Enfermería

15K 1.6K 429
                                    

Todo se volvió un caos de camino a la enfermería por culpa de un imbécil de Ravenclaw llamado Gilderoy Lockhart, contar lo que sucedió y como es que ese gran tonto se las arregló para complicar una simple fractura que se hubiera solucionado con un aún mas simple hechizo es desperdiciar el tiempo, pero no tenemos alternativa... Apenas iban camino a la enfermería cuando ese imbécil se topo de frente con ellos, Sirius iba cargando a Regulus para evitar que fuera mas dañado de lo que ya estaba, James iba de frente a ellos limpiando el camino para que pudieran pasar sin topar nada... Pero Lockhart no les permitía pasar.

Pasó al menos quince minutos retrasándoles mientras alegaba que él podía curar el brazo roto de Regulussé, y aquello terminó con Gilderoy inconsciente en pleno pasillo y con Regulus agitado porque le habían quitado los huesos del brazo.

Tras un par de minutos en la enfermería Pomfrey los corrió de sus dominios ya que Sirius se había puesto histérico al escuchar los quejidos de Regulus, el mayor de los Black era demasiado protector y de una forma muy, muy pesada. Pomfrey estaba segura que Black se hubiera lanzado contra ella si seguía escuchando sufrir a Regulus mientras le curaba el brazo.

Sirius se sentó frente a la puerta de la enfermería con la intención de no abandonar hasta que Regulus saliera, claro que el ruido que venía de adentro lo tenía como loco, no soportaba escuchar los gritos de su hermano, Regulus siempre había tenido un umbral de dolor bajo. Estaba por arrojar un bombarda a la puerta cuando James le quitó la varita. Potter tampoco se había movido y no por apoyar a su amigo, pues quería asegurarse el mismo de que su novio se encontraría bien, pero a diferencia de Sirius que estaba de irracional, James entendía que lo que estaba pasando Regulus era un dolor necesario.

Una hora después los dejaron pasar para que recogieran las cosas del Slytherin y se despidieran pues iba a pasar la noche allí. Normalmente Madam Pomfrey nunca tardaba tanto hacer tomar una poción a un estudiante, pero tuvo que ser en extremo delicada con el pequeño de los Black, había sido preocupante que ante un sencillo procedimiento el joven mago se hubiera puesto a vomitar, además el dolor que estaba experimentando era anormalmente alto aun para una poción crece huesos.

Era algo que tenía que hablar con Dumbledore lo más pronto posible, nunca en toda su vida había visto a un joven mago con un núcleo mágico tan astillado y frágil, la magia del propio Regulus atacaba a la magia que recibía de la medimaga como si estuviera defendiéndose, lo cual significaba más dolor para Regulus... Eso sólo podía deberse a una constante tortura bajo hechizos tenebrosos. Las leyes mágicas no solían ayudar a los niños que vivían violencia en sus casas especialmente los sangre pura, todo porque la ley en una gran parte conocía las tácticas casi salvajes que un sin número de familias sangre pura utilizaban para criar a sus vástagos, y no podían meterse con su legítimo derecho a criar a sus hijos como mejor les pareciera. Pero para su buena suerte los padres de Black habían usado magia prohibida, y en eso sí se podía meter el ministerio.

—¿Cómo te sientes Reg? ¿Ya mejor?

Se veía pálido, estaba sudando y mordiendo un pañuelo, estaba haciendo mucho esfuerzo para no ponerse a gritar. Soltó el pañuelo para contestarle a Sirius, debía dar una buena actuación sino quería tener a su atolondrado hermano pegado como una sanguijuela

—Mejor...

—¿No te duele?

—Es soportable.

—Oye si te sientes mal...

—Voy a estar bien Siri, vete, voy a pasar la noche aquí y no creo que haya nada que me pueda hacer daño en la enfermería.

—Pero...

—Nada de pero, no te quiero aquí molestando a madame Pomfrey.

Sirius solo asintió no queriendo decir algo que arruinara el momento y que Regulus volviera a su actitud hostil de siempre, hizo una señal con la cabeza a James para hacerle saber que se iban y tomaron el equipo de quidditch de Regulus y lo que traía encima del uniforme a la hora de caer para que no le estorbara.

Los dos adolescentes de Gryffindor estaban por salir de la enfermería cuando se toparon con Severus Snape que venía al encuentro con Regulus. Sirius se puso rígido como una tabla, todavía estaba intentando descifrar que era exactamente lo que sentía hacía Snape después de haberlo escuchado en el invernadero, la verdad hubiera preferido evitar el encuentro hasta tenerlo claro, quería hablar con él y por una vez en su vida no ser tan idiota, demostrar que tenía corazón, ya sea rechazándolo con tacto o aceptando que no era nada indiferente a sus sentimientos. Porque no iba a dejarlo ganar, ¿quién se creía Snaoe para pensar que el no tenía corazón? Él era todo corazón y se lo iba a demostrar... Oh no, lo estaba haciendo de nuevo, ponerse en modo idiota sin razón aparente.

James por su lado rodó los ojos con fastidio, si antes se había sentido celoso porque Snape era amigo de Lily, ahora era peor, Snape y su amado Regi eran algo así como mejores amigos y vivían pegados, ¿Por qué siempre terminaba en una rivalidad con Snape? No estaba en contra para nada que su Regi tuviera tantos amigos cercanos como quisiera, de hecho mejor si lo hacían feliz aún si se trataba de Snape, pero después de años de rivalidad por Lily, Snape probablemente estaría en su contra, era peligroso porque era el mejor amigo de su novio.

Necesitaba algo con lo que cambiar su opinión o mantenerlo ocupado... Y tenía opciones obvias: hacer que Lily lo perdonará -que también era riesgoso porque no quería que Regulus malinterpretara una cercanía con ella-. O conseguirle una cita con alguna chica guapa y fogosa de la escuela que lo tuviera muy ocupado mientras él se robaba a Regulus y lo convencía de que debían casarse lo más pronto posible.

Severus ignoró la presencia de los Gryffindors, por mucho que le gustaría dejar en ridículo a los merodeadores con sus palabras astutas, no tenía tiempo. Ahora lo único que le importaba era su mejor amigo.

—Me acaban de decir lo que pasó... ¿Cómo estás?

—He estado peor, pero igual me siento cansado, fue un entrenamiento muy duro.

—¿Entrenamiento? ¡Por lo que sé, esas dos arpías casi te asesinan! Olvídate de ir a cualquier parte solo, te voy a estar vigilando Black, si tú no te defiendes me vas a provocar problemas.

—¿Qué problemas?

—Los que conseguiré por vengarme.

Oh aquello fue sumamente adorable, tanto que provocó una fuerte reacción en los Gryffindors. A Sirius casi le derretía el corazón, Severus se comportaba como hermano mayor de Regulus. James se tuvo que tragar su propia bilis, tenía que poner el plan en marcha... No había de otra, tenía que hablar con Lily a favor de Snape... Solo esperaba que Reg no lo tomará a mal.

—Esa no es una actitud muy Slytherin, y siempre exageras Severus —Regulus le restó importancia a todo lo dicho por su amigo, como si los intentos de asesinato fueran cosa de todos los días—, mejor ve a recoger mi tarea si tanto te preocupa mi estancia en la enfermería.

—Eres imposible Black...

Al sentirse intrusos ambos Gryffindors salieron, dejando a solas a los otros.

—¿Es imaginación mía o Siri te estaba viendo de mas?

—Claramente tienes una contusión cerebral. Debería llamar a Madame Pomfrey para que te revise de nuevo.

—Hablo en serio.

—Yo también.

—Al principio pensé en que si enamorabas a Sirius y después lo destruías sería una venganza divertida contra los merodeadores... Pero ahora creo que sería incluso mas divertido que terminaran juntos. ¿No parece genial? Mi mejor amigo y mi hermano.

—Bien, definitivamente tienes un problema cerebral, llamaré a madame Pomfrey ahora mismo.

Regulus solo se río.

Una broma pesadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora