49

1K 56 1
                                        

Nada más llegar a nuestra habitación me quito los tacones para ponerme manos a la obra.

Jay está ya inconsciente así que la fuerza que tengo que hacer en mantenerlo de pie es mucha.
Empiezo quitándole la camiseta y este sonríe, sus ojos apenas los puede abrir.

-Acuéstate.-digo empujándole el pecho y este se tira de golpe conmigo.-¡Jay!

Le quito los pantalones, los zapatos y ya está listo para dormir.

-¿A donde vas?.-dice Jay al ver que me disponía a irme a mi habitación.

-A por mi pijama, no me tardo.

-Ponte mi camiseta.

Me voy a su armario, cojo una camiseta blanca, limpia y suave. Giro mi cabeza y Jay está dormido, salgo corriendo para coger mis toallitas desmaquilladoras y al entrar veo a Jay tirado en el suelo.

-¿Que haces ahí?

-Cariño creo que estoy borracho.-dice riéndose y yo sonrío al escucharle.

-Si no me lo dices, no me lo creo.-digo sosteniéndolo y nuevamente lo dejo en la cama.

-¿Que me estás haciendo?

-¿Dejarte en la cama?

-No tonta, que me tienes putamente enamorado.

-Espero que mañana pienses lo mismo.-digo riéndome mientras me desmaquillo.

-Uy.-dice bajando su mano por mi espalda.-¿Que es esto que tenemos aquí?.-agarra mi culo y escucho su risita de fondo.

-Por nuestro bien tenemos que irnos a dormir ya.-digo dejando las cosas en la mesita de noche y apagando la lámpara.

-Quisiera ir a ver cómo está mi madre pero contigo.

-Iré a donde tú quieras.-digo acariciandole la mejilla.

-Te quiero Trisha.-dice besándome y a los tres segundos ya está roncando.

   ****

  -Que asco joder.-escucho de fondo a Jay, estiró mi brazo y no está en la cama.

Dios soy demasiado buena para existir en este mundo.

Medió adormilada me levanto y voy hacia al baño.

     -Lo siento por despertarte.-dice tirado en el baño.

-¿Te traigo algo?.digo sentándome a su lado y acaricio su espalda.

-Un ambientador y el zumo de naranja.-dice sonriendo y yo asiento y le doy un beso en el hombro.

Lenta pero segura bajo las escaleras sin encontrarme a nadie por el camino. Tercer cajón a la derecha ambientador de vainilla, perfecto, cojo lo demás y subo otra vez las escaleras.

   -No puedo soportar este olor a alcohol...-dice echando el ambientador por todo el baño.

-Nada mejor para el cuerpo que un buen zumo de naranja frío.-digo pasándole el vaso.

-Véte a dormir nena que esto va para largo.

-Si tú sufres yo sufro.-digo sacando la tarrina de helado y este se ríe.

-Te quiero.-dice acariciando mis piernas y yo sonrío.- Te lo digo de verdad, sé que piensas que sigo borracho pero ya te digo yo que no porque he tirado medio hígado al wáter.

-Otra copita más.-digo con voz de borracha y este se ríe.

                                    ****

Siento unas manos acariciandome la espalda, es tan relajante que no me quiero mover.

-Si supieras todo lo que me haces sentir...-dice Jay en voz baja y mis ojos se abren como platos.

Este chico no es el mismo que conocí en aquel estudio de tatuajes...

Empieza a depositar besos en mi espalda y la barba hace que las cosquillas aparezcan.

-Tenemos que ir a que te corten un poquito esa barba.-digo girándome y me encuentro con su cara de susto.

-Pensaba que te gustaba...

-Me encanta pero no quiero tener a papá Noel como novio.

Nos quedamos una hora hablando de tonterías, dándonos mimos... hasta que la loca de mi hermana empieza a tocar las narices con que dentro de tres horas sale nuestro vuelo.

Llegamos al aeropuerto justo a tiempo, para mi sorpresa solo hay unas 20 personas en este vuelo con lo cual los gritos de Sketch se escuchan a la perfección.

   -Si lo ahogamos y hacemos desaparecer el cuerpo de Sketch ¿Nos darían a nosotros el dinero de su seguro de muerte?.-dice French y la señora que tiene a su lado abre sus ojos asustada.-No, tranquila señora es solo un suponer...

  -No estás en mi lista de herederos estúpido.-grita Sketch que por suerte o desgracia lo han puesto en la otra punta del avión.

  -Tenemos que hablar.-dice Holly y Jay estira su cuerpo.-Tu, lárgate.

-Luego me lo contará...-dice Jay sacando su lengua y se va al lado de Ted.

-¿Restraso?

-¿Que? ¿Estás loca? NO. Ted está muy raro, no para de hablar con alguien, no suelta el móvil ni para cagar y si suena y está a mi lado lo quita rápidamente.

-Es decir, crees que te está siendo infiel.

-Exactamente.

-Dudo mucho, sabes que si fuese así ya te hubiese mandado a paseo, ademas ¿crees que se hubiese aguantado la bronca que le echaste a noche por haberse pues un azul rey y no un azul marino?.-Holly niega con su cabeza y yo sonrío.-Pues ya está.

-Es idiota pero te quiere, te lo dice quien vive con él desde hace 10 años.-dice Alish.

-No aguantaría que me pusiese los cuernos con alguien...

-No lo permitiría.-digo para calmarla y está me abraza.-Jay.-sonrío y este niega.-Ven.-vuelve a negar y yo alzo una ceja.

-Hay problemas en el paraíso.-dice Alish y junto a mi hermana se empiezan a reír.

Contigo, una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora