44

1.1K 59 1
                                    

Nuestras respiraciones se entremezclan, nuestros pechos suben y bajan cada vez más rápido.

-Tócame.-digo al ver que no mueve sus manos de mi espalda.

-Vaya, vaya... No sabia esta faceta tuya.-dice sonriendo y yo le doy en el pecho.

Me hace caso y suelto un pequeño gemido al sentir sus manos en mi culo, que él responde con una maravillosa sonrisa.

Su amiguito se hace notar entre mis piernas y me encanta sentir que también causo el mismo efecto en él.

Sonrió y empiezo a bajar mi mano lentamente, primero por su pecho trazando pequeños círculos, luego bajo por su abdomen y antes de llegar a su erección me paro y le miro, esta mirándome pero esta vez su mirada brilla aún más. Me besa y yo sonrió al ver como me pide que siga, bajo mi mano y empiezo acariciar lentamente su pene, Jay abre su boca ya que le está costando respirar y sus manos me agarran fuerte el culo.

   -Dios mío Trish.-empieza a depositar besos en mi cuello que rápidamente le respondo con un gemido.

Me quita mi pijama haciéndome quedar solo con las bragas.

Se hecha un poco para atrás y me mira de arriba abajo.

   -Creo que acabas de desatar el Apocalipsis.-Dice y yo empiezo a reírme como una loca.

   -¿Esos son tus mejores piropos para este momento?

   -Soy más de demostrarlo nena.-me enseña una vez más su sonrisa y yo me rio nuevamente.

Se acerca y sus manos se posan en mi espalda, sus besos empieza a recorrer mi cuello, lentamente va bajando hasta llegar a mis pechos en donde suelta una pequeña risa, travieso. Empieza a jugar con mis pezones y cada vez siento que me voy a desvanecer con sus caricias.

-Creo que debo de parar.-abro rápidamente mis ojos y este se empieza a reír.

-Eres estúpido espero que nunca se te olvide.

Le beso y tomo el control.

Me ayuda a bajarle el pijama junto a sus bóxers, y mi vista va directamente a su gran erección, Dios mío.
Trago saliva, tengo que sacar mis mejores armas, señores.
Mi mano empieza a moverse de arriba a bajo, su boca entreabierta hace que empiece agitarme mucho más. Voy subiendo de velocidad pero en dos segundos Jay me coge de las caderas y me tumba en la cama.

-Si seguías me hubiese corrido y no tendría mucha gracia.-responde al momento que ve mi cara de desconcierto.

  -Te quiero ya dentro de mi.

Sonríe al escucharme, no necesito ningún oral ahora mismo porque las ganas que llevo teniendo de que estuviese pasando esto ya me tenia bastante lubricaba y preparada.
Desesperada.
Saca de su mesita de noche un condon y se lo pone rápidamente, antes de entrar en mi, me besa con amor y yo sonrió.
Suelto un gemido al sentirlo dentro de mi y este cierra sus ojos.

-Mírame.

-Exigente, vaya...

-Idiota.

Abro los ojos, estoy tiritando del frío, me acurruco a Jay y este me aplasta con su cuerpo.

-¿Te paso mi camiseta?-pregunta con voz ronca y apenas le puedo entender.

-Te lo agradecería.

Me pongo la camiseta y este se queda dormido nuevamente.
No tengo sueño, son solo las dos de la mañana y el mando de la tele esta tres kilómetros de mi brazo.
Empiezo a mirar el techo, las paredes, cuento ovejas y nada.
Mi móvil está en mi habitación, estupendo.
Intento no moverme demasiado para no despertarlo pero es imposible, me giro para ver como duerme y parece tan perfecto que me parece increíble que sea el mismo chico que vi por primera vez.

    -Vas a ser que mi cara se desgaste con tanta mirada.-dice sin abrir los ojos.

   -Estas en un sueño...-digo en susurro y este se ríe.

-¿Se puede saber que haces que no estás
babeándome el brazo?

-Ver como pasa el tiempo.

-Que plan más divertido...

-Es que con el tío que lo acabo de hacer se ha quedado frito porque la edad y su condición física no permite dar más de sí...

-Que tío más pelmazo...

-Ya... Y eso que no lo has escuchado roncar...

-¡Eh! ESO SI QUE NO.-dice y se pone encima mío.-Repítelo.

-Que tío más sexy.-digo riéndome y le doy un beso.

-No cambies de tema señorita.

-Puff.-Vuelvo a darle otro beso.

-Trisha.

-Jay.-digo riéndome y este beso es más largo que los dos anteriores.

-¿Con que esto es lo que querías?

-Puede...

Ahora es él quien empieza a besarme por el cuello y yo sonrió.

Second round

Contigo, una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora