"Pues... de verdad Juls, no tienes nada que agradecer..."
Pues si hay alguien aquí que tiene que agradecer soy yo... de que estés aquí, parada frente a mi... aunque tengamos un largo camino por delante amor, aun sigues aquí y éso es todo lo que importa... Valentina razonaba en su cabeza mientras se perdía en la inmensidad que reflejaban los ojos de su novia.
Juliana simplemente esbozó una sonrisa y decidió que no debería invadir de esa forma el espacio personal de la rubia, sin importar lo que sintiera en ése momento. Valentina le había demostrado en muy poco tiempo que era la única persona dispuesta a cuidar de ella incondicionalmente, por lo que ciertamente su vínculo debía ser muy especial. Y conservarlo era su prioridad número uno.
"Por supuesto que debo agradecerte Valentina, pero ya... supongo que no llegaremos a un acuerdo sobre esto" Agregó la morena sonriendo con destellos de ésa ternura tan característicamente suya tanto en su rostro como en sus ojos.
Eran ésos pequeños momentos los que alimentaban las esperanzas de Valentina, esas pequeñas fracciones de tiempo en las que su mundo se asemejaba a lo que era tan solo unos pocos días atrás.
"Ya... supongo que tienes razón.... Pues te dejaré para que descanses Juls... ya sabes donde encontrarme en caso de que necesites algo..." Valentina verbalizó algo titubeante, no del todo conforme con el hecho de dejar a su novia.
Si bien los últimos días habían sido un verdadero infierno para la rubia, en líneas generales había logrado prácticamente no separarse de su cocinera. Por lo que esta nueva situación no la tenía muy conforme.
"Que... que descanses Juls..." Agregó Valentina con una enorme cuota de tristeza en sus ojos, mezclada con una ración no menor de preocupación.
"Igualmente para ti Valentina... y nuevamente gracias" Contestó Juliana mientras veía como la rubia se dirigía a la puerta de su habitación.
La morena aún no lograba superar la gracia y el encanto con el que Valentina Carvajal se movía. Todo acerca de esa rubia de los ojos de cielo era absoluta e irremediablemente intoxicante. Y si bien lo que menos quería era que su tiempo con ella se acabara, aún tenía cosas que meditar y resolver.
"Nos vemos al rato..." Fueron las últimas palabras de Valentina, más para su autoconsuelo que para la cocinera, antes de cerrar la puerta y encaminarse a su vieja habitación.
Valentina aún no podía entender cómo era que estaba de vuelta en su antigua alcoba. Si bien había vuelto a su apartamento en una sola ocasión desde que Juls estaba en el hospital, la abismal sensación de vacío de aquel lugar la había abrumado. Pero aún así, ya en la casa de su padre, comprendió que preferiría volver a su apartamento todos los días de su vida, con tal de retener y aferrarse a los recuerdos con su novia que allí abundaban.
Nuevamente ésa sensación de vacío en el centro de su pecho no la dejaba pensar con mucha claridad y mucho menos respirar adecuadamente. Cómo recuperar a su novia, cuánto tiempo llevaría o por dónde comenzar siquiera eran interrogantes que no solo le quitaban el sueño, no la dejaban funcionar correctamente.
Pues ya se resolverá Valentina... solo tienes que ser... paciente... Se repetía en su cabeza como un mantra mientras, recostada en su antigua cama, observaba con particular pesar las pocas fotos de su cocinera que tenía en su móvil. Los minutos corrieron como segundos y finalmente la rubia sucumbió al cansancio tanto emocional como físico de los últimos días.
"Buenos días morrita... pues sí que me resultaste dormilona eh..." Valentina abrió sus bellos ojos de cielo a medida que el inconfundible aroma a jazmín y lavanda de su cocinera impregnaba el aire que respiraba.
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Yellow
FanfictionHola!! Esta es una historia pensada para usar los personajes de Amar a Muerte pero en un contexto completamente diferente, algo así como una versión mezclada y adaptada de Amar a Muerte y la película ¿Conoces a Joe Black? Espero que les guste! Si bi...