Guns&Secrets

67.- NO

ALBA

Se acababa de ir y ya la echaba de menos, no podía creerme que esto estaba pasando, de verdad se había marchado y sabía que no iba a regresar.
Marina me abrazó mientras entrábamos en casa y yo no podía parar de llorar.

- Alba, por favor, tranquilízate, me preocupas, no se como ayudarte.

- No puedes ayudarme Marina, se ha ido y ha sido por mi culpa, la quiero, me quiere y se ha ido para siempre ¿No lo entiendes?

Me senté y me apoyé en la mesa con la cara entre mis brazos llorando sin poder controlarme. Sentí las manos de Miki y Marina acariciar mi espalda, intentando darme un consuelo que no llegaba.

-Alba...por favor... se me parte el alma de verte así...

- Marina, no te preocupes,  estoy bien, solo déjame desahogarme, por favor... es el amor de mi vida... y la he perdido... y lo he hecho yo solita...

Volví a esconder la cara en mis brazos intentando respirar, aunque es ese momento, dejar de respirar hubiera sido el mejor consuelo.

-Por favor chicos, os prometo que me recompondré, pero dejadme sola hoy, necesito soltarlo todo y no puedo si estoy preocupada por no preocuparos.

- Tata, no es bueno que hoy estés sola, necesitas salir y despejarte, ven a comer con nosotros...

- Marina, por favor, no quiero hablarte mal, dejadme sola hoy, por favor.

Me miró con resignación, me conocía bien como para saber que no iba a dar mi brazo a torcer.

- Llevo mi teléfono encima, si necesitas lo que sea, llámame, estaré pendiente, y esta noche me vengo a dormir contigo.

- No, esta noche también quiero estar sola, por favor , respeta eso, se que lo haces para ayudarme, pero no me ayudas.

- Sigo pensando que no es bueno lo que estás haciendo, pero te dejaré. Esta noche te llamo, y no hay discusión posible.

Me besó en la mejilla y salió de casa acompañada de Miki que me miraba con compasión.

La enorme casa se sentía vacía, tal y como me sentía yo, no quería entrar en nuestra habitación, no quería entrar en la sala de arte, cada rincón de esa casa me recordaba a ella y no sabía ni donde meterme.

Me tumbé en el sofá y llorando me quedé dormida.

Cuando me desperté miré el teléfono y no tenía noticias de Natalia, habían pasado dos horas, y no sabía nada de ella, por lo que la escribí.

- "Te acabas de marchar y ya te echo de menos... esta casa no es la misma sin ti..."

Tardó en responder, pero para mi alivio, lo hizo.

-" Yo también te echo de menos, Alba, pero es mejor no darle vueltas"

- "Eso va a ser complicado, no paro de pensar en ti, ojalá hubiera sido todo diferente"

- "Ojalá, pero no ha sido así, tu mereces encontrar a alguien que te haga feliz, que no te haga sentir miedo y que te permita vivir la vida que siempre has deseado."

-"La vida que siempre he deseado terminó cuando saliste por esta puerta, no voy a estar con nadie jamás, no voy a querer nunca a nadie como te quiero a ti, deja de decirme que voy a estar con más personas."

- "Te lo digo porque lo deseo de verdad, deseo que encuentres a un chico que te llene y si no a una chica que te haga tan feliz como para luchar contra todos tus miedos."