CAPÍTULO 13 NO TIENES QUE REGRESAR

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Damián la miró embelesado, mientras ella se llevaba un bocado de su desayuno a la boca, ajena al escrutinio de que era objeto.

El la observo por enésima vez, no podía dejar de mirarla, la recordaba de las pocas ocaciones en que habían coincidido y si en aquella época le pareció que era hermosa, ahora no tenía comparación, no sólo era su físico, sus hermosos ojos azules, su maravilloso cabello castaño, su cuerpo bien formado, no, no sólo era eso, era ella, su esencia, su mirada limpia y transparente, su timidez, su sencillez, esa expresión de desamparo, que le invitaba a querer protegerla de quien quiera que quisiera hacerle daño.

El la observo por enésima vez, no podía dejar de mirarla, la recordaba de las pocas ocaciones en que habían coincidido y si en aquella época le pareció que era hermosa, ahora no tenía comparación, no sólo era su físico, sus hermosos ojos azules, s...

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Ella permanecía concentrada tomando su desayuno en la terraza, observando el maravilloso paisaje que se extendía ante sus ojos, de pronto volvió su vista hacia él y se dio cuenta de su escrutinio. Nerviosa dejó su tenedor sobre la mesa.

El sonrió al verla turbada.

_ ¿Te sientes a gusto aquí? - inquirió

_Es muy hermoso. - dijo con timidez. _pero desearía estar en mi casa, sin que esto hubiese pasado.

_ ¿Quieres regresar?

Ella dudo, si, deseaba regresar, pero deseaba que fuera como antes como cuando vivían sus tíos o incluso como después de que murieron, pero ella sola en la casa que le dejaron, no con su hermana y su familia ahí, no quería regresar mientras ellos permanecieran en ese lugar, no quería volver a enfrentarse a su cuñado nunca más.

_No te preocupes. - se apresuró a aclarar ante la indecisión de ella. _no tienes que regresar. De hecho, necesitaba hablar acerca de esto contigo. Roberth, la persona que planeo y ejecutó tu rescate cree que deberías quedarte aquí por algún tiempo. Los hombres que te tenían secuestrada murieron, pero creemos que aún queda el jefe de ellos y mientras no sepamos de quien se trata y lo atrapemos, no sería muy seguro que regresaras.

Ella lo miraba muy atenta, ¿de verdad no sabía que era su propio hermano el que estaba detrás de todo esto? ¿De verdad no estaba de acuerdo con él?

_Tu hermana ha estado muy preocupada por ti. - continuó. Ella abrió muy grandes sus ojos, no sabía que ellos hubiesen estado en contacto. _ella me contactó pidiendo ayuda. - aclaró. _puedes hablarle y decirle la verdad, que escapaste de tus secuestradores y que estás bien y que estás escondida, sin revelar tu ubicación o bien, puedes hacerle creer que sigues en manos de ellos y que te permitieron comunicarte con ella, solo para asegurarle que estas bien y ella pueda estar más tranquila.

_ ¿Crees que ella creerá eso?

_Podemos intentarlo, hay personas que permanecen en cautiverio durante meses, incluso años, podemos hacerle pensar que ese es tu caso, haciéndole llamadas esporádicas en donde le asegures que estás bien y con vida, alguien de confianza puede hacerse pasar por uno de tus secuestradores y hacer las llamadas necesarias exigiendo el pago del rescate para hacerlo más creíble. En cuanto todo se solucione regresas a tu casa.

Ella guardó silencio, no podía decirle que quizás eso no se solucionaría nunca, porque quien estaba detrás de todo eso era su hermano y creía que cuando lo supiera no sería capaz de enfrentarlo y hacerle pagar por lo que había hecho, después de todo su familia era una familia de criminales, seguramente se tapaban unos a otros sus fechorías.

_ ¿Puedo pensarlo? - lo miró interrogante. Sus opciones eran nulas, en su situación ninguna era viable, pero tenía que escoger la que le proporcionará más tiempo para pensar cual sería su siguiente paso, lo más probable era que tuviera que salir huyendo de ahí y esconderse de esa familia de delincuentes, incluyéndolo a él, le era imposible confiar al cien por ciento.

_Por supuesto. - contestó a su pregunta. _puedes tomarte el tiempo que sea necesario, incluso si tienes algún lugar al que desees ir para esconderte solo dilo, no te dejaré sola. - aseguró mirándola a los ojos.

Un escalofrío recorrió su cuerpo, se veía tan sincero, pero era uno más de la familia Moran, no podía confiar que no fuera como sus hermanos y su padre.

*****
_ Damián. Lamento decirte que estamos detenidos, no hay elementos con los cuales poder continuar con la investigación. Ella. - dijo refiriéndose a Laura. _no aporta nada nuevo, nada útil, no le vio el rostro a ninguno de sus secuestradores, así como tampoco reconoció la voz de ninguno, lo que hecha por tierra nuestra hipótesis de que cuando menos había alguien que la conocía.

_ ¿Eso significa que se retiran? - interrogó.

_Ya no queda nada por hacer. - lo miró. _a menos de que el autor intelectual hiciera algún movimiento, pero no lo ha hecho y dudo que lo haga, al menos hasta que se calmen un poco las cosas. Aunque yo estoy convencido de que se trata de alguien cercano.

_Puedes estar equivocado.

_Lo se. - aceptó. _pero algo me dice que no lo estoy y te aseguro que vamos a estar al pendiente y cuando ese infeliz de un paso en falso, ahí vamos a estar, lo juro. - dijo con determinación.

Damián le creyó, sabia que Roberth era un hombre persistente, con mucha experiencia y con un gran sentido común, si el pensaba de esa forma sabia que era probable que no se equivocara.

_Por cierto este fin de semana tengo una cita con tu hermano, mi jefe tiene unos asuntos que tratar con él y estaré en su rancho. Espero que ya hayas hablado con él acerca de ésto. - lo miró sabiendo cual sería su respuesta.

_No... No he hablado aún.

_ ¿Entiendes que no podemos seguir ocultándoselo? ¿Verdad? No quiero problemas con el, y tampoco Gustavo.

_Lo entiendo y no te preocupes, te prometo que antes de que termine la semana le habré informado del asunto

Roberth asintió satisfecho, Damián era muy parecido a su hermano, ambos eran hombres de palabra y sabia que lo haría, no los haría, quedar mal con Santiago.

*****
La semana estaba pasando con demasiada rapidez, ya era miércoles y entre su trabajo y el estar pendiente de Laura, el tiempo se le iba como el agua.

También había tenido una reunión con Lidia, mientras Laura, se decidía sobre que decisión tomar el movía sus propias cartas.

Le había preguntado a Lidia si los secuestradores se habían comunicado de nuevo con ella, sabiendo que no lo harían, y le había dejado claro que tenía la cantidad total de lo que habían solicitado, con esto estaba buscando obligarlos a moverse para poder descubrirlos. Si realmente había alguien de su entorno inmiscuido, tendrían que enterarse y buscar obtener la gran cantidad de dinero que él estaba dispuesto a perder si algo llegara a salir mal.

Las cartas ya estaban puestas sobre la mesa. Ahora solo le quedaba esperar y pedirle a Roberth que él y su equipo estuvieran alertas.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora