Nova Love

Capítulo 28

Eiden

Después de todo no ha salido tan mal, joder, yo sabía que Esaí comenzaba a sentir algo por Kristal y no hubiera hecho nada, pero algo me pasa cuando estoy con esa chica, algo nuevo y emocionante y tal vez sea egoísta, pero quiero estar con ella, no dejarle el camino libre a alguno de mis amigos, por muy buena que sea esa persona incluso si esa persona es uno de mis mejores amigos.

— ¿Qué le pasa a Denisse? — pregunta esa hermosa chica de ojos avellana mientras jugueteo con el cascabel de su pijama.

—Ignórala.

—Es lo que siempre dicen todos, pero es que... ¿Por qué se comporta así?

—Ha tenido una vida difícil.

— ¿Y quién no?

Arqueo una ceja y la miro, ella parece ser una de las chicas que su vida ha sido un cuento de princesas y castillos, no imagino que haya pasado por algo difícil además de lo del idiota de su novio, y eso hace que la curiosidad me llene.

—Quizá después— me dice como leyendo mis preguntas en la cabeza.

—Solo...así es ella, siempre está en contra de las cosas positivas.

— ¿Tomas positivo el haberme conocido? — me pregunta mirando directamente mis labios.

No puedo evitarlo, la recargo sobre la puerta de su habitación y coloco ambas manos a cada uno de los costados de su cabeza.

—Muy... muy positivo— le digo acorralándola y mirando también sus húmedos labios.

Me acerco lentamente y miro sus ojos, ellos me indican que está nerviosa, pero esta vez no va a detenerme, también lo desea. Cierro los ojos en cuanto siento el roce de nuestros labios, en mi pecho la sensación ya se ha formado y siento un cosquilleo en la punta de mis dedos, pero la ignoro cuando su respiración inunda mi nariz, la cual puedo notar que se ha vuelto agitada al igual que el golpeteo de mi corazón.

Me muevo un centímetro sin poder resistirme más y la beso con suavidad, sus labios se entreabren al sentir mi tacto y entonces algo explota en mi pecho y viaja a través de todo mi cuerpo, pareciera que todo se desconecta para solo dejarme vivir este instante. Al principio sus labios se mueven temerosos con los míos, tal como lo pensaba son cálidos y suaves, al cabo de un par de segundos nuestros labios parecen amoldarse como dos partes de un todo, nos movemos al unísono, la beso con ansiedad acercando aún más su rostro hacia mí, paseo la punta de mi lengua por su labio inferior y entonces sus labios se tensan besándome con más fuerza, sus manos rodean mi cuello, y noto... ¿Cuándo he bajado yo mis manos hasta sus caderas?

Me atrae hacia ella hasta que su espalda toca la pared, y cuando sus dedos acarician mi cuello algo me hace besarla con impaciencia. Siento como mis dedos se aferran a su suave pijama cuando un carraspeo hace que ambos giremos bruscamente.

—Lo siento— Esaí mira hacia otro lado evitando nuestras miradas.

—Yo...— Kristal lo mira y después a mí con la cara ardiendo en vergüenza—. Buenas noches.

—Buenas noches— le digo guiñándole un ojo y mirándola entrar y cerrar la puerta de ella.

Escucho el pestillo y me hace sonreír.

— ¿Podemos hablar?

La voz de mi amigo me hace volver a la realidad, así que asiento y lo sigo hasta la azotea.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— ¿Decirte que? — sé a lo que se refiere, pero preferiría no tener que hablar de esto. No después de la sensación que ha dejado Kristal impregnada en mí, aun siento su esencia en mis labios...