Cap 49

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-yo...ya te había dicho que viktor no es tu padre biológico, eso no quita el echo de que te ama de la misma manera que yo o que tus hermanos...aquel hombre con quien te encontraste hoy es tu padre- la voz de Yuuri se quebraba con cada palabra, pero no era momento de parar- el...me hizo mucho daño, ya te lo había contado pero no en realidad como es. El parecía mi príncipe anhelado aunque después se convirtió en mi bestia, incluso antes de que supiera que tu vendrías al mundo el lograba hacerme tantas cosas que en verdad no te puedo decir, mi hermoso bebé, tu fuiste un pequeño accidente de el y alcohol en sus venas. Cuando me enteré que te tenía dentro mío fue una nueva esperanza para mi, nuestra vida cambio, el parecía haber cambiado, al menos los primeros meses, después volvió a lo que era antes o un poco peor, en lo único que pensaba en esos momentos era proteger al pequeño bebé que estaba en mi estómago y diario pateaba cuando escuchaba mi voz. Un día conocí a tu padre, ya sabes nuestra historia, fue amor a primera vista, el me enseñó el amor verdadero que aquel alfa solo fingia, cuando me fui y el se enteró que había encontrado la verdadera felicidad no pudo soportarlo y...me secuestró fuera de mi consultorio en Rusia, pasaron las semanas, el no amenazaba con mi muerte, el amenazaba con la vida que tendríamos a partir de qué tú tacaras el mundo por primera vez, constantemente me golpeaban y en algún punto dejé de creer en las esperanzas de vivir, dejé de comer y beber agua, tú eras muy persistente, querías vivir y seguido me lo recordabas, por ti me mantuve despierto más tiempo de el que creí, al final nos lograron encontrar, el fue a la cárcel pero en verdad nunca quise volver a verlo, después de aquello estuve inconsciente casi mes y medio...mi hermoso bebé, somos tus padres, queremos lo mejor para ti y ese hombre es muy peligroso, en aquel viaje a Japón la última vez...el intento hacernos daño a tu hermano y a mi, es por eso que estuvimos en muchos lugares, ahora nos volvió a encontrar...lo siento, no se qué hacer- sus lágrimas ya estaban saliendo, viktor lo abrazaba intentando consolarlo pero incluso el se encontraba igual de tenso

-Yuri, eres nuestro hijo mayor, nuestro pequeño bebé, solo queremos lo mejor para ti y eso es alejado de ese hombre, entendemos si en algún momento quieres saber algo sobre el, hablar con el, solo...no vallas tú solo, nosotros lo aprendimos por una forma mala pero algunas personas no siempre cambian- mencionó viktor mientras se acercaba a su pequeño y lo abrazaba

El rubio escondió su rostro en el cuello de su padre y unas cuantas lágrimas salieron de el, se sentía como aquel Niño de seis años que lloraba por haber tenido una pesadilla, como siempre que viktor corría a su rescate y lo enredaba entre sus brazos haciéndolo sentir protegido, dejándolo dormir en su pecho mientras lo protegía de cualquier otro monstruo.

El ambiente deje de estar tenso, todo se calmó, Yuri lo comprendió y apoyaba a su madre en todo, le había comentado que no era necesario mudarse, el siempre se encontraba con Jean así que sería difícil que le hicieran algo y que siempre contaría con ellos para todo.

Las horas pasaron, llegó el pequeño leo y Yuri corrió a recibirlo sorprendiéndolo un poco, después de otro rato llego Jean aunque no solo, junto de el venía un pequeño omega de cabellos castaños y piel tersa con ojos rasgados per marrón claro.

-mamá, papá, les quiero presentar a mi novio- expreso Jean apenas capturó la mirada de todos los presentes en la sala

-un gusto conocerlos, por favor permítanme salir con su hijo- expreso el omega nervioso mientras hacía una reverencia y tomaba fuerte la mano de el alfa

Viktor, Yuri y leo no pudieron evitar reír un poco ante aquella tierna escena, Yuuri rápido se levantó de su asiento y se dirigió a el emocionado.

-pero que Niño tan bonito, no necesitas hacer reverencia, con un saludo es suficiente- menciono yuuri con una gran sonrisa parándose frente a la joven pareja

-lo siento, Jean me comentó que usted es japonés y creí que sería señal de respeto- expreso el joven un poco apenado mientras se apegaba a el hombro de Jean poco a poco y este un poco menos nervioso lo abrazaba por la cintura

Yuuri no pudo evitar soltar una gran sonrisa y abrazar a la joven pareja la cual se sorprendió un poco ante el recibimiento de el nipón a ellos

-tú de donde eres?- pregunto yuuri mirando a el joven el cual salto un poco y suspiró

-soy de china, estudio de intercambio en la escuela de Jean- mencionó el omega algo apresurado

-llevamos un tiempo conociéndonos, tengo muchos sentimientos por el, por favor mamá, acéptalo- expreso Jean mientras veía a su madre con aquellos ojos que le derretían el alma

-y si piden mi opinión?- expreso viktor juguetón haciendo que yuuri volteara a verle y lo callara poniendo un dedo sobre su boca

-mi cariño, es mi bebé, yo soy el que decide- bromeó yuuri para luego volver su vista a la pareja y tomar el rostro de su hijo entre sus brazos- si tú lo decidiste yo no puedo hacer nada, solo quiero que seas el alfa más feliz que pueda existir mi pequeño bebé- decía yuuri para luego besar la frente de su pequeño con una gran sonrisa- lo mismo para ti, quiero que sean la pareja más feliz que pueda existir, así que por favor cuida de el por mi- susurro yuuri hacia el pequeño omega a lo cual este asintió mientras algunas lágrimas bajaban por sus mejillas

Jean con una amplia sonrisa lo abrazó y escondió entre su pecho mientras que yuuri no pudo evitar sonreír ante tan tierna acción e igual consoló al omega, mientras el resto de la familia se dedicaban a simplemente ver que pasaba y platicar un poco de que pasaría como si de una novela se tratara.

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora