Una broma pesada

Los Potter

—¿Esto fue plan de James? Todo esta cosa cosa de querer casarse antes de graduarse de Hogwarts, parece tan absurdo que solo puedo imaginar que vino de él.

—En un principio señora Potter, pero ahora yo también deseo esto, y no quiero esperar, no puedo.

—Te convenció... No quiero como le hizo James para convencer a un Slytherin de aceptar algo así.

—No tengo nada que perder señora Potter.

—Me agradas joven Black, me siento con suerte al saber que James supo elegir bien a su compañero, eres inteligente, astuto y tienes la malicia que a mi atolondrado hijo le falta. Sin lugar a dudas sé que harán una gran pareja y llegaran lejos, pero en el futuro, no ahora. Un joven tan prometedor como tu no debería desperdiciar su vida casándose a una edad tan temprana, aún cuando sientas que ya nada te queda, estoy segura que para ti todavía queda mucho camino por recorrer. Por lo tanto no puedo permitir que la boda que quieren se realice, al menos no antes de que ambos se hayan graduado y sean lo mas cercano a adultos.

—¡Pero mamá!

—James, no insistas, te lo dije antes, haré lo que pueda y los ayudaré, ¿Pero casarse ahora? Eres tonto hijo, no dudo de la madures del joven Black, pero tu nunca la has tenido y espero que desarrolles una antes de ser un hombre casado.

—¡Mamá!

—Es bueno que te hayas enamorado de alguien que podrá ayudarte a crecer, necesitas aprender mucho de la vida aún. Y todavía son  demasiado jóvenes para el matrimonio, deberían aprovechar esta etapa y disfrutar un noviazgo largo, las cosas serias vendrán después. El matrimonio es un compromiso muy serio y dar ese paso demasiado pronto nunca es buena idea.

Llevaban un rato hablando, Pomfrey estaba allí pero haciendo inventario por lo que no les prestaba la mas mínima atención. En cuanto James vio a sus padres les dijo todo lo que había pasado de principio a fin y de sus intenciones de casarse con Regulus lo mas pronto posible, Euphemia le puso el alto en cuanto pudo encontrar un silencio en el monólogo de James.

—No seas hipócrita mamá, tu te casaste a mi edad.

—Es muy diferente James. Lo mío con tu padre fue un matrimonio arreglado por tus abuelos. Tu padre y yo duramos años intentando tolerarnos, no nos tomamos en serio nuestros votos hasta que teníamos cuarenta años, y tu naciste cuando yo tenía cincuenta. Como puedes ver nuestras situaciones son totalmente distintas. Además tu eres un niño impulsivo, tendrías hijos en tu primer año de casado, y de tajo cortarías los sueños de crecer de ambos, así que no, no estoy de acuerdo con que te cases a esta edad.

—Creí que me apoyarías...

—Lo hago, juro que lo hago, y por eso no voy a dejar que hagas nada estúpido.

—Nunca me detuviste antes.

—Y asumo la responsabilidad de ese error. Te apoyo, haré lo necesario para que puedas ser feliz con tu novio, porque te amo y me importa que así sea como no tienes idea, y porque los apoyo es que les tendré que pedir que sean pacientes por lo menos hasta acabar el colegio, les doy mi palabra de que usaré todo mi poder para derribar lo que se oponga a que ustedes estén juntos, porque no me engañan, quieren hacerlo rápido porque les da miedo ser separados, pero ni yo ni Fleamont permitiremos que suceda.

James se dejó caer sobre la almohada con fastidio, no tenía fuerzas para discutir, se le habían acabado después de lo de Sirius, tampoco se sentía bien físicamente, las quemaduras sanaban de un forma que escocía y dolía como si le arrojaran ácido directo a la piel, la única razón por la que no gritaba y lloraba era para no hacer sentir peor a Regulus, sabía que su adorable Reg se sentiría culpable si se daba cuenta. Apretó la mano de Regulus y le dio una simple mirada como suplica para que tomara el relevo de la charla.