Guns&Secrets

51.- Cambios.

ALBA

La decisión estaba tomada, ella había decidido acabar con la distancia que nos separaba, y yo, a persar de mi glitch, una vez asumido todo lo que se venía, no podía ser más feliz.

Ella trastocaba mi mundo por completo, cuando parecía vivir en un remanso de paz, siempre hacía algo , que para bien, volvía de nuevo todo del revés.

Tenía que devolverle todo lo que me daba, quería hacerlo e intentaría normalizar lo nuestro en cuanto pudiera, aunque no iba a ser fácil.

Cuando llegaron María y Lidia las saludé y le dije a María que me tenía que ayudar con algo. Al día siguiente sería nuestra última noche en Los Cayos y se me había ocurrido sorprender a Natalia, como hacía ella conmigo.

Cuando las chicas se sentaron con el resto, las frieron a preguntas sobre que tal había ido la cena, como había sido y cómo no, si había habido algo más, ellas fueron muy naturales y no se cortaron nada en darnos detalles.

María se acercó a mí y me habló entre susurros para que no se enterase nadie.

- Reche, esta noche os teneis que quedar con Marta.

- ¡¡No me jodas, Mari!! Adoro a Marta, pero solo me quedan aquí estas dos noches con Natalia, me vas a joder la noche...

- Venga Alba, joder, vosotras llevais follando toda la semana, hazme este favor, y te juro que te lo compenso!

Rodé los ojos, le tendría que echar una mano, al fin y al cabo tenía razón, yo había tenido toda la semana con Nat, así que ellas merecían su rato de intimidad.

- Te aseguro que me lo vas a compensar María, mañana no hagas planes porque me vas a ayudar en todo lo que te necesite. Y a Marta se lo dices tú.

- ¡Gracias,gracias, gracias!

Se lanzó sobre mí abrazándome y besándome mientras el resto de nuestros amigos nos miraban con curiosidad.

Cuando me dejó tranquila, María se fue a hablar con Marta y yo me senté junto a Nat.

-¿Que tramas con María?- preguntó mi chica intrigada.

Agradecí tener una excusa para decirle y que no sospechase nada de mis planes para el día siguiente.

- Verás... Marta va a dormir con nosotras esta noche...

-¿Y eso? - Su tono pareció algo molesto.

- Me lo ha pedido María. Necesita estar sola con Lidia... ya sabes... Y bueno, creo que estaría bien que hagamos eso por nuestras amigas, ¿no?. Recuerda que fue ella quien nos metió en la misma habitación la noche de nuestro primer beso...

-mmm, tienes razón, me da pena por Marta, que no quiero que se sienta un estorbo, pero es que quería aprovechar esta noche contigo...

- No te preocupes mi niña grande, nos queda la noche de mañana, la de Madrid, y cuando te vengas a Santa Pola, muchísimas noches más.

Sonrió y me abrazó con ternura.

Nos fjimos a dormir y preparamos para Marta la cama en el sofá de nuestra cabaña.

- Chicas perdonad por la intromisión en vuestro cuarto. No me puedo creer que estemos haciendo esto para que María eche un polvo.

Natalia y yo nos miramos y nos echamos a reír.

- Marta , cariño, están empezando, vamos a ponérselo fácil.

Tras decírselo, Natalia, rodeó con el brazo a Marta y le dió un beso en la cabeza.