Cap 29

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Yuuri se encontraba completamente adolorido, a pesar de ya haber pasado dos días desde aquella noche parecía que el dolor se había pegado a su trasero; tragando aquel dolor interno se encontraba en el supermercado, en su carrito traía a el pequeño jean que veía curioso de un lado a otro las cosas que vendían en aquel pequeño pueblo de Japón; Viktor por su parte contaba con otro carrito en el cual llevaba al pequeño rubio, este simplemente pasaba hablando incoherencias mientras Viktor le sonreía y asentía repetidas veces como su le prestara atención.

-qué tendríamos que comprar para la fiesta?- preguntaba yuuri dudoso mientras observaba el ares de desechable

Los bebés pasaban un rato jugando con pequeños peluches que les había dado Viktor.

-compra lo que creas necesario, yo pago- respondio Viktor sonriente mientras jugaba con las mejillas de el rubio

-viktor, no deberías derrochar su dinero así, deberías administrarte mejor- respondió enojado el omega mientras le volteaba a ver

-es nuestro dinero, confío en que tú también sabrás cómo utilizarlo- le respondió Viktor despreocupado

Viktor desocupó lo que hacía con su bebé y se dirigió a yuuri dando un corto beso en sus labios para luego ir con el pequeño peli negro y juguetear con el también; yuuri sonrió y doblo los ojos mientras comenzaba a elegir las cosas.

La joven pareja llevaban varias cosas, alimentos para hacer, bebidas, pastel, velas y unos cuantos dulces para ellos; ya se encontraban esperando su turno en la caja, yuuri se dirigió a sus pequeños y quito los peluches haciendo que estos comenzaran a llorar.

-yuuri, porque le quitas sus muñecos?- pregunto Viktor confundido intentando calmar a los pequeños

-no podemos comprar todo lo que ellos quieran, tienen que aprender a no obtener lo que ellos quieran siempre- respondió un tanto molesto mientras escondía aquellos peluches

-pero aún podemos comprárselos- la voz de Viktor era un tanto impaciente

-Viktor, no podemos malcriarlos, verás que en un par de minutos dejarán de llorar, es solo un berrinche, tienen suficientes juguetes y peluches en la casa- respondió yuuri intentando no parecer frustrado

Y como el omega había dicho, los pequeños habían parado de llorar y se encontraban sonrientes caminando por la orilla de la playa; Viktor se sentía extraño, en realidad así funcionaban las cosas?, miró a yuuri y este se encontraba sonriente tomando la mano de yurio y jean caminando con dirección a el hotel, sus dudas desaparecieron, si era con el todo saldría bien, si era con incluso la muerte era una opción favorable a verlo llorar, lo quería, ya no esperaría más.

Las horas pasaban, mientras los pequeños corrían de un lado a otro, reían y rodaban yuuri y su madre cocinaban una pequeña comida para los pocos invitados que vendrían al primer cumpleaños de los pequeños yuri y jean.

Yuuri lo sabía, la gente hablaba, en todos lados, en todas partes; en la guardería, en el hospital, en su trabajo, incluso en la televisión cuando su familia asistía a algún evento con Viktor; los pequeños no se parecían a Viktor, incluso los pequeños no se parecían entre sí, el pequeño jean contaba con la piel color trigueña y un pelo negro casi azabache, ojos color gris-azulados y una sonrisa pícara; en cambio yuri con una piel cual porcelana, ojos verdes Esmeralda y pelo rubio como el sol; pero a pesar de eso se sentía bien, su familia era perfecta.

La gente comenzó a llegar siendo recibida por Viktor el cual apenas podía pronunciar palabra en japonés, pero lo intentaba. Los pequeños simplemente se dedicaban a recibir los regalos que eran para ellos con gran felicidad y emoción enseñándolos a sus padres y abuelos.

A pesar de saber ya la gran realidad la familia de parte de yuuri aceptaba gustosa al pequeño peli negro y mimaban como si fuese de sangre su parentesco.

Apagaron las luces y detrás de las puertas entraron Viktor y yuuri llevando un gran pastel con dos velas encendidas en forma de "1", las personas comenzaron a cantar y aplaudir, yuri sonrisa ampliamente ansioso por soplar las velas, en cambio jean observaba fijamente como sus padres se acercaban pero no entendía mucho de lo que sucedía.

-soplen a las velas y pidan un deseo mis pequeños- comentó yuuri sonriente

Yurio lo hizo con su vela mientras jean intentaba imitar a su hermano y al final fue un poco ayudado por Viktor haciendo que este se emocionara, todo se lleno de risas y aplausos en la oscuridad, después todo quedó en silencio, alguien prendió las luces y allí yuuri lo vio, Viktor frente a él, sobre un rodilla y poniendo frente a él una pequeña caja de madera.

-se que ya lo hice una vez, pero en verdad no puedo esperar más, no quiero estar alejado de ti en ningún momento, mi familia, tu familia, nuestra familia...yuuri katsuki, quisieras hacerme el honor de ser mi esposo- expresó

Era cierto, todo eso ya había pasado una vez, en un cuarto de hospital, con una video-llamada de los padres de Viktor; pero no importara cuantas veces fueran, donde fuera o quieres se encontrarán al rededor, yuuri siempre lloraría e asentiría con la cabeza repetidas veces emocionado, esta no sería una excepción, yuuri se puso a la altura de su ahora de nuevo prometido alfa y lo abrazó para luego unir sus labios y de fondo escuchar los aplausos y halagos de su familia emocionada, algo podría hacer que sus vacaciones mejoraran.

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora