Alfonso había llegado a la nueva casa a donde habían trasladado a Laura.
Estaba furioso, eran unos ineptos que no sabían obedecer sus ordenes, todo este tiempo había hecho todo lo posible por mantener a Laura bonita y presentable, pero había llegado y la había encontrado hecha un asco, esos inútiles habían ido a aventarla a ese asqueroso lugar, lleno de basura y suciedad, ella misma estaba en medio de su propio vómito, pálida y desencajada, parecía un muerto viviente y olía terrible, estaba furioso y más porque ya no había tiempo para hacer lo que quería con ella, a menos de que la volvieran a mover de lugar, por un momento dudo pero había esperado tanto tiempo por esto que no iba a perder su oportunidad.
Con asco la tomo del brazo y la puso de pie, ella apenas si fue capaz de sostenerse, estaba a punto de perder el sentido, pero a él no le importó.
_ ¿Que se siente estar a unas horas de morir. - dijo con burla.
Ella sintió como el cañón de su arma se pegaba a su cien, ya no tenía miedo, quería que disparara y esto terminara de una vez por todas.
_No creas que esto ha terminado. - dijo con voz ronca, me debes una y me la tengo que cobrar, solo es cuestión de unas cuantas horas más y después desaparecerás de este mundo... Para siempre. - río alejándose de ella.
Escuchó como salio dando un portazo, y también escuchó como hecho una furia empezó a dar órdenes de que se la llevaran de ahí y empezó a golpear a todo el que estuviera a su alcance tratándolos de inútiles e ineptos.
Ella pensó que se la llevarían de inmediato, pero no fue así. Pasaron varios minutos cuando volvió a escuchar alboroto afuera de la casa, ella se había dejado caer de nuevo en el piso, no quería ni tocar ese sucio colchón y no tenía fuerzas suficientes para alejarse más, solo se dejó caer en el lugar en donde Alfonso la había dejado, solo esperando a que regresaran por ella.
Escuchó disparos y gritos afuera, no le sorprendió, ya le había tocado escuchar peleas entre ellos mismos, probablemente era una más.
De pronto escuchó como la puerta se abría de golpe y entre gritos e insultos era levantada una vez más con brusquedad, urguiéndola a caminar, ella se movió lo más rápido que pudo, pero no fue suficiente para su captor que la empujó con violencia hacia afuera de la casa, ella trastabillo y sin poder meter las manos fue a dar con su rostro en el piso de tierra.
Sin poder hacer nada se quedó inmóvil, ahí, esperando más gritos y jalones. Por unos segundos perdió la conciencia, pero volvió en si, seguía escuchando gritos maldiciones y disparos, sintió que alguien la levantaba del piso y avanzaba con ella en brazos, luego era introducida nuevamente a una camioneta, que se puso en marcha al nada más entrar.
Estaba exhausta, sus fuerzas ya no daban para más, el dolor era insoportable y sin pensarlo se dejó vencer por la inconsciencia.
*****
Laura despertó, aún sentía el movimiento de la camioneta, intentó moverse pero unos brazos se lo impidieron._Shhh. Tranquila. - escucho una voz de hombre. _todo va a estar bien.
Incapaz de mantenerse despierta volvió a perder la conciencia, no sin antes pensar que quizás había sido rescatada, pero se valía soñar.
Volvió en sí cuando la camioneta en que era transportada dejó de moverse había llegado a su destino o mejor dicho a su infierno, seguramente Alfonso ya la esperaba ahí, se lo había dicho antes de salir y dejarla sola.
Sintió como alguien la cargaba, no opuso resistencia, no tenía fuerzas suficientes para luchar y de nada le valdría hacerlo.
Escuchaba más voces a su alrededor, pero no entendía, su cabeza estaba mareada y sentía ganas de vomitar. Lo único que alcanzó a escuchar del hombre que la cargaba fue.
_Lo prometido... Es toda tuya.
Luego sintió como la cambiaban de brazos. El sentir los brazos del otro hombre y escuchar su voz la hicieron reaccionar.
_Me haré cargo. - dijo el hombre que la recibió. _gracias.
Ella se puso tensa por un momento había pensado que quizás hubiese sido rescatada pero nada más lejos de la realidad, esa voz, esa odiosa voz, la reconocería en donde fuera, lo único que habían hecho era entregarla en los brazos de Alfonso de nuevo y esta vez si, no tenía escapatoria, aterrada empezó a gritar y a moverse intentando deshacerse de esos brazos, fue en ese momento que se dio cuenta de que la cinta que cubría su boca había sido quitada y las ataduras de sus manos y pies habían sido quitadas, lo único que permanecía en su lugar era la venda de sus ojos.
_Tranquilízate, escucho su voz. _ya todo está bien.
El luchaba porque ella no cayera de sus brazos, por lo que la puso de pie pero ella no fue capaz de sostenerse por si sola, angustiada tuvo que permitir que el la siguiera sosteniendo.
_Conmigo estas a salvo. - volvió a escuchar su voz. - pero ella solo volvió a recordar las palabras de él diciéndole todo lo que haría con ella y las náuseas volvieron, de nuevo fue incapaz de contenerse, para su sorpresa Alfonso no se apartó de ella, siguió sosteniéndola, empezó a dar órdenes y sintió como de nuevo la tomaba entre sus brazos y la conducía hacia otro lugar, al parecer a una recamara.
Escuchó la voz de una mujer que se acerco a ellos.
_Es imposible que se sostenga de pie. - dijo ella. Y no voy a poder sola, va a tener que ayudarme usted. - se dirigía a Alfonso.
_¡Maldición! - escuchó que exclamó él. _ ¿seguro no hay otra alternativa?
_Vea como está, no podemos dejarla así, antes de que la revisen debemos de limpiarla un poco.
Ella se estremeció. ¿De qué estaban hablando? ¿Que le querían hacer? Estaba aterrada pero no tenía fuerzas para defenderse o intentar huir ahora que no estaba atada. Sin poder evitarlo sintió como la mujer la desnudaba mientras Alfonso la sostenía, lo raro es que el no decía nada y no intentaba aprovecharse de su situación.
Sintió con agradecimiento como el agua tibia resbalaba por su adolorido cuerpo, sentía las manos fuertes de él sosteniéndola, había entrado con ella a la ducha y sentía también las manos de ella enjabonandola y quitando toda suciedad de su cuerpo en lugar de enojarse se sentía agradecida, aunque le durara poco el gusto, sabia porque él quería que estuviera limpia y presentable. No pudo evitar un sollozo, las lágrimas asomaron a sus ojos que aún no eran liberados de esa horrible venda.
Por un momento deseó que eso nunca terminara, pero sintió cuando el agua dejó de correr por su cuerpo y cuando esa mujer con delicadeza la secó mientras él la seguía sosteniendo, luego sintió como deslizaba por su cuerpo una bata tan suave que deseaba no quitársela nunca, era una caricia para su maltrecho cuerpo.
Después de eso él la tomó de nuevo en sus brazos y con delicadeza la depositó sobre una cómoda cama. No lo podía creer, que su cuerpo volviera a tocar una cama de verdad y no ese asqueroso colchón en el piso.
_Por favor ve por Justin dijo él.
La mujer salió.
Laura se tenso, ¿quién era Justin? ¿Qué iban a hacer con ella? ¿Qué estaba tramando Alfonso? Se estaba comportando tan diferente que parecía otra persona, pero era él, era su voz, él había pedido que la llevarán ahí y que la tuvieran lista, ella lo había escuchado cuando estaba gritando a sus hombres.
Después de unos minutos escuchó la puerta abrirse.
Sintió como una persona se acercaba a su lado junto a la cama.
ESTÁS LEYENDO
PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomansLaura trabaja para una empresa muy importante, sin duda ha triunfado en la vida, a pesar de provenir de un poblado en la Sierra, en donde lo único que progresa es el narcotráfico y los grupos del crimen organizado. Huyendo de todo eso consiguió marc...