Cap 60

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Todo estaba listo, era ahora o nunca.

Otabek y Yuri estaban en un cita en su café favorito, reían mientras tomaban sus manos, había de admitir que era cómodo pasar el tiempo con el otro.

-beka...hay algo que tengo que decirte- expreso el joven nervioso mientras su vista se desviaba de la del alfa

-claro que puedes contarme lo que quieras yurio pero...no creo que ahora sea el momento adecuado- expreso el alfa nervioso sonriendo al menor el cual se sonrojó de inmediato

-ah claro lo entiendo, es importante pero no es tan importante en realidad, es decir puede esperar estoy bien con eso...- divagaba el menor mientras colocaba su cabello detrás de sus orejas y movía sus manos frenéticamente

Otabek sonrió ante tal escena tierna, su mano comenzó a moverse con dirección al rostro del menor acariciando su mejilla y haciéndolo callar, poco a poco el ambiente entre ellos iba desapareciendo solo dejándolos en su burbuja de amor. Sus rostros se acercaban lentamente mientras sus ojos se cerraban dejando que pasara lo que tuviera que pasar.

-sabía que aquí te encontraría pequeño bastardo- se escuchó decir de fondo proveniente de una voz ronca

El ambiente entre ellos se rompió y ambos voltearon su vista, junto con el resto del restaurante. Era aquel hombre el cual se acercaba a pasos firmes hacia el rumbo o el cual no podía evitar temblar a pesar de fruncir el ceño.

-tú lo dije, eres igual a tu madre, te arrastras hacia el primer alfa que te habla bonito. Que podía esperar de tu madre al criarte- refunfuñaba parado frente la mesa de los jóvenes mientras de fondo las demás personas se escuchaban murmurar ante aquella escena- y tú?, qué tienes?, dinero?, familia adinerada?, no dudo que por eso te haya buscado este...cualquiera- dijo señalando a el rubio el cual apretó los dientes ante aquello

-disculpe pero...- replicó otabek con voz ronca parándose de su lugar siendo detenido por el rubio el cual lo abrazó por la espalda

-no beka, no vale la pena un...borracho cualquiera, abandonado por su pareja y que se pudrió en la cárcel, no súper el pesado y vive creyendo que puede hacer a todos infelices como su miserable vida- expreso el rubio mientras se colocaba al lado de el alfa y sonreía fanfarrón intentando ahogar sus gritos de miedo

-tú pequeño estupido....- expreso el alfa apretando sus puños con una mirada furiosa hacia su hijo

-vienés porque viste que mi madre consiguió una gran vida?, vienes porque viste que yo tengo una gran vida?, o acaso vienes porque tú no tienes una vida?- expreso el rubio con cara de pocos amigos haciendo que el alfa soltara un bufido y sonriera alarmando un poco a los menores

-tranquilo mi pequeño hijo, pronto aprenderás quien es tu verdadero padre y el como debes comportarte- expreso el alfa en ruso mientras alzaba su manos hacia su hijo para tomarlo

Otabek se entrometió entre esos dos, el mayor frunció el seño cansado y golpeó al alfa en la cara haciendo que este cayera al suelo inmediatamente y alarmando al menor el cual quedó en shock.

-que te pasa maldito loco?!- gritó histérico mientras se inclinaba para ir hacia el alfa

El mayor refunfuño y tomó al menor del cabello arrastrándolo hacia la salida, todos en el restaurante los observaban con miedo mientras grababan la escena. Algunos alfas intentaron ayudar pero el mayor saco un arma y prosiguió a salir del lugar con su hijo siendo arrastrado de los cabellos. Frente al restaurante se colocó una camioneta negra la cual llegó q toda velocidad.

-no maldito loco...sueltame...déjame ir...por favor, duele mucho.... ayuda!!!- gritaba Yuri en todos los idiomas posibles. Español, inglés, japonés, ruso

Las puertas de la camioneta se abrieron y hombre comenzaron a salir de ellas con dirección al menor. El rubio apretó los ojos ya consumido por el miedo, acaso su plan había fallado?.

Las sirenas de las patrullas rodearon todo aquel lugar dejando rodeados a la pequeña camioneta de cuatro crimínales, el rubio abrió los ojos y vio como del restaurante corría otabek hacia el.

-señor, suelte al menor, está rodeado, entréguese- expreso un policía por el megáfono

-jugaste bien esta yu-rac-Chan- susurro el hombre viendo a su hijo el cual le sonrió victorioso

El señor soltó el cabello de su hijo y alzó sus manos mostrando su arma.

El menor poco a poco se levantó, de una patrulla salió yuuri y Viktor los cuales se encontraban nerviosos por su hijo. El alfa mayor frunció el ceño una última vez y apretó el arma en su mano, suspiro y volteó a sus espaldas disparando su última bala.

Todo quedó en silencio por unos segundos, de pronto los policías abrieron fuego hacia aquel alfa el cual sonrió por última vez hacia yuuri y cerró sus ojos ante su destino.

Los gritos y las lágrimas no tardaron en hacerse presentes, viktor y yuuri corrieron asustados hacia su hijo.

-Yuri cariño, te encuentras bien?- pregunto yuuri asustado tocando el rostro empapado en lágrimas de su pequeño

-otabek!!- fue lo único que su garganta logró decir-...ayúdenlo...por favor...otabek!!, no duermas, mírame...seremos felices ahora...- susurraba el meno mientras acariciaba el rostro del alfa tendido en el suelo cubierto en un charco de sangre

Otabek sonrió débilmente mientras su temblorosa mano se posó cobre la mejilla del rubio acariciandola sintiendo como este se frotaba en su mano

-porque lloras?....fuimos...lo más felices...que pudimos ser....mi hermoso yuracchan- susurro otabek en voz débil

Sus ojos se cerraron y su mano calló tendida en el suelo, el rubio se acercó al pecho de este y lo golpeó mientras lloraba con todas sus fuerzas. Viktor tomó a su hijo entre sus brazos alejándolo del alfa menor mientras los médicos lo recogían y se lo llevaban intentando salvarlo, mientras Yuri forcejeaba por ir con el su padre lo tomaba e intentaba meter al auto mientras yuuri iba en la ambulancia con aquel menor.

-otabek...si quiero ser tu omega...- susurro el menor desde el auto viendo como la ambulancia iba a toda velocidad lejos de el

El patinador tras la bestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora