Una broma pesada

Merodeadores

Entró azotando la puerta del cuarto haciendo que los demás despertaran asustados, todos menos James que estaba recargado contra la ventana con apariencia de no haber dormido toda la noche, una mala señal para Sirius.

Sirius no quería creer que fuera verdad lo que Lily le contó. James era mas que su amigo, era como otro hermano, alguien en quien podía confiar su vida y no quería, de verdad que no quería creer que James Potter, su supuesto mejor amigo le había hecho algo así...

Regulus era todo el universo para Sirius, una traición como esa ¿cómo podría perdonarla?

Y si bien no quería creer, la espina de la duda ya estaba clavada y sentía corriente tras corriente de furia ir por todo su cuerpo. Remus y Peter se quejaron de que los despertará, pero James parecía feliz de verlo. Se dirigió a su cama con la intención de ignorarlos a todos hasta que logrará aclarar el asunto, pero James lo interrumpió haciéndolo enojar más.

—¿A dónde fuiste? No supimos nada de ti, Dumbledore dijo que fue un asunto familiar pero no nos quiso explicar más.

Sirius se dejó caer sobre su cama como un costal pesado mirando hacia el techo sin cambiarse la ropa, respirando profundo para no tomar su maldita varita y arrojarle todos los hechizos que conocía a James.

—Mi tío Alphard murió...

—Oh, lo lamento... ¿Cómo está... Cómo están todos?

¿Era imaginación suya o James estaba intentando sacarle información disimuladamente? Bien, él podía jugar a eso, Sirius era un experto al haber crecido entre Slytherins.

—Muy mal, era el tío favorito de todo el mundo, Bella, Narcissa, Andy... Ya sabes, todos.

Por el rabillo del ojo vio la cara de decepción de James, eso no le gustó nada.

—¿De verdad? Regulus y tu eran muy unidos a él ¿no?

Por Merlín que no fuera cierto...

—Tal vez, no lo sé. Vete a dormir en unas horas nos toca la primera clase y necesito descansar, dejame en paz.

—Que humor —se quedó callado por un momento dejando creer a Sirius que esos sería todo, pero James estaba muy preocupado por Regulus, ya, la sutilidad se podía ir a la mierda— ¿Cómo está Regulus?

Sirius se sentó mas rápido de lo que nunca lo habían visto y apuntó a James con su varita solo como amenaza.

—¡No lo sé! ¡¿Qué te importa de todas formas?! Con un carajo, dejame en paz ¡No tengo por que aguantar tu mierda a las cinco de la mañana! ¿Por qué no te duermes de una puta vez? Estoy harto de todo, ha sido un día horrible, mis emociones han ido como un partido de quidditch y no estoy para escuchar nada que salga de tu boca o la de nadie. Me iré a dormir y no quiero escuchar mas mierda ¿haz entendido Potter?

—Pero...

—¡Nada Potter!

Seguido de eso Sirius se tapó hasta la cabeza con su cobija y cerro sus cortinas con la varita, Remus le hizo un gesto a James para que dejara tranquilo a Sirius, y Peter se estaba asustando... ¿Desde cuando esos dos peleaban así?

Remus volvió a Dormir, James se quedó junto a la ventana hasta que salió el sol y salió corriendo de la sala común, Peter no pudo volver a dormir pero fingió que si pensando en ¿qué rayos había pasado con ellos? Últimamente su grupo se estaba desmoronando de a poco... Remus vivía de arriba a bajo sin explicación, un día lo veías sentado en la mesa de Ravenclaw y al siguiente metido en el aula de pociones con el Slytherin de turno. Luego estaba Sirius que había entrado en una faceta depresiva en su opinión claro, pues estaba serio, no hacía bromas, suspiraba y prefería estar solo. James se desaparecía por tanto tiempo que a veces solo lo veía en las clases o a la hora de dormir al final del día. Y si, Peter había comenzado a tener nuevos amigos fuera de los merodeadores pero ésta sensación de ser excluido de nuevo... De que una vez mas lo estaban dejando fuera de algo importante le dolía.