El patinador tras la bestia

Cap 68

Claro que Viktor y Yuuri sabían a lo que regresarían, camas de bebé, ropa, pequeños desvelos, pero incluso eso seguía siendo agradable.

Las semanas pasaron, la pequeña era bien aceptada en su familia, era cuidada por sus hermanos mayores. Mientras Viktor trabajaba y los demás menores asistían a la escuela Yuuri se encargaba de su pequeña niña y su hermosa nieta, ambas bebés eran puestas en unos asientos que se mecían solos mientras veían a Yuuri pasar de un lado a otro en la cocina, cuando leo llegaba no podía evitar correr hacia las menores y tomarlas de sus asientos sacando sonrisas y carcajadas de estas, mientras las tomaba encendía la televisión para luego ver películas los tres juntos hasta que llegaran los demás integrantes. Yuri, Jean y Guang no tardaron mucho después en llegar, los jóvenes padres corrieron a encontrarse con su hermosa hija, siendo recibidos por sus risas y carcajadas, en cambio Yuri tomó a su pequeña hermana entre sus brazos y subió a su habitación, el joven omega era el más encantado con aquella bebé, solía ayudar lo más posible a su madre a excepciones de la madrugadas, el amaba sus horarios de sueño. El joven omega se miró al espejo mientras sostenía a la pequeña bebe en brazos, era una imagen extraña, no era pésima pero le desagraba en cierto punto, aunque en su mente sabía que aquella no era su hija si no su hermana.

El joven omega volvió a bajar a la sala principal cuando la puerca comenzó a abrirse, Viktor entre y comenzó a quitarse su chaqueta para dejarla en el perchero mientras el omega corrió hacia su padre y rápido colocó a la bebe frente a él.

-bienvenido a casa padre!- dijo yurio imitando la voz de cómo creía sería la de su hermana

Viktor sonrió ampliamente y tomó a su pequeña hija entre sus brazos comenzando a hacer cosquillas en su cuello y regalándole fermonas las cuales aceptaba gustosa, el alfa mayor volteo hacia su hijo y volvió a replicar la escena tomando al rubio y hundiendo su cara en el cuello de este dando cosquillas, la casa nikiforov siempre nunca había sido tan activa como ahora.

La hora de la siesta llego, ambas bebés quedaron dormidas en la cuna del cuarto de los mayores mientras todos se reunían para cenar, aquella mesa llena, todos entre risas y platicas hacian que el corazón de Yuuri se llenara de alegría, si a Yuuri alguna vez hace años le hubieran dicho que esta sería su nueva vista el hubiera reído y llorado pues creía que su destino estaba controlado por una bestia, pero no, era real y estaba frente a él, sus tres hijos mayores, su pequeña nueva, sus yernos y un hermoso esposo, acaso dios ya se había apiadado de su alma y le recompensaba todo lo que lo había echo sufrir antes?. El omega tomó la mano de su alfa y el albino lo volteó a mirar con una sonrisa, Yuuri volvió a analizar aquellos hermosos ojos celestes que este le daba, los quería analizar toda su vida, mirarlos siempre, recordarlos incluso después de su muerte, el era el único que necesitaba recordar después de su muerte.

-te encuentras bien amor?- pregunto Viktor confundido sin quitar su gran sonrisa a lo cual Yuuri sonrió devuelta y negó

-me encuentro mejor que nunca- respondió Yuuri para luego unir su boca con la de su amado

Las risas y platicas siguieron el resto de la tarde, Jean y Guang tuvieron que volver a su casa, leo y Yuri se encerraron en sus respectivas habitaciones y Viktor y Yuuri igual. El alfa término rendido dormido apenas toco su cama, Yuuri tomó a su pequeña bebe la cual parecía más activa que nada y la colocó en medio de la cama, antes de apagar las luces comenzó a mirar su hermosa cara, era tan delicada que quería observarla durante horas, era tan hermosa que no podía evitar soltar fermonas hacia ella, la pequeña soltó un pequeño bostezo y cerró sus ojos un poco, Yuuri apago la luz y abrazo a la menor mientras se acomodaba a su lado.

-bienvenida pequeña akira nikiforov katsuki, tú hogar te estuvo esperando con ansias- susurró el omega para luego caer dormido al lado de la menor