La casa es todo un caos, normalmente mamá y yo estamos acostumbrados al bullicio que hacen los chicos cada vez que vienen aquí, pero ahora el que se hayan incrementado el número de personas parece poner todo de cabeza.
— ¡Dana! ¿puedes sacar el pastel? — grita mamá al otro lado de la cocina.
—Ya lo tengo— dice la abuela de Kris abriendo el refrigerador.
Hay muchas voces y ruido, pero sin duda que me siento a gusto y feliz, más aún cuando la observo a ella. Se encuentra riendo junto con Jess y al parecer cuchichean sobre algo de mí porque de vez en cuando las veo mirarme de reojo y reír.
Dave ya ha abierto algunas cervezas y comienza a repartirlas entre todos los invitados, no hay duda de que puede ser un gran anfitrión.
Su madre lo mira con gesto de pocos amigos y él se alza de hombros.
—Te prometo que no abusaré del alcohol mamá.
—Mas te vale, no pienso llevarte a rastras a la casa. Me importa un pepino si pasas la noche en la calle.
—Oh, no seas cruel. Además, Eiden no dejaría que eso pasará.
—No lo sé tío, tal vez te haga falta probar la acerca de afuera.
—Oye no me ayudes— dice él rodeándome con un brazo—. Solo porque Kris ha vuelto te daré el permiso para molestar todo lo que quieras. De aquí a que termine el año.
Ruedo los ojos y me río.
Los últimos en aparecer son Esaí, Teo y sus padres. Como si no hubiese ya bastante comida ellos han traído más.
Mamá se sorprende y aunque todo va sobre la marcha, ya comienzo a notarla un poco estresada.
—Tranquila— le dice Patrick tomando los platos que lleva en las manos—. Todo va saliendo bien.
— ¿Lo crees?
—En definitiva— le digo con una sonrisa.
Ella me mira con mal gesto.
—Ve a cambiarte Eiden. Te has manchado la playera con salsa— dice señalándome.
Asiento y entro en mi habitación, comienzo a buscar alguna camisa, pero es difícil hacerlo con tantas maletas por el suelo. Por fin que ya he encontrado una, me deshago de la que tengo puesta y en ese instante las puertas de mi habitación se abren.
—Eiden, ¿has visto...
Mi madre pega un grito en cuanto me giro y no aparta la vista de mi pecho. Joder, todavía no se lo había dicho.
— ¿Qué tienes ahí? — pregunta señalando con el dedo índice el tatuaje.
—Se quita con agua ma— le digo tratando de sonreír.
Ella entrecierra los ojos y avanza hacia mí, mirándolo.
—No, no es cierto— dice con voz enojada.
—Sabes porque lo hice— le digo alzándome de hombros.
—Ya veremos que dice tu padre.
—Le ha gustado, le he enviado una foto mientras estaba en Europa.
Su rostro se crispa y yo me río.
—No es tan malo, yo digo que me ha quedado bien.
—Esto lo hablamos más tarde Eiden.
Salimos de nuevo al recibidor y para mala suerte a mi padre se la ha ocurrido que aparecer justo en este instante es buen momento.
— ¡Hola! — dice abriendo los brazos hacia nosotros.

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Nova Love
RomanceComo el colapso de una estrella que se libera sin medir consecuencias... así ocurrió en mi interior el brillar a su lado, "brillar" de manera inestable y por breves instantes. Igual que una nova, pero la explosión solo destruye o altera a la estre...