Guns&Secrets

7.- Resaca

Bueno, seguimos con un nuevo capítulo. Veo que hay poc@s lector@s pero me conformo con contar la historia.

Alba**

No sabía muy bien donde estaba, tenia la boca seca como un zapato y los rayos del sol empezaban a clavarse en mis ojos como puñales.

Me cubrí la cara con las sábanas mientras que un dolor fortísimo de cabeza me sacudía como un temporal.

Extendí mi mano hacia mi derecha y comprobé que estaba sola en la cama.

Según me fui adaptando a la luz, pude ver que estaba sola en la habitación ¿ Donde estaban mis otras cuatro compañeras? ¿ Que había pasado anoche? ¿ Que hora es?

Tres mil preguntas asaltaban mi mente y no tenía respuesta para ninguna de ellas.

Solo recordaba que la fiesta había sido a lo grande, varios chupitos con María, y el dedo índice de Lacunza provocándome para que fuera a bailar con ella. -Podía haberseme borrado esa imaen también, joder- Un escalofrío, recorrió mi cuerpo.

Miré el móvil y vi que eran las 12.45 -¡¡Madre mía que horas!!! ¿Cómo no me han llamado estas??? Las voy a matar, grité mientras me levantaba hacia la ducha.

Abrí el grifo y me dispuse a cruzar la puerta cuando vi sobre el lavabo una nota: "Hola bella durmiente, hemos bajado a desayunar al buffét del hotel, cuando te arregles, escribenos un was en el grupo" .Nat.

¿Nat? Había firmado con su nombre, me chocó muchísimo pero me inspiró una sonrisa de acercamiento y dulzura hacia ella.

Me metí en la ducha mientras intentaba desenmarañar el cordón de recuerdos liados que tenía en mi mente.

Cuando bajé al buffet, lo habían cerrado y no había rastro de mis amigas por ninguna parte. Escribí a María, haciendo caso omiso a las indicaciones de Lacunza y esta me respondió: "Estamos de compras, te llamo".

A los 30 segundos salía el careto de María en la pantalla de mi teléfono:

-¡Joder Alba, ya creía que estabas en coma! Se rió mi amiga.

-Cállate que tengo un dolor de cabeza espantoso y no recuerdo casi nada de lo que hice ayer.
¿ Donde estais?

-En el centro comercial de al lado del hotel. Busca el vips que allí te esperamos, estamos las 5 y Miki y Joan.

-Vale, os veo ahora, dije con voz ronca.

Cuando llegué al restaurante estaban todos sentados en una mesa redonda y al verme muchos sonrieron con gestos burlones.

Julia, me miró y arqueando la ceja me dijo: -Joder Alba, si llegamos a saber el desfase que ibas a montar, te hubieramos sacado antes

Y mis amigos se echaron a reir.
Todos, menos Lacunza que me miraba con una sonrisa tímida, pero apartó la mirada en cuanto nuestros ojos se encontraron.

Me senté extrañada porque volvía a ser la persona callada y distante que había conocido meses atrás, nada que ver con la leona que vi anoche.

María, que estaba a mi lado, se acercó a mi oído y me preguntó: ¿ Estás bien? Anoche ibas super ciega, Lacunza te acompañó al hotel y cuando llegamos, tu estabas dormida en ropa interior y ella estaba super seria, sin querer contarnos lo que había pasado.
Le debiste potar encima o algo, porque está super callada toda la mañana.

- Yo que sé Mari, no me acuerdo de nada, lo último que recuerdo es tu y yo tomando chupitos y copas, y todo lo demás está en blanco.

-Madre mía, no vuelvo a beber más, espero que no hiciese o dijese ninguna tontería.