la mía. Continuamos caminando hasta que llegamos a mi tienda de discos favorita.

Lo hago entrar a rastras detrás de mí, le digo a Jessi que los alcanzaremos dentro de un rato y ella me sonríe alegre.

Repaso una y otra vez algunos discos que quería comprar hace tiempo, pero mi cabeza no logra hacer conexión. Al parecer él ha encontrado algo que llama su atención y cuando camino hacia donde esta me coloca los audífonos y sube el volumen.

La música es ligera y con buen ritmo, muevo mi cabeza y después mis pies, él se ríe, pero me imita. Siento las miradas de las personas a nuestro alrededor, pero ambos las ignoramos, toma mi mano haciéndome dar una vuelta, el cable se enreda y termino trastabillando, él me toma de ambas manos y clava sus ojos cafés claro en los míos.

Mi corazón se dispara como loco y cada nervio se activa para dar paso a la sensación más fuerte que he sentido alguna vez.

Una de sus manos me libera para acunar mi rostro, y soy consciente de cómo se acerca cada vez más. Mis labios en respuesta automática se entreabren, lo noto y él también. ¡Sus ojos!

(¡Maldición! ¿Por qué sus ojos parecen centellear?)

A voluntad propia los míos se cierran y solo espero sentir aquella piel suave en mis labios.

— ¿Se lo van a llevar?

La voz hace que su contacto desaparezca demasiado rápido de mi mejilla y me vuelva a la realidad en segundos.

Una chica bajita que lleva el uniforme de la tienda nos está mirando molesta mientras señala el disco que estamos escuchando. Me suelto del agarre de Eiden y me quito los audífonos negando con la cabeza y caminando hacia la salida.

Una vez fuera mi mente se aclara, exhalo el aire que había estado conteniendo.

— ¿Estás bien? — su voz hace que un escalofrió recorra mi cuerpo.

—Si... hay que alcanzar a los demás.

Cuando llegamos con los chicos resultó que la chica "yo enseño todo lo que tengo" y sus amigas ya se habían ido.

Jessica me ha notado un tanto extraña y yo me excuse diciendo que solo se me había subido un poco la cerveza. Traté de mantenerme alejada de Eiden todo lo que pude, incluso cuando llegamos a casa corrí para llegar a la habitación donde estoy pasando las noches, pero justo antes de poder cerrar la puerta él ha puesto su pie para evitar que la puerta se cierre.

— ¿Está todo bien?

—Si— respondo molesta mirando su pie—. Necesito descansar.

—Vale.

Y ahí va de nuevo con su expresión arrogante y molesta, cuando debería ser yo quien actúe de esa manera, el tipo tiene novia y ahora intenta besarme.

(Tu no ibas a detenerlo)

No, no iba a detenerlo solo que no sabía lo que iba a pasar exactamente.

Nova LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora