Justin se encontraba en la planta baja de la casa, tenía una taza de té entre sus manos, sus pensamientos los acaparaba por completo un rostro risueño, que siempre lo había cautivado. Esa sonrisa tan pura y tan sincera lo acompañaba con frecuencia, sobre todo cuando se sentía cansado y estresado, lo único que lo tranquilizaba era obligarse a pensar en esa hermosa enfermera que ahora tenía el placer de tener casi para él solo, la había visto en algunas ocaciones en los centros que visitaba, y desde el primer momento en que sus ojos se posaron en ella, había quedado cautivado.
Nunca espero que sería ella a quien asignaran para que se encargara de atender a Laura, cuando solicitó a una enfermera, pero lo agradecía con todo su corazón.
_Doctor. - escucho su dulce voz, desde la parte alta de las escaleras. _ya despertó
Sin dudarlo se puso de pie y se encamino hacia ella.
_Se encuentra algo asustada, no quiere abrir los ojos, porque teme haber perdido la visión.
_No te preocupes. - le sonrió. _yo le explico.
Cuando entraron a la habitación, en efecto, Laura permanecía con los ojos cerrados, parecía una niña asustada e indefensa.
Se acercó a ella.
_Laura, e médico está aquí. - le informó Gloria, con voz tranquilizadora.
Ella se sobresalto y se abrazo a sus piernas atemorizada.
_Soy Justin. - se acercó él, tratando de no asustarla más. _estuve aquí ayer, ¿lo recuerdas?
Ella asintió al reconocer su voz, al menos no era Alfonso, ese hombre no había vuelto a acercarse a ella y esperaba que nunca lo hiciera, pero era mucho pedir.
_Laura, voy a revisarte. - dijo él más cerca de ella, necesito tomarte la presión y la temperatura, pero antes quiero que intentes abrir tus ojos.
El vio la angustia dibujada en su rostro.
_Te aseguro que todo va, a estar bien, es probable que al principio veas un poco borroso, pero es normal en estos casos.
_Inténtalo. - la animó Gloria.
Ella vaciló, pero inmediatamente se armó de valor, tenía que intentarlo, no era ninguna cobarde, había pasado por tantas cosas y ahora se resistía por algo que ni siquiera estaba segura de que iba a pasar, su vista estaba bien, seguro de que estaba bien. Abrió sus ojos con lentitud.
La luz se fue filtrando a través de sus grandes y espesas pestañas, miro a su alrededor, ciertamente su vista era sumamente borrosa, no lograba ver al detalle las cosas, había podido distinguir dos figuras humanas cerca de ella, sin duda el doctor Justin y Gloria la amable mujer que la había estado ayudando.
_Todo está bien, escucho la voz del médico y observo su figura borrosa inclinarse hacia ella, con cuidado revisó sus ojos, ella no pudo evitar parpadear en varias ocaciones, como si eso pudiera ayudarle a aclarar su visión, para su sorpresa si que lo hizo, su visión fue más clara, pero aún no lo suficiente.
_Si aún no puedes ver bien. - volvió a tomar la palabra el médico. _es normal, en unos minutos o quizás horas tus ojos van a ir recobrando su función. No te alarme si no sucede pronto.
Ella asintió cerrando los ojos de nuevo, era incomodo tenerlos abiertos sin poder distinguir casi nada.
Justin se dedico a revisar su estado, con la asistencia de Gloria, habían pasado unos pocos minutos cuando un pequeño grito ahogado salió de la garganta de Laura, Justin sintió como su pulso se aceleró, ya que en ese momento se lo tomaba y como su cuerpo se estremecía, Gloria también reparó en su extraña actitud y ambos dirigieron su rostro hacia donde se dirigía la mirada de Laura.

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PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceLaura trabaja para una empresa muy importante, sin duda ha triunfado en la vida, a pesar de provenir de un poblado en la Sierra, en donde lo único que progresa es el narcotráfico y los grupos del crimen organizado. Huyendo de todo eso consiguió marc...