El patinador tras la bestia

Cap 4

La cabeza de Viktor daba vueltas, un punzante dolor lo acompañaba, su apariencia era demacrada, se encontraba pálido, des arreglado, su pelo completamente desordenado, ocupaba lentes para ocultar las grandes bolsas echas bajo sus ojos, incluso el se había olvidado si alguna vez tomó un baño; sería su segunda cita con el omega psicólogo, quería estar en la próxima Grand Prix así que tenía que asistir a ese lugar.

La sala de espera estaba armonizada por sonidos "relajantes", hacían que la cabeza de Viktor quisiera estallar, todo de un color verde muy tenue lo mareaba; aquella sala no estaba llena, solo había unas cuantas personas, en su mayoría betas o jóvenes omegas.

-siguiente- se escuchó la voz de yuuri resonar en la habitación

Viktor se levantó y miró al omega el cual despedía a un joven alfa que salía de su consultorio, en verdad no tenía ganas de nada, de pelear, de hablar, quería dormir hasta que aquella resaca se fuera.

-señor nikiforov, un gusto tenerlo de nuevo- saludó yuuri dando la más hipócrita de sus sonrisas

-por favor, dejemos esto, ayer pase por algunos problemas y en verdad me siento muy mal- decía mientras tallaba su cien

-lo noto, pero lamentablemente esto es obligatorio para usted y para mi, no podremos dejar esto hasta que pase la hora y media, mejor cuénteme que sucedió?- pregunto yuuri curioso recargándose sobre su escritorio

Viktor lo miró, era cierto, era obligatorio para ambos, no entendía cómo lo hacía pero sentía unas ganas inmensas de contar todo, de decirle lo que pasaba, tal vez sería una solución nueva.

-ahg- se quejó Viktor y se acomodó en la silla- ayer tuve una pequeña "reunión"- dijo asiendo comillas con los dedos- terminé peleando con mi amigo- se quejó

-podría preguntar, porque la pelea?- yuuri sonrió ladinamente intrigado por la respuesta del albino

-el...es un omega, hace unos meses consiguió un estupido alfa en una de mis fiestas, todo parecía normal, seguía en fiestas, hablamos diario- comentó mientras echaba su cabeza hacia atrás recargándola sobre el respaldo de la silla- pero últimamente ese alfa le hizo algo, no es el mismo, ya no está tanto tiempo en las fiestas, actúa un poco diferente, se va a casar, incluso me grito diciendo que soy un idiota mal amigo, que no había notado si quiera su embarazo, digo no es algo que se note desde un principio o si?- decía Viktor frustrado viendo a yuuri

Yuuri lo miró con los ojos entre cerrados y suspiró, el si era un completo idiota egocéntrico, el si era un mal amigo, tenía tantas ganas de decirlo pero amaba mas su trabajo.

-por lo que cuentas creo que tengo de que le pasó a tu amigo- decía yuuri recargándose sobre el respaldo de su silla de ruedas llamando la atención de Viktor

-enserio?, yo creo que lo a de haber envenenado o algo así, tal vez lo amenaza- comentaba Viktor tocando su barbilla

-los síntomas de tu amigo concuerdan muy bien con algo que los psicólogos y algunas personas llaman "enamoramiento", no lo piensas igual?- decía retador el omega sacando un bufido del albino

-muy gracioso doctor, lo siento desconozco el sentimiento- decía excéntrico restándole importancia con un movimiento en su mano

Yuuri lo miró de arriba para abajo, sabía que el había experimentado el sentimiento, no lo admitiría era algo diferente, sonrió ladinamente, había avanzado mucho con el ese día.

-el sentimiento no siempre es provocado por un amante, aveces puede ser provocado por un familiar, tus abuelos, tíos, tú madre inclusive, alguna vez amaste a alguien así?- dijo intentando meterse un poco más en la mente del egocéntrico alfa

-soy un huérfano el cual nadie quería, como poder reconocer un sentimiento el cual nadie me dio- comentó sin más

Había dado en el clavo, sabía que era falso, sabía mucho de los registros del alfa, tenía en cuenta su situación y también la adopción echa por un omega y un beta, era su momento, no podía desperdiciarlo.

Yuuri estaba dispuesto a sacar completamente los sentimientos reprimidos de Viktor pero su alarma sonó, había acabado su tiempo, exaltados yuuri y Viktor suspiraron, tal vez no era su momento.