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Cuando salimos de casa fuimos inmediatamente a la mía. El motivo de nuestra ida solo es uno. Cuando llegamos a casa, la razón inmediatamente hace acto de presencia.
Doky empieza a ladra como si no me viera a mí ni a Sofi desde hace varios años. Lo levanto e inmediatamente me lame la cara. Yo sonrío y Sofi se acerca para acariciarlo, mientras también lame la mano de ella.
    —Es demasiado hermoso —dice ella.
    —Y, fuera de hermoso, es muy juguetón.
    Rio mientras él sigue con su ataque de lametones. Al tenerlo en la mano, al lado de Sofi, me siento como si, literalmente, tuviera una familia. Creo que no está lejos de la realidad.

Cuando salimos de casa Doky nos acompaña. Mueve su colita café con manchas blancas como si fuera la primera vez que ve el mundo... Aunque creo que es así. Sofi no me ha dicho hacia dónde vamos, pero mientras caminamos y veo hacia alrededor, empiezo a pensar lugares cercanos adonde me lleva. Pero, en una esquina, mientras el semáforo está en rojo, para un taxi que está en la tercera hilera. Maldita sea, ya no sé adónde vamos. Nos montamos al taxi y Doky empieza a ladrar como si quisiera hablar con el conductor.
    Sofi me revela el lugar cuando se lo dice al conductor. Claro, he de imaginar que iríamos allí. Ese lugar nos unió, pero no me había dicho que tenía que ir.
    —Llévanos a la CISAMF, por favor.

—Tengo una cita para saber cómo ha evolucionado mi cáncer de páncreas. La última vez seguía igual, pero sabes que en fase III es bastante difícil que mejore...
    —Sí, lo sé, pero hay que tener esperanzas, ¿no? —Es lo único que logré articular.
    —Sí, eso creo. Pero no tengo esperanzas de mejorar... —Dice ella. A lo que siguió diciendo—: He ido mucho a una iglesia, ¿sabes? Me he entregado en cuerpo y alma a Jesús y a Dios. Los milagros es algo a lo que tengo demasiada fe. Espero que cure, pero no creo que lo haga. Mi fe es grande, pero para curarme no tengo tanta. Una cosa es que Dios nos cure de cosas diminutas, pero lo que tengo es un maldito cáncer pancreático en tercer grado. Hasta creo que avanzará al IV. —Ella baja la mirada.
    —Yo no creo en "Dios". Para mí Dios no es más que una creación humana, como la creación de los antiguos. Las deidades son creadas porque necesitamos creer en otro por nuestra falta de creer en nosotros mismos. —Al decir esto, mejor me quedo callado. Tal vez hiera su nueva fe.
Ella no responde, simplemente se queda callada viendo la ventanilla cuando Doky no calla con su «Guau, guau». Cuando llegamos a la clínica el calor es abrasador. No hay nada de viento, y pienso que si a este lugar quería que viniéramos, no me parece para lo que quería, que era tener una cita.

El Centro Integral De Servicios Ambulatorios Para La Mujer Y La Familia (CISAMF), está ubicado en la parte trasera del centro comercial Bosque Plaza, con conexión a la estación del metro Universidad.
    El recinto es de fachada color gris, hecho de ladrillo pequeño de concreto, de forma que está agujereado como si balas le hubiesen traspasada de cabo a rabo. A izquierda hay un cuadrado de vidrio en un pedazo de vegetación. La puerta principal es de rejado metálico. La puerta de la derecha es de vidrio, y el tamaño es nada más que del suelo al techo. Una vigilante nos pregunta a qué venimos y Sofi le dice que vamos a una cita de revisión. Ella iba a replicar por Doky, a lo que nosotros le pedimos que si lo cuidaba un momento. Ella acepto encantada. Tomamos una escalera para bajar un piso, de forma que estabas casi literalmente bajo tierra. Cuando llegamos se ve una maquina pequeña donde se piden citas, se toma ficho para asistir a otra; también donde se toma otra para ir a la farmacia, entre otras funciones. Un televisor está en frente, y otro a la derecha, donde se puede ver el número de ficho y la taquilla donde debe asistir. Al fondo, otra puerta gigante de suelo a techo de vidrio donde un letrero color rojo dice: SALIDA.
    A su lado, una cabina con un gran trozo de vidrio que ocupa tres cuartas partes (la parte baja es de concreto), donde tiene agujeros para hablar con la persona que le atiende.
    Nosotros nos dirigimos a la izquierda, pasando por cabinas donde se lee el número de consultorio. Son de color blanco por fuera, y también su puerta ocupa una parte grande de su pared. Intercaladamente hay plantas de todo tipo, y así pasamos varios consultorios. Al final, cuando llegamos al final, giramos a la izquierda y llegamos a nuestro consultorio, donde después nos llevarían a los escáneres. Cuando nos sentamos, yo le tomo la mano; tiembla como si un terremoto le atacase. Y está fría. Sé que son nervios. Al pasar unos pocos minutos, una voz la llama. Yo no aguanto y voy tras ella.

—Pasen, por favor. —Nos dice una doctora. Es de tez trigueña. Tiene unos ojos café y una sonrisa tan blanca que ni la nieve le alcanza en intensidad. Es delgada y camina con una decisión de pasarela.
    —Hola, Doctora Yulen. —Le saluda Sofi.
    —¿Cómo te has sentido? —le pregunta la doctora.
    —Bien... O eso creo. Te presento a mi amigo y mi compañero de enfermedad, José.
    —Hola, José —me saluda ella, sonriendo y torciendo su cabeza—. ¿Cómo estás?
    —Con cáncer. ¿Y usted? —Es lo único que respondo. Sofi me mira con cara larga y yo lo único que hago es encogerme de hombros.
    —Tratando de controlarlo —es lo que me responde. Al final, ellas dos hablan hasta que nos llevan a hacerle el escáner. Vaya... Estaba a punto de llorar, y me recriminé a mí mismo por darme cuenta de que rezaba.

Han pasado cincuenta minutos y Sofi sale del escáner. Se pone su rapo y yo la espero sentado. Cuando llega nos vamos hacia donde se encuentra la doctora. Ella nos ve con cara de perplejidad y lo único que pienso es que su maldito cáncer, que algún día me llevaría a mí por estar en fase M1, le había avanzado a fase IV. No lo soportaría.
    —Sofía... —Empieza a decir. Y Sofi casi se hecha a llorar—. Esto... Vaya... Ha de ser uno de esos... ¿Milagros? No lo sé, pero...
    —¿Pero qué? —Decimos ella y yo al unísono, y luego nos miramos fijamente.
    —No hay indicio de cáncer. Al parecer, ya no tienes. 

Yo viviré en tiWhere stories live. Discover now