Hacia solo dos días que Laura estaba con su hermana en el centro para mujeres maltratadas, físicamente se sentía mejor, pero no podía dejar de pensar en Damián, en primer lugar, la había dejado ir tan fácilmente, luego no la había buscado, ella había intentado comunicarse con él, solo para preguntar como estaba, pero no había contestado sus llamadas y ahora la mandaba al buzón directamente. Se sintió triste y decepcionada, en realidad su amor no había sido tal, al grado de que ni siquiera le interesara saber acerca de su salud, después de lo que había pasado.
Se había prometido no llorar ni buscarlo más, pero le era imposible, tanto así, que a pesar del temor que la invadía de sólo pensar salir y andar por la ciudad, se había aventurado a ir a su departamento, tenía que verlo y que él le dijera a la cara que ya no quería nada con ella, solo así podría empezar a tratar de olvidarlo.
Cuando llegó abrió la puerta con la tarjeta electrónica que el mismo le había dado cuando vivió ahí, aun no se la había entregado.
En el interior se dio cuenta de que él no se encontraba, quizás se había marchado de la ciudad y ni siquiera se había despedido. Ese era otro golpe para ella, sin pensarlo y con los ojos anegados de lágrimas se dirigió hacia la recamara que había ocupado. Todo estaba intacto, con rapidez hecho sus pocas pertenencias en una maleta y salió del lugar. Después le haría llegar la tarjeta electrónica.
*****
Cuatro días después de ser internado Damián era dado de alta. Santiago que había permanecido a su lado durante ese tiempo, lo había dejado instalado en su departamento y se había marchado.Ahora estaba ahí, en ese lujoso lugar, solo, mirando a su alrededor, rodeado de lujo y tecnología de punta. Nunca le había parecido tan frío e impersonal como ahora. Y nunca se había sentido tan solo y vacío, al menos había un lugar en donde se respiraba calor, amor, vitalidad. Se dirigió hacia la recamara de Laura. Cuando entró se veía tan vacía y apagada como el resto del departamento, sus cosas ya no estaban, su última esperanza se había ido. Se aferró a la chapa de la puerta para no caer, las fuerzas aún le fallaban, ¿en qué momento las cosas habían cambiado tanto? Pasó de tenerlo todo a no tener nada en un abrir y cerrar de ojos, ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. Por primera vez se sentía perdido.
Regresó a la sala y se dejó caer pesadamente en uno de los sillones, siempre se había sentido feliz y a gusto de estar solo, de su independencia, pero ahora era una soledad tan fría, que atenazaba su corazón, y por primera vez en tantos años se derrumbó.
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Los días, se sucedieron con demasiada rapidez, hacia dos semanas de que Laura llegara a ese lugar y agradecía la hospitalidad, tanto para ella como para su hermana, pero ya era hora de ir pensando que hacer, a donde ir. Tanto Laura como Lidia estaban renuentes a regresar a la casa de Laura, les era doloroso estar ahí después de todo lo ocurrido, eran demasiados los malos recuerdos, sobre todo para Lidia, pero por lo pronto tendrían que regresar quisieran o no, no tenían a donde más ir, ambas estaban pensando en buscar un empleo, aunque Lidia no sabía de qué, nunca en su vida había trabajado y ahora sentía pánico de hacerlo, en cambio Laura, no tenía temor, no le asustaba tener que volver a empezar, lamentaba tanto haber tenido que dejar el excelente trabajo que tenía, pero si Damián no la quería en su vida, seguramente tampoco la hubiera querido en su empresa, la prueba era que no la había vuelto a buscar, ni siquiera para reclamarle que hubiese dejado tirado el trabajo, el proyecto por el que tanto había luchado.Por momentos había estado a punto de sucumbir a la depresión, pero ella era una luchadora, no se dejaría vencer, sobre todo porque estaba su hermana, tenía que ser fuerte por ella, y por ella no se permitía derrumbarse, aunque estuviera destrozada por dentro.
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Lidia estaba sentada en una de las bancas del hermoso y amplio jardín que circundaba las instalaciones.Se encontraba absorta en sus pensamientos, estaba preocupada por su hermana, aunque ella no lo decía, sabía que sufría por la indiferencia de Damián, en varias ocasiones había estado tentada de ir a buscarlo y traerlo a la fuerza si era necesario, quería volver a ver a su hermana sonreír.

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PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceLaura trabaja para una empresa muy importante, sin duda ha triunfado en la vida, a pesar de provenir de un poblado en la Sierra, en donde lo único que progresa es el narcotráfico y los grupos del crimen organizado. Huyendo de todo eso consiguió marc...