CAPÍTULO 30 PRESENTACION

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Parado frente a ella se encontraba Damián.

Sin pensarlo se acercó a él y lo abrazó. Lo había extrañado tanto.

El correspondió a su abrazo, aspiró su aroma al tenerla tan cerca, se había acostumbrado tanto a ella que esos días sin verla habían sido eternos para él.

Había llegado esa mañana, después de pasar por su departamento y ducharse, había decidido ir a su oficina, una vez ahí no había podido concentrarse, necesitaba ver primero a Laura y se dirigió hacia su oficina, no pretendía acercarse a ella, se suponía que no se conocían, sólo quería mirarla de lejos, pero al estar ahí había sido testigo de la actitud de Jessica con ella, le llamó la atención que inmediatamente salir de la oficina de Laura ella saliera de su área de trabajo y tomara el elevador, se fijó a que piso se dirigía e hizo lo mismo en el siguiente elevador, que llegó casi al mismo tiempo que el de ella, al salir de éste alcanzó a ver como entraba al despacho del licenciado Hernández. Ella no tenía nada que hacer ahí con uno de los ejecutivos de más alto nivel, no quería pensar mal pero no había otra explicación.

Molesto se dirigió de nuevo al piso de Laura, la observó por unos momentos y se marchó.

Ya en su oficina tomó el teléfono y marcó la clave de la secretaria del licenciado Hernández.

_ Habla el licenciado Moran. - dijo con voz firme.

_ ¿Señor? - se escuchó la voz nerviosa de la secretaria. ¿En qué puedo ayudarle? - había palidecido, en todos sus años de trabajo ahí, jamás el presidente de la compañía había hablado personalmente con ella ni con nadie, todo se hacía a través de su secretaria o de sus asistentes.

_ Primero que nada quiero discreción. - pidió él. _y necesito que si su jefe manda llamar a la Licenciada Laura Domínguez a su despacho me lo haga saber de inmediato, aun antes de mandarla llamar a ella. ¿De acuerdo?

_Sí señor. - asintió ella. _le avisare si eso sucede.

Claro que sucedería. Pensó él, si su instinto no lo engañaba eso sería precisamente lo que el licenciado Hernández haría. El sólo esperaría.

Y por supuesto la llamada no tardó mucho. Le pidió a la secretaria que cuando Laura llegara y la hiciera pasar no cerrara del todo la puerta y que ella se tomara un descanso de diez minutos.

Cuando llegó a la oficina del licenciado Hernández agradeció que ella hubiese cumplido sus órdenes, luego le daría una compensación por su ayuda.

El que la puerta estuviese, entreabierta le permitió escuchar la conversación del licenciado con Laura, nunca pensó rebajarse a estar escuchando a través de una puerta una conversación ajena, pero esto le interesaba demasiado, sobre todo porque se trataba de ella y no deseaba ver que nadie la lastimara, así que, si, se rebajaba a hacer eso y más si pudiera.

Después regresó a su oficina. Sabía lo que tenía que hacer.

Marco a su secretaria.

_ Sofía, que preparen para mañana el salón de conferencias. Y por favor envía una convocatoria a nivel gerencia para que estén presentes e informa a cada jefe de proyecto de que mañana deseo ver y escuchar sus avances.

La tarde transcurrió muy atareada, realizó la mayoría de los pendientes atrasados, esperaría la hora de salida y se marcharía después de que Laura lo hiciera. Después de todo ella no sabía de su regreso, la vería en su departamento, con suerte aceptara quedarse esa noche ahí y no pretendiera regresar al rancho.

Cuando entendió que ella no se retiraría pronto de la oficina, decidió acompañarla, después de todo ya habían pasado más de dos horas de su horario de salida y nadie se encontraba ya trabajando.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora