Capítulo 55

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Kristal.

¿Qué sentí al conocerlo?

Es algo...fue como si él fuera un imán descomunal y yo solo un pequeño trozo de metal, el cual es irremediablemente atraído por ese poder aun a millas de distancia, como una luz cegadora y yo solo un pequeño roedor de las praderas, el cual sin conocer nada más que su entorno se queda quieto, aun al sentir el peligro recorriendo cada milésima parte de su cuerpo, de sus entrañas, quiere deshilar su curiosidad hasta llegar al final, aunque este mismo sea su propio fin...

¿Cambiaría algo si pudiese regresar tiempo atrás?

Bueno, eso, eso lo dejamos para el final...



Siete meses... siete meses han transcurrido ahora.

Mamá me entendió cuando le he dicho como me sentía.

—Solo quiero estar en un lugar sin recuerdos, sin que algo insignificante pueda lastimarme.

Ella lloró y negó, pero al final ha accedido y me ha dejado marcharme.

Volví a Europa el lugar que no tiene recuerdos más que algunos borrosos por lo ebria que estaba en mi primera visita, pero no he vuelto a Francia, no, ahí también me deje un mal sabor de boca.

Jess me ha pedido que al menos terminará la preparatoria, pero la presión estaba pudiendo conmigo.

—Vale pues. Abandóname— dijo sonriendo—. Pero de mí no te libras tan fácil que en la primera oportunidad voy a verte.



Ahora rentó un apartamento cerca del centro de la ciudad, no tiene lujos ni es muy grande. Es más pequeño que el apartamento que compartía con Jess, pero este tiene un pequeño baño propio con regadera e inodoro.

Mi cama está junto al balcón de la ventana. Me encanta, lo he decorado y pintado a mi gusto. La cacera es una solterona de mal genio, parece sacada de una película, la típica señora malhumorada con miles de gatos en su apartamento, pero siempre y cuando pague a tiempo la renta ella no me da problemas.

He puesto cortinas de colores al igual que la colcha de mi cama. Tengo una pequeña cocina que se parece a aquella con la que solía jugar cuando era niña. Tengo un plato, un vaso, una cuchara, un tenedor, un cuchillo... un todo y lo más importante, me tengo a mi.

Suena tonto, pero he tenido que buscar ayuda, me he inscrito en un grupo donde van alrededor de quince personas, todas de diferentes edades. Yo soy la más pequeña, y cuando he escuchado os problemas de los demás, bueno, el mío parecía insignificante...

aunque he hallado miles de traumas y problemas conmigo misma...realmente me ha caído bien.

¿Como sobrevivo?

Mi padre me ha quitado totalmente su ayuda desde el día en que lo eche del apartamento, no he sabido nada de él y por supuesto que no acepto dinero de mamá. Quería estar sola y ser independiente. Me he conseguido un empleo en una tienda de traje sastre para mujeres.

Me queda un poco lejos de casa porque la zona es la más rica, veo a un montón de señoras con cirugías y dinero de sobra todos los días.

Trabajo junto a Priscilla, es una chica de mi edad, ella trabaja para pagar la escuela y estudios, al igual que yo está sola y por su cuenta. A menudo la visitan sus padres, pero no tiene muy buena relación con ellos, aun así, ella se mantiene alegre todo el tiempo es una chica de carácter fuerte, pero con un corazón muy cálido.

Nova LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora