ALBAHabíamos tenido solo tres días para incorporarnos a nuestro nuevo destino. Tres días llevaba sin ver a Natalia y se me estaban haciendo eternos, apenas habíamos cruzado un par de mensajes, y el último para desearnos suerte en la incorporación al nuevo trabajo.
No había parado en esos tres días de ver a familares, amigos, preparar uniformes, y dejarlo todo listo.
Me había incorporado a trabajar y mis nuevos compañeros parecían majos, aunque la mayoría eran más mayores que yo, y no sabía si encajaría bien allí. Santa Pola era un sitio de costa por lo que sabía que tendría muchísimo trabajo, algo que me gustaba, porque estaba deseando seguir aprendiendo, y porque así podría estar distraída y no pensando cada minuto en cierta morena.
Los compañeros que había conocido hasta el momento, me habían comentado que había otra compañera, se llamaba Ana y por lo visto era muy cañera. Tenía ganas de conocerla, pero la describían de una manera que me intimidaba bastante, la verdad, esperaba encajar bien con ella, pero nunca se sabe.
Me pregunté que tal llevaría Natalia los primeros días de trabajo y de rutina familiar.
A mi no me estaba resultando nada fácil, me había acostumbrado a ser independiente y el volver a casa se me estaba haciendo muy cuesta arriba.
Sentí el impulso de llamarla, de hablar con ella, pero me convencí de que era mejor no hacerlo, a lo mejor no le venía bien hablar conmigo, a lo mejor estaba ocupada, a lo mejor ya no necesitaba hablar conmigo.
Suspiré profundamente intentando recordar los buenos momentos de ese año maravilloso en el que había sentido tantas cosas...
Ahora solo sentía angustia, tristeza y una sensación de vacío que me atormentaba por completo.
Llamé a Julia para ver que tal estaba y desahogarme un poco. Habíamos hablado todas en el grupo que tenemos de la academia contando lo bien que había ido el comiendo en los destinos actuales y poco más.
- ¡¡Hola Alba!!¿ Que tal estás?
- Hola Julia, muy bien, en casa ahora mismo que salí de currar hace un rato.¿ Tú que te cuentas, que tal Carlos?
- Bien, allí sigue en Barbate, dice que te echa de menos...jajaja
- Es un zalamero, ya lo sabes, seguro que no ha vuelto a pensar en mi... y eso que han pasado solo 3 días.
- Claro que ha pensado en tí, Alba, no seas dramática, yo también lo he hecho... ¿ Que tal estás? ¿Como llevas estar separada de Natalia?
- Julia...- Suspiré- No lo llevo bien, echo de menos vivir con ella, domir con ella, tenerla cerca, sentir su protección, su calma... Yo que sé, todo. Se que las dos acordamos que esto sería lo mejor para nosotras, pero creo que la hemos cagado.
- Que difícil es lo vuestro Alba... de verdad que lo siento, porque todo nace de lo mismo. Carlos y yo también estamos separados, aunque nos podemos ver en los libres, pero es que vosotras teneis añadida la problemática del armario...
Su voz sonó triste, pero siguió hablando.
- Eres totalmente infeliz lejos de ella. ¿No te planteas decirlo todo y dejarte llevar?
- No puedo Julia, es imposible, no soy capaz. ¿No te acuerdas de lo que me costó que lo supiérais vosotras? Y sois personas jóvenes y abiertas, que habeis tratado con la homosexualidad más de cerca, y no os sorprende tanto... Si me cuesta aceptarme a mi misma, ¿Como lo van a hacer mis padres, mis tíos...? No quiero perderles.
- ¿Y tu hermana?
- Tampoco me veo capaz de contárselo a ella, Marina nunca ha hecho un comentario despectivo sobre ese tema, pero se que le incomoda, además, de nada me serviría que lo supiera ella si no puedo ser libre al 100%.

ESTÁS LEYENDO
Guns&Secrets
RomanceAlba inicia su nueva vida tras aprobar una dura oposición, dejando atrás su familia, amigos y todo lo que conocía hasta ahora. Jamás se imaginó que ese paso al frente le supondría una vida de tensiones,descubrimientos, secretos y... amor. Natalia es...