57.- Hipotermia

8.3K 296 334
                                        

NATALIA

Cuando la necesidad de sentirnos se calmó, había pasado cerca de una hora.Miramos de nuevo en el patio y no había ni rastro de nuestros amigos.

Pasamos al salón y tampoco estaban por allí, les buscamos por toda la casa y nada.

- ¿Pero dónde estarán si son casi las tres de la mañana?

-¿Qué más da Alba? Nos habrán querido dejar la casa para nosotras...

- No, Natalia... ¿y mi hermanita qué? No quiero que esté por ahí sin saber donde anda...

No pude evitar soltar una carcajada.

- Alba, tu hermanita está más espabilada que tú y yo juntas, ¿o no te has dado cuenta de lo bien que se lleva con Miki?

Arqueó una ceja con desaprobación y tuve que reírme de nuevo.

-Ay Alba, tu hermanita no es tan inocente como te crees... ¡que nos ha pillado a las primeras de cambio, por Dios!

- No me hace gracia Nat...

- Bueeeno, ¿Qué hacemos? Podemos llamarles e ir a buscarles o aprovechar la intimidad que nos han dado...

Me acerqué a ella mirándola con picardía a la vez que rodeaba su cintura con mis manos.

- Pues vamos a llamarles ¿no?

*No me lo puedo creer*

Debió notar mi estupefación, porque aclaró los motivos.

- Es que... estamos celebrando lo del juicio y eso, y lo más lógico es estar con ellos ¿no?

-Si... si... claro... voy a llamar a Miki...

Cogí el teléfono flipada por su reacción, y llamé a mi amigo.

-¿Qué, ya habéis echado el polvo de reconciliación?

- No, Miki, - me alejé de Alba para que no escuchase la conversación- ni polvo ni polva.¿Donde estais? Quiere pasar el resto de la noche con vosotros.

- Noto cierta decepción en tu voz, Nati...

- Bueno, no esperaba verte el careto durante el resto de la noche, pero no quiero forzar nada, no se si todo esto le ha afectado al apetito sexual... Yo que se, haré lo que ella quiera.

- Tranquila que ya verás como no es el caso. Estamos en la playa, si mirais desde el patio de casa nos veréis. Tenemos un farolito encendido y estamos aquí sentados tomándonos unas copas.

-Ok vamos para allá.

Volví donde estaba Alba que esperaba impaciente.

-¿Y bien?

- Están en la playa. ¿ Ves esa luz de allí? Son ellos, vamos si quieres.

La cogí de la mano y caminamos descalzas hasta donde se encontraba nuestro grupo de amigos.

Se habían montado un buen chiringuito en un momento, con su farol y su neverita con bebidas y unas lonas para sentarse en el suelo.

- ¡Hola chicas! -Saludó Marina entusiasmada y el resto se unió al saludo.

-¿Qué, morena, te la has follado ya hasta hacerle perder el sentido?

-¡¡Ana!! - Alba le lanzó una mirada asesina mientras el resto del grupo ,incluida yo, no paraba de reír, esta chica cada vez me recordaba más a María, y me parecía súmamente divertida.

*Tienen que conocerse pronto*, pensé.

- Sí, muchas risas, pero tata, no has respondido a la pregunta.

Guns&SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora