Capítulo 64

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Eiden.

Nely ya se encuentra esperando en el café cuando aparezco. Muevo un poco mi cabello para hacer que las gotas caigan y la saludo con la mano.

—¿Qué hay?

—Hola— responde secamente.

—¿Ya volvimos con la bipolaridad?

Se ríe y después me mira.

—¿Qué vas a pedir?

—No lo sé... ¿Dónde está Merle?

—Ya no debe de tardar.

—La verdad que creí que iríamos a un bar. Ya estoy asqueado del alcohol— le digo riéndome.

—El bar está bajando las escaleras— dice ella con gesto serio.

Joder.

—¿Qué pasa? Te noto serio. Mas de lo normal.

Jugueteo con mi gorro y asiento.

—He recibido noticias no muy agradables— le digo suspirando—. Mejor vamos allá abajo.

Ella asiente terminándose el resto de su café y me sigue.

No hay mucha gente, el lugar es pequeño apenas hay cinco mesas con asientos libres, la luz esta atenuada en color rojo y amarillo. Si ya me siento mareado así ¿Qué va a pasar cuando comience a beber?

Merle aparece sonriendo, se sienta frente a nosotros y se acomoda la perforación de la ceja.

—Perdón, que me he tardado.

—Pasa nada— dice Nely sonriendo—. Ya hemos pedido unas cervezas.

—¿No habías dicho que te asqueaba el alcohol? — me pregunta señalándome.

Me alzo de hombros.

—Hoy si lo necesito.

Ambos asienten sin preguntar nada y comenzamos a beber.

Nely es la primera en comenzar a marearse.

—Le hemos dicho a tu madre que te vamos a cuidar y mira ya como estas.

Ella se ríe y alza el dedo medio.

—No empieces a fastidiar aguafiestas.

Él rueda los ojos y se ríe. Revisa su celular cada cinco minutos y vuelve a guardarlo.

—Dame eso ya— le dice Nely con una mueca—. Ahora estás con nosotros.

Merle se ríe y asiente guardando el teléfono. Después me mira con gesto serio.

—Quiero pedirte algo.

—¿A mí?

Nely rueda los ojos y suelta una carcajada.

—No, imbécil, a mí.

—No molestes niña— le digo empujándola levemente con el hombro.

—¿Niña? Soy más ruda que tú, machito que pierde en las peleas.

—Joder, yo no pierdo. Deberías verme en acción.

—Quiero verte— dice ella riéndose.

—Vamos, ¿van a ignorarme? — pregunta Merle alzando las manos.

—Ya pues, dime tío.

—Mi chica y yo vamos a tener nuestro aniversario... y quiero hacerle algo especial.

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