Yellow

Capítulo 47 - All of me

Literalmente Valentina jugó con el postre y con su novia a su antojo, sorprendiendo tanto a su cocinera como a sí misma pues nunca pensó que podría ponerse tan creativa con algo. Definitivamente ésa parte de su vida nunca había sido buena, pero ahora con Juliana estaba descubriendo un mundo nuevo y una parte suya que desconocía completamente.

Para Juliana no era muy diferente pues, si bien no había tenido experiencia en ese departamento, lo poco que había experimentado ni se aproximaba a un octavo de lo que su novia le provocaba. Valentina claramente tenía la capacidad de encenderla de una forma en la que nunca creyó que fuera posible. Si los últimos cinco minutos eran una indicación de cómo sería su noche, entonces nuevamente no dormirían gran cantidad de horas y sin embargo no podía esperar a volver a recorrer a su novia de punta a punta.

Valentina siguió besando y recorriendo el cuello de su cocinera hasta que ya no quedaba un nivel más por escalar que no fuera comenzar la lenta tortura de desvestirla. La rubia ya sabía lo que quería, y más aún necesitaba, era sólo cuestión de decidir dónde daría rienda suelta a sus más básicos instintos.

Juliana también estaba sintiendo los efectos de cruzar ese punto de no retorno y tener a Valentina sobre su cuerpo, envolviendola entre sus piernas, entre sus brazos y sus labios. Esos labios, los más sexis del universo.

"Juls..." Suspiró Valentina entre beso y beso.

"Si morrita?" Preguntó Juliana luego de capturar el labio inferior de su novia tras finalizar un muy mal intencionado beso.

"Dios..." Fue todo lo que Valentina pudo argumentar y en un rápido movimiento logró recostarse en el gran sofá llevando el cuerpo de su novia consigo. Juliana estaba ahora entre sus piernas y la rubia tenía pensadas muchas cosas menos dejarla escapar pues evidentemente el fuego que salía de todo su cuerpo, pero puntualmente de ese milagroso lugar entre sus piernas, no le daría tiempo a llegar a la habitación.

Valentina rodeó aún más con sus piernas a la morena empujándola hacia el lugar donde más la necesitaba al tiempo que lentamente comenzó con la noble tarea de desvestirla, asegurándose de disfrutar al máximo cada centímetro nuevo de piel expuesta. En ese preciso instante la rubia instintivamente supo que nunca nada sería suficiente en lo que respecta a Juliana, siempre necesitaría más y muy probablemente nunca se cansaría del cuerpo de su novia. Sin importar cuántas veces lo recorriera, sin importar cuántas veces escuchara su nombre escapar de esos hermosos labios, muy factiblemente nunca se cansaría de tenerla, de besarla ni de sentirla.

Del otro lado la cocinera decidió no quedarse atrás pues ella también tenía su propio incendio que apagar y el único remedio para tanto fuego era la mujer que estaba desvistiendola con tanto esmero, esos ojos azul eléctrico eran ya una postal conocida pero aún así tenían la capacidad de potenciar su excitación y llevarla aún más arriba de lo que ya estaba.

"Dios Val..." Apenas susurró la morena mientras sucumbía a sus más básicas necesidades y comenzaba a alimentar todo su deseo con el cuerpo de la única mujer que hacía de su mundo un lugar habitable. Comenzó por aquellos lugares en el cuello de Valentina que sabía tenían efectos devastadores y que había pasado toda la jornada previa memorizando.

"Juls..." Replicó Valentina mientras inhalaba hondo pues sentir los labios y la lengua de la su cocinera sobre ciertos puntos de su anatomía le quitaba hasta la capacidad de gemir y sólo era capaz de estrellarse aún más contra el cuerpo de su morena.

Juliana prosiguió besando y acariciando cada rincón de su novia mientras ella también le daba rienda suelta a su nuevo deporte; desvestir a Valentina Carvajal. Ambas claramente disfrutaban de llevarse mutuamente al extremo pues todo lo hacían a un ritmo lento y pausado, sólo acelerando en aquellos momentos en los que ya se hacía insostenible contener las explosiones de placer que se generaban mutuamente.