Capítulo 62 - Here with me

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"And I won't leave
And I can't hide
I cannot be until you're resting here with me"
-Here with me, Dido

(Canción recomendada de hoy Here with me de Dido, ya sé que es un tanto trillada pero aún así me encanta, la pueden encontrar en Spotify)

Valentina pasó la siguiente hora y media con sus ojos y toda su atención alternando entre su novia y los monitores a los que se encontraba conectada. En todo ese tiempo no pudo detectar ningún cambio significativo en sus signos vitales o en el hermoso rostro de su cocinera. Juliana permanecía en un coma inducido y, si Valentina no hubiera estado con ella desde que todo esto comenzó, jamás sospecharía la gravedad del cuadro dado su pacífico descansar.

El cansancio de la rubia estaba permanentemente rubricado en su rostro y en esos ojos de cielo, pero aún así sabía que por nada del mundo sería capaz de retirarse a la sala de médicos e intentar horizontalizar allí su agotada anatomía. Muy por el contrario la rubia decidió acomodarse en esa silla y, sin quitar su mano derecha la cual estaba acomodada sobre la mano izquierda de su novia, entrecerró los ojos rogando al universo que por las siguientes horas nada nuevo sucediera. Ninguna otra cosa a excepción de un milagroso despertar de la mujer que amaba.

Luego de largos minutos de batallar con sus pensamientos intentando por todo los medios despojarse de lo vivido durante las últimas horas, Valentina finalmente logró ignorar ese dolor en el centro de su pecho la cantidad de tiempo suficiente como para que el sueño se apoderara momentáneamente de ella.

Pero por supuesto que su subconsciente no la dejaría plenamente en paz.

Valentina se encontró sentada en aquel parque donde encontró al amor que tanto había esperado y que no sabía que existía. Podía sentir el calor de los rayos del sol que impactaban directamente sobre su hermoso rostro y en cuanto abrió sus ojos y estos se ajustaron a la luz miró a su alrededor. Su sonrisa no pudo ser más grande ni más luminosa al encontrar a su cocinera sentada a su lado, aún disfrutando de parte del picnic que le había preparado.

"Juls... mi vida... estás aquí..." Prácticamente exclamó desde lo más profundo de su felicidad.

"Pues dónde más voy a estar morrita...." Contestó algo divertida Juliana pues no entendía la frase de su novia. "Estás bien mi cielo?"

"Estás aquí..." Simplemente repitió Valentina y rápidamente apartó hacia un costado aquellos objetos que se interponían entre ella y el objeto de su afecto. Sin detenerse siquiera a contemplar dónde estaban, la rubia tomó la cara de su novia entre sus manos con sus ojos desbordantes de amor y reclamó esos labios que tanta falta le hacían.

El beso era profundo y cargado de intensidad, con Valentina intentando no perder ni un milisegundo del precioso regalo de tener a su cocinera entre sus manos otra vez y Juliana simplemente dejándose arrastrar por los sentimientos de su novia. Cuando ambas mujeres percibieron la carencia de oxígeno interrumpieron su momento apoyando sus frentes una contra la otra, como ya les era costumbre cuando sus besos escalaban en intensidad tan rápidamente.

Valentina decidió sacar ventaja de la breve pausa para atrapar a su novia acomodando sus piernas una a cada lado del regazo de su morena. El amor que se desprendía de sus ojos de cielo era palpable y Juliana no pudo hacer otra cosa más que corresponderle el sentimiento con otra ronda de besos.

"Qué sucede mi amor?" Volvió a preguntar la cocinera algo preocupada cuando la carencia de oxígeno una vez más interrumpió sus demostraciones de afecto.

"Es que te extrañé tanto... pero tanto... no sabes..." Contestó honestamente la rubia, apenas susurrando y Juliana soltó una corta carcajada, su rostro aún denotaba cierto grado de confusión.

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