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Era de noche —empezó a decir la madre de Sofi— y llovía un poco. Un chica encapuchado me perseguía hace varias cuadras. Me sentí intimidada y caminé un poco más rápido. Estaba llegando a casa cuando sentí un golpe en la espalda. Me dolió el golpe sobremanera. Cuando caí al piso mojado y me di media vuelta vi que esa persona tenía un tuvo en la mano. Era hombre. Su voz lo delataba cuando me dijo:
    —¡Te vas a morir, hija de puta! —Y siguió golpeándome. Tenía miedo y estaba desconcertada, pues la voz la conocía de pleno. Sabía quién era, pero no entendía el por qué me estaba golpeando. Todo cobró sentido cuando dijo a voz en grito—: Me quitaron mi herencia por ti y la maldita hija que tuviste con él. ¡Acabaste con el poco dinero que podría tener! Ahora tengo mi venganza. He asesinado a tu esposo y una de tus hijas serán las siguientes.
Más golpes llovieron sobre mí hasta dejarme casi inconsciente. Al rato llegó la policía y no recordé nada hasta que desperté aquí...

—Muy bien —empieza a decir el peso pluma—. ¿Quién fue? —Y, dudando, siguió—: Y... Señora Tatiana... Su otra hija fue asesinada por este chico hace pocas horas.
    La noticia le hace llorar más. No se pudo contener, hasta que nos dijo el nombre de la persona. No sabíamos nada, pero entre sollozos nos dio la peor noticia de nuestras vidas, que, a fin de cuentas, respondía muchas preguntas que Sofía y yo teníamos en la mente desde hacía unas horas:
    —Fue Camilo, el que trabajaba para mi marido. Él es hermano de mi hija, hijo de mi ex esposo. 

Yo viviré en tiWhere stories live. Discover now