Cap 38

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Después de el comienzo de aquella amistad los niños parecían inseparables, más específicos Yuri y beka, como le había apodado, ambos siempre tomados de la mano, eran escenas que a sus madres, yuuri y la mamá de otabek, daban mucha gracias, aunque viktor no llegaba a estar muy a gusto, su pequeño tomado de la mano de otro alfa que no fuera el o su hermano, inaceptable.

Esa noche los niños tendrían una pijamada en la casa de otabek, ambos contentos. La casa estaría solo para yuuri y su esposo. Desde el incidente de la última vez y su deseo por poder tener otro hijo yuuri decidió que quería adoptar, lo necesitaba, su corazón se encontraba listo para un nuevo hijo, tal vez un bebé o un pequeño ya un poco más grande, cualquiera sería aceptado, su instinto de omega se lo pedía, pero no sabía cómo se sentiría viktor al respecto, el parecía muy tranquilo ante el echo de no poder tener otro hijo, no sabría si estaría de acuerdo.

Mientras yuuri cocinaba, abría botellas de vino y dejaba pétalos en lugares determinados no podía dejar de recordar aquellos días en los que comenzaron a ser una familia.

Yuuri había estado practicando un poco antes de comenzar a estar con viktor, a escondidas de Emil, era extraño porque incluso en ocasiones cuando el omega miraba a su pequeño hijo rubio lograba ver en el la cara de aquella persona que tanto daño le hizo y su corazón lograba agitarse.

Recordar la primera vez que viktor intentó cambiar un pañal, era lo más gracioso, aunque también la primera vez que intento bañar a uno de los bebés o incluso las lágrimas que derramo cuando ambos pequeños dieron sus primeros pasos para abrazarlo, eran simplemente pequeños recuerdos que guardaba para el en su corazón.

-cariño ya regrese!!- se escuchó un grito desde la entrada de la casa

Yuuri salió de su burbuja de pensamientos y rápido apagó la lumbre y corrió a recibir gustoso a su marido el cual no se negó ante el beso tan cariñoso de bienvenida que este le daba.

-cariño, huele muy bien, cual es la ocasión?- pregunto viktor confundido dejando su maleta y chaqueta de lado

-hoy los niños quedaron en una pijamada en casa de beka así que decidí hacer una cena romántica para dos, hace tiempo que no tenemos una cita- expreso el omega liberando fermonas haciendo a el alfa interior de viktor emocionarse- ademas, te tengo una sorpresa- susurró yuuri guiñando un ojo para dar media vuelta e irse a la cocina

Mientras caminaba hacia la cocina meneaba sus caderas dejando a el alfa perplejo al ver aquellos ajustados pantalones que se había puesto haciéndolo simplemente sacar un chiflido de la nada.

Yuuri sirvió la cena, su espectacular, katsudon familiar, junto con el mejor vino que encontró en la casa; viktor comenzó a comer alegre aquel delicioso platillo mientras yuuri se dedicaba a observarlo fijamente, algunas veces le gustaba solo hacer eso pues aquellos plateados cabellos lo hipnotizaban por completo.

-cual es la sorpresa cariño?- comentó viktor dando un sorbo a su copa de vino a lo cual yuuri volvió a sus cinco sentidos y se incorporó

-cierto...- dijo nervioso mientras se paraba de su lugar- se que hemos pasado muchas cosas juntos, divertidas, tristes, etc. Eres una de las tres mejores cosas que me pudo pasar, lo sabes, se que e sido muy egoísta y es lo que menos quiero, haz sido tan buenos conmigo...viktor, te amo, pero...quiero adoptar otro hijo!!- expreso el omega nervioso mientras tomaba la mano de viktor

Este quedó en shock ante la propuesta de su amado, no sabía cómo reaccionar, que podía decir, muchos pensamientos pasaron por su mente en un solo instante que su lengua parecía comida por un gato.

-aunque...entendería si pensaras que es algo egoísta de mi parte tener otro hijo...- expreso yuuri en un tono triste desviando su mirada hacia otro lado

Viktor volvió a sus sentidos y abrazado a su omega lo más fuerte que pudo, era eso, se encontraba tan emocionando que no sabía que decir, no pensaba que Yuuri pudiera sentirse igual que el.

-claro que quiero, es algo que también e pensado y si es contigo es todo lo que necesito!!- expreso viktor con una gran sonrisa haciendo lagrimear los ojos de yuuri

Ambos unieron sus labios en un apasionado beso, sus respiraciones se mezclaron al igual que sus fermonas, viktor no tardó en levantar a yuuri entre sus brazos y este en enredar sus piernas en el torso de el albino llendo hacia su habitación.

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora