Cap 48

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Un ritual habitual de los jóvenes era que después de las 10 de la noche se escondían en su cuarto y hablaban de todo, se contaban todo, se convertían en uno mismo.

-entonces se confesó?- pregunto yurio emocionado mientras abrazaba su almohada y sonreía a su hermano

El joven alfa sonrió nervioso y desvió la mirada algo avergonzado, sus mejillas se encontraban coloradas y sus ojos cristalinos.

-si, fue algo inesperado pero igual muy bonito- mencionó el alfa aún sin poder ver a los ojos a su hermano

-y que le dijiste?- pregunto emocionado tomando la mano de su hermano esperando la respuesta

-sabes que llevo un tiempo conociéndolo y saliendo con el, aunque fue repentino me encontraba muy emocionado, nunca creí que Guang Hong pudiera tener el valor de hacer eso- decía el alfa mientras una sonrisa boba se escapaba de sus labios y suspiraba de alegria

-si si ya, me llenas de azúcar y amor, tranquilo, aunque yo igual no creo que el tuviera tal valor, cuídalo bien, el es un gran omega- dijo yurio y dio un leve golpe en el brazo de su hermano sacando una risa de el

Le gustaba verle así de feliz, era un orgullo de hermano mayor, además que el no se la había puesto fácil a aquel omega, si el había decidido quedarse con su hermano después de todo lo que él le había echo entonces era alguien que valía la pena.

Guang Hong, un omega de intercambio de china, dominaba el inglés a la perfección, era introvertido y tímido, pequeño y algunas veces lograba sacar de quicio a Yuri por lo pasivo que podía llegar a ser, aunque a pesar de todo eso logró acercarse a su hermano e incluso confesarse, eso era algo que el omega debía admirar.

El día siguiente llego rápido, el joven rubio se levanto más temprano de lo habitual y rápido se baño y vistió para la escuela, bajo las escaleras y se sentó en el comedor, ahí ya se encontraban sus padres y su hermano menor el cual no dudó en recibirlo con una sonrisa.

-que pasa pequeño- saludó el rubio revolviendo el pelo de el menor

-wao, el rey de los durmientes despertó antes de lo normal, qué pasó?- bromeó viktor viendo como su hijo se sentaba a su lado

-porque yo soy un joven responsable el cual será un emprendedor en el futuro y los emprendedores despiertan temprano- dijo el rubio mientras se auto elogiaba

-porque adelantará un proyecto en el salón de biología- mencionó yuuri mientras dejaba un plato frente a su pequeño rubio

-mamá!- lloriqueo el rubio mientras hacía un puchero

Poco después bajo el alfa, se encontraba diferente, se veía feliz, lleno de vida, algo que había sorprendido a sus padres. Los jóvenes rapido tomaron rumbo a la escuela, caminaban tranquilos por las calles, Yuri tomaba fuerte la mano de su hermano mientras se distraía con el paisaje importándole de menos quienes pasaban por ahí.

-Yuri!- se escuchó de fondo una voz gruesa y dominante mientras alguien tocaba su hombro

Un aroma familiar llegó a el pero luego chocó con el de otra persona, el joven omega apretó fuertemente la mano de su hermano y volteó hacia sus espaldas, tras de el se encontraba un alfa mayor el cual sonreía de oreja a oreja, bolsas negras colgaban bajo sus ojos, su cabello rubio cenizo desordenado y sus ojos azules se centraban solo en el, algo en el se le hacía conocido pero no era aquel aroma que había olido hacia un momento.

-al fin te encuentro querido hijo...- si voz gruesa expreso esta grande y luego comenzó a caminar a pasos firmes a el

Jean se interpuso entre su hermano y el hombre mayor, apretando fuerte su mano corrieron lo más apresurados posibles, Yuri aún se encontraba en shock, a que se refería con "su hijo?", miró a su hermano y este mantenía el seño fruncido mientras corría a toda velocidad, entraron al campus de la escuela y rápido este saco su celular mandando un mensaje a sus padres, aún el rubio no comprendía pero parecía que Jean si y no le gustaba eso.

No muchos minutos después viktor y yuuri llegaron lo antes posible, el nipón se aventó sobre su hijo envolviéndolo entre sus brazos, el japonés ya se encontraba envuelto en llanto mientras viktor mantenía una cara seria, los adultos se llevaron a el joven omega mientras el alfa entraba a la escuela, todo parecía tan tétrico y pesado que no sabía cómo reaccionar.

Mientras se encontraban camino a el departamento el rubio se tensó mientras el rostro de aquel alfa se encontraba en sus pensamientos repitiendo aquellas extrañas palabras, lo había visto hace mucho tiempo en un video de su madre en Japón pero en verdad no sabía si era el.

-cariño, que te dijo?- mencionó yuuri rompiendo el tenso silencio mientras su vista se dirigía al infinito de la calle

-el dijo mi apodo y que al fin había encontrado a su hijo- mencionó el joven un poco confundido intentando encontrar el rostro de su madre pero este se escondía en entre sus manos las cuales cubrían su rostro en llanto.

-Yuri...tenemos que hablar...- susurro el omega mayor aún sin poder ver a los ojos a su pequeño hijo

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora