Nova Love

Capítulo 32

Kristal

Jamás imagine ver a mi abuela bailando con Eiden, pero es agradable mirar aquella escena, me encuentro disfrutando cuando una mano me toma de la cintura.

— ¿Quieres bailar? — Tom ya está arrastrándome lejos de Eiden cuando lo miro—. Espero que tu... aquel chico no se enfade.

— ¿Mi novio? — me río cuando veo la mueca que se dibuja en su rostro—. No creo que se moleste.

—No me agrada Kris.

—Es un buen chico Tom. Solo dale la oportunidad.

—Siento que solo quiere aprovecharse.

— ¿De mí?

—No, en parte sí. De la situación en general.

Me molesta un poco lo que dice, así que me muerdo la lengua para no decirle algo que pueda hacer enfadarnos.

— ¿Ya pensaste que va a pasar cuando se vaya?

—Lo que tenga que pasar... no veo cual es el problema.

— ¿No lo ves?

Me alzo de hombros y finjo mi enfado.

—Estás molestándote porque sabes que tengo razón.

—Estoy molestándome porque tú lo estás fastidiando. Solo estoy divirtiéndome.

— ¿No van en serio?

—¿Qué importa eso? Solo estoy dejándome llevar. ¿no era eso lo que querías? ¿verme feliz?

—Si, pero...— suelta un gran suspiro y después sonríe—. Tienes razón, después de todo, veo que lo eres. Solo estoy preocupado por lo que pueda pasar después, pero sabes que siempre vas a contar conmigo, ¿verdad?

—Siempre he contado contigo Tom.

—Lo sé, solo espero que siempre lo tengas en cuenta Kris. Siempre voy a cuidar de ti... aunque sea desde lejos.

— ¿Has bebido mucho? — le digo arqueando la ceja y riendo.

—Tal vez— dice soltando otra carcajada y haciéndome dar una vuelta.

Entonces noto los ojos de Eiden sobre nosotros, ahora luce enfadado y pone los ojos en blanco.

(¿Qué?)

—Creo que yo tampoco le agrado— dice Tom en mi oído.

—Sabe que eres mi mejor amigo.

—Tal vez es eso lo que le molesta.

Cuando volvemos con los demás, Eiden apenas y me mira, se limita a sentarse junto a David quien ya se encuentra tambaleándose.

—Te dije que no podrías llevar el ritmo del tío de Kris— dice divertida Jess.

—Sshh... que todo me está dando vueltas.

Nos encontramos camino de vuelta a casa, al parecer mi familia ha aceptado muy bien a Eiden, la abuela ha dicho que quiere verlo antes de que vaya de regreso a su hogar y él ha accedido, con todos se ha portado de maravilla, pero a mi apenas me dirige alguna mirada.

Cuando bajamos del auto de Jess lo alcanzo y lo tomo del brazo.

— ¿Vas a decirme que está pasando contigo?

—Nada...

—Por dios Eiden pareces una chiquilla.

Pone los ojos en blanco y me mira.