a mitad de la noche

14.9K 1.4K 780
                                    

El dolor era casi insoportable, y la soledad era todavía peor... Emocionalmente se sentía atrapado bajo tierra queriendo gritar pero sin la capacidad para hacerlo, no, no era por la agresión que recibió en el campo de quidditch, era mas bien un todo en general. La vida de Regulus solo era una constante agonía desde la situación que tenía que soportar solo en casa, pasando por su corazón aun tratando de sanar porque Rodolphus Lestrange aceptó sus sentimientos a escondidas de Bellatrix solo para jugar con el y desecharlo como a basura... Y terminando con los estándares imposibles que tenía que cumplir, oh, y no olvidemos a Lucius pisándole los talones para ser un prometido decente.

Estaba ansioso y mas porque no podía salir y sentía que perdía el tiempo, nunca se había permitido estar quieto y relajarse, lo mas cercano que tenía a eso era... Era cuando estaba con James Potter. Ese idiota cuatro ojos amigo de su hermano lo hacía bajar la guardia, sentarse a respirar e incluso olvidar todo a su alrededor, cuando estaban juntos el mundo externo desaparecía. No existía; su horrible familia, ni sus obligaciones, ni sus sueños frustrados, ni la humillación... Solo eran ellos dos contra el mundo, no es que estuviera enamorándose de Potter, pero el Gryffindor era como una batería humana, y a veces Regulus necesitaba energía extra para soportar su vida...

De no ser por lis ventanales y un par de velas la enfermería estaría completamente a oscuras, las sombras en las esquinas era tan escalofriantes como el fantasma de su casa, estaba solo y el viento golpeando contra la ventana sonaba como un lamento.  Todo esto le recordada a estar en su casa y no era la clase de cosa que disfrutaba. Al menos podía estar tranquilo porque estaba en la seguridad de Hogwarts, o eso trataba de recordarse. No era el mejor momento para recordar las cabezas de elfo domestico que su madre tenía como decoración.

No podía dormir, la enfermería podía llegar a ser bastante tétrica, si él fuera el director mandaría a remodelar aquel lugar y pondría estrellas por todas partes, flores que brillarán en la oscuridad, peluches de unicornio. No lo sabía pero definitivamente algo mas agradable, parte de la recuperación de un paciente también es un buen descanso y no se imaginaba a nadie poder lograrlo allí.

Regulus pensaba justo en eso cuando escuchó la puerta abriéndose, desde su posición no vio nada extraño, y la enfermera llevaba un rato fuera, iba a dejarlo pasar cuando sintió algo tomando su mano, gritar fue su primera reacción, pero rápidamente su boca fue tapada y de entre la nada salió James Potter con una sonrisa mientras se quitaba una capa de invisibilidad.

—Solo soy yo Reg, no grites —le quitó la mano y le dio un casto beso—. No podía dormir con la idea de dejarte solo en éste lugar, yo también he estado aquí varias veces y no es bonito.

En otras circunstancias habría arrojado su plan de venganza por la borda y lo hubiera corrido de la enfermería, pero... Justo ahora le venía bien la compañía, además, era fácil acostumbrarse a la presencia de Potter. Se hizo a un lado y dejó que James se acostará con él en ese reducido espacio, incluso se dejó abrazar por la cintura y recargó su cabeza contra el pecho de James, nunca había dormido en la misma cama con otra persona, pero era muy agradable y cálido.

—Eres mi caballero de brillante armadura —Se apretó más contra en gryffindor buscando comodidad—. Estoy tan feliz de que hayas venido.

—¿Dudabas de mi? Yo no te dejaría solo nunca Reg, menos así... Te juro que.... Verte caer es lo peor que me ha pasado hasta hoy, nunca en mi vida me había asustado así, si te pasaba algo... Yo...

—No me pasó nada grave, si no fuera por ese idiota de Ravenclaw, ahora estaría en mi habitación.

—¡Pero pudo pasar! Pude llegar tarde... Pude perderte...

Potter tenía una expresión tan encantadora de intranquilidad que estaba logrando derretir el acorazado corazón del Slytherin. Nunca nadie se había preocupado así por él, Sirius no contaba porque aún le costaba creerle después de abandonarlo a su suerte con sus padres. Levantó la vista encontrándose con los ojos de James, y su corazón comenzó a retumbar con fuerza, y tragó duro.

Una broma pesadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora