El tema parecía no tener que surgir a la luz, eran felices con la nueva vida que habían creado, una vida de felicidad y un poco de mentira.
Cuatro años después de aquella aparición de Emil de vuelta en sus vidas la familia huyó en unas "vacaciones" a Orlando, algo sorpresa para los niños y un nuevo comienzo para la pareja. Después de eso no pararon ahí, Nueva York, algunas veces en Italia o Alemania visitando a los padres de viktor y después de un año en constante movimiento, entre casas y escuela, países y ciudades, patinaje de viktor y ahora igual Yuri quien había logrado ganar su primer campeonato Grand Prix junior.
Los años pasaron, los jóvenes hermanos ahora contaban con diecisiete años y una gran reputación en el espectáculo siendo centro de atención muchas veces para los reflectores, el joven rubio siendo un campeón en su primer Grand Prix junior en el cual debuto y el joven alfa siendo un gran estudiante, ganador de premios y gran jugador de fútbol americano. El joven leo de apenas once años parecía tener un talento innato en el dibujo, siempre apoyado de sus padres este joven lograba ya saber varias técnicas y dibujar hermosos cuadros que colgaban por su habitación y el resto de su departamento.
Los tres niños nunca tuvieron oportunidad alguna de despedirse de su amada Rusia, de sus amigos, de las personas especiales, tampoco de Japón, de su familia.
-Yurio, leo!- gritaba yuuri en la planta baja de el departamento
Para pasar desapercibidos compraron un hermoso departamento de dos pisos, no tan grande como su casa en Rusia pero si acogedor y espacioso para lo que ellos ya estaban acostumbrados. Los Ángeles era su lugar actual, ahí habían pasado los últimos tres años y disfrutado de muchas cosas, buenas y malas, pero siempre unidos.
-mamá, Jean y yo nos vamos, llegaremos tarde- gritó el rubio bajando apresurado por las escaleras siendo seguido por su hermano
El omega mayor se paro frente a la puerta principal y entregó sus almuerzos a los jóvenes los cuales dieron un beso cada quien en sus mejillas y salieron rápido.
-leo, por favor, no seas tan desordenado cuando crezcas- expreso yuuri seguido de un suspiro, el pequeño alfa lo miró mientras masticaba un pan sin tocarlo y ponía sus zapatos- mejor tu nunca crezcas cariño- fue lo último que mencionó para tomar al joven entre sus manos y apretarlo en su pecho
Yuri y Jean caminaban a gran velocidad entre las calles intentando no perder tiempo en llegar a su escuela. Yuri apretó fuerte la mano de su hermano intentando apresurar su paso, era una costumbre que ninguno perdía, disfrutaban sostener la mano de el otro en todo momento, incluso si no fuesen por sus apellidos similares serían la pareja perfecta de el campus. Claro que a ellos no les importaba ese tipo de comentarios de ser la pareja perfecta o porque no se parecían si eran gemelos, o porque tomaban la mano de el otro si era extraño, solo disfrutaban de su calor y el echo de sentirse seguros.
-Jean, tendrás práctica hoy, no?- pregunto yurio parando su paso un poco y retomando aire, el joven alfa asintió e igual Tomó una gran bocanada de aire- te esperare en las gradas, terminando pasemos a un café y compramos ese café que nos gusta- comentó el rubio contento a lo cual su hermano asintió
No simplemente eran hermano, igual eran los mejores amigos, las personas más cercanas de el otro, sus favoritos.
El día pasó rápido, yurio como siempre, solía holgazanear y aún así lograr sacar buenas notas, solía perder su vista en la ventana por largos ratos, ese lograba intrigar un poco a Jean pues aún no comprendía en que podía llegar a pensar el, debes en cuando igual se distraía con la mano de su hermano, jugaba con el o molestaba un poco con la intención de que el igual le prestara atención durante las clases, algo que casi nunca lograba.
Jean se fue a su entrenamiento despidiéndose de su hermano con una seña y entrando al vestidor, Yuri por su parte suspiró y se dirigió a lo más alto de las gradas, se recostó y cubrió su rostro con su brazo mientras sentía el fresco y caluroso aire de Los Ángeles, una parte de el extraña Rusia, su gente, su frío aire que helaba su nariz, su vieja es escuela, la escuela frente a su vieja escuela, aquel mini alfa que dejó atrás. Aveces eso le llegaba a abrumar, porque seguía pensando en el, incluso había olvidado su nombre, solo recordaba su sobre nombre.
-beka...- susurro el rubio para luego soltar un quejido de fastidio
Una lágrima recorrió una parte de su mejilla pero fue limpiada rápidamente por sus manos, era tonto pero sentía que debía esperarlo, a pesar de haber intentado salir con otros alfas ninguno lograba sacarle de la mente aquel Niño que alguna vez fue su amigo en su vieja rubia.
-Yuri, vamos a casa- dijo Jean poniéndose al lado de su hermano
Tal vez esos eran sus pensamientos más preciados pero llegaba a ser un gran problema.
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El patinador tras la bestia
FanfictionViktor, arrogante y extravagante alfa, un patinador de medallas de oro pero corazón de metal. Yuuri katsuki, un especialista omega en gente como viktor. Viktor es obligado a tomar consultas por cierto problema que tuvo en la pista con un beta; conoc...