Cap 61

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Los meses pasaron como agua entre sus dedos.

Yuri miró el hermoso atardecer frente a sus ojos y movió sus dedos que se hundían en la arena del océano helado, suspiro y sonrió, al fin en paz. Nunca había disfruta tanto estar en Japón.

-Yuri...es hora cariño...- susurro su madre a sus espaldas

El pequeño volteó algo asustado y asintió, salió Del Mar y colocó sus zapatos, caminaron en silencio mientras el menor apretaba la mano de su madre.

-y los demás?- pregunto Yuri intentando buscarlos con la mirada

-tú padre ya los llevo, nos está esperando fuera de la playa- respondió yuuri con tal serenidad que el pequeño sonrió de medio lado

Era cierto, ahí se encontraba Viktor esperándolos, recargado sobre el auto mientras observaba igual el atardecer sobre el mar.

-hora de irnos?- pregunto Viktor apenas vio a sus dos personas favoritas llegar

-claro que si- susurro el rubio dando un beso en la mejilla de su padre y entrando al auto

Yuuri dio un beso en los labios de su esposo, este le correspondió con una grata sonrisa y ambos entraron al auto. El camino era silencioso, no había música, no habia plática, simplemente ellos tres que se encontraban nerviosos.

-se encontrará bien?- pregunto Yuri nervioso y un poco cabizbajo

-todo estará bien cariño, es parte de la vida...solo...necesitamos estar ahí- susurraba yuuri con la voz entre cortada limpiando pequeñas lágrimas de sus mejillas

Sus padres volvieron a tomar sus manos y el simplemente observó por su ventana el cielo, era cierto, era parte de la vida y algún día a el le pasaría algo igual.

Llegaron al hospital y nerviosos bajaron del auto, el joven rubio no pudo evitar tomar de la mano a sus padres, era hora, ya.

Atravesaron la puerta del lujoso hospital y los golpeó un frío aire envuelto de olor a alcohol y medicinas, Yuri apretó los ojos por un momento y poco a poco los abrió dejando ver a toda su familia en aquella sala, su corazón comenzó a latir muy rápido, sus ojos se clistarizaron y tomó rumbo hacia adentro. Se encontraban sus abuelos, su hermano, algunos pocos conocidos y otros pocos amigos de sus papás, la prensa fuera del hospital.

-tardaste un poco yu-rac-Chan- se escuchó una voz ronca llamar al menor por sus espaldas

Yuri volteó emocionado dejando ver a aquel alfa de chaqueta de cuero negra y pantalones de mezclilla ajustados color negro quitarse las gafas y extender sus brazos listo para recibir el abrazo del menor. Yuri no pudo evitar más sus lágrimas y soltando a sus padres corrió hacia aquel alfa lanzándose sobre el haciendo que ambos cayeran al suelo entre risas.

-estás aquí- susurraba el menor desde el suelo hundiendo su rostro en el cuello del otro

-claro que estoy aquí mi hermoso yuraccha, donde más quisiera estar es a tu lado- susurro otabek en el oído del menor mientras acariciaba sus cabellos

Yurio apretó el agarre al peligro y después se separó dando un corto beso en los labios de este para levantarse del suelo.

Todos los que observaban aquella tierna escena fueron interrumpidos por un alfa el cual salía de sala de emergencias apresurado, sus ojos traían algunas lágrimas encima, quito su cubre bocas y su respiración se encontraba agitada, toda la familia se acerco a él preocupados.

-jean, cariño, qué pasó?- pregunto yuuri nervioso signando a lo cual su hijo le sonrió y abrazó por el cuello

-ya nació....es una hermosa niña- fue lo único que signo el joven hasta que sus manos se posaron sobre su cara intentando tapar sus lágrimas

Viktor se acercó a su hijo y lo pegó a su pecho, ya todo había pasado, ya era la hora de conocer a la nueva integrante de la familia nikiforov.

Toda la familia tomó paso tras del alfa, Yuri se adelantó hacia donde se encontraba su hermano y tomó la mano de este dedicándole una cálida sonrisa, el mayor igual le sonrió devuelta y acepto gustoso el agarre de su hermano y siguió por el camino, no importaba que pasaría ni que pasaba, ellos seguían siendo los mismos gemelos que siempre fueron y aquel lazo que habían formado era más fuerte que lo que alguna vez abrían imaginado.

Llegaron al cuarto, el joven alfa paró su paso y suspiro un poco antes de entrar, Yuri tomó su mano y este lo volteó a ver, de encontraba nervioso. El rubio sacudió el cabello de este y le sonrió tranquilizándolo un poco y dándole la valentía para entrar.

-la pequeña yuvi estaba esperando ver a su familia...- expreso el omega desde la camilla mientras cargaba a su pequeña hijo la cual volteó su vista un poco y se removió al sentir el aroma de su padre

El joven alfa se acercó a su pareja y planteó un largo y tierno beso en este, las lágrimas de hicieron presentes apenas Jean tomó a su hija entre sus manos y se acercó a sus padres y hermanos para mostrarla. Sus abuelos no pudieron evitar soltar lágrimas al ver a su hijo acercarse hacia ellos con su pequeña nieta.

-mamá...ni hija...- intentó decir Jean entre pequeñas frases

Leo y Yuri se abrazaron emocionados al ver como su madre tomaba entre sus brazos a la pequeña niña y esta se removía ante sus fermonas y su tacto.

La pequeña niña contaba con pequeños cabellos castaños claro, ojos grandes color gris y una piel de porcelana, parecía una pequeña muñeca la cual no lloraba, simplemente observaba el mundo curiosa a pesar de apenas haber entrado en el.

Jean tomó a la pequeña de vuelta y la llevó con su madre, eso era una escena la cual no le pondrían precio, otabek de acercó a su novio y lo tomó entre sus brazos, yurio por su parte aceptó aquel abrazo aunque sin soltar a su pequeño hermano el cual aún mantenía entre sus brazos. Yuuri por su parte abrazaba el brazo de su esposo y simplemente limpiaba sus lágrimas.

-Guang, gracias por aceptar ser parte de nuestra familia...- expreso Viktor hacia el joven el cual les sonrió de vuelta

-Gracias a ustedes por aceptarnos a nosotros dos...gracias por ayudarnos- susurro Guang mientras unas lágrimas salían de su rostro

Yuuri y Viktor se acercaron al joven y lo abrazaron, ellos eran una familia unida y grande, ellos eran simplemente una familia que cada vez era más y más grande.

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora