Alfonso deseaba gritar, aventar y quebrar cosas para sacar la furia que lo invadía, estaba en la sala solo, su esposa hacía rato se había marchado a su habitación, ella estaba feliz, su hermana había escapado de sus captores y estaba escondida sabrá Dios donde, eso le había dicho Lidia, el fingió alegría delante de ella, pero ahora en su soledad no dejaba de maldecir.
Tenía que encontrarla a como diera lugar, no podía arriesgarse a que hablara con Lidia y lo descubriera, aunque creía haberla atemorizado lo suficiente como para asegurar su silencio, aun así, no estaría tranquilo hasta tenerla en sus manos, cobrarse las que le debía y luego deshacerse de ella. Pero ¿en dónde empezar a buscar? Tendría que valerse de su esposa para dar con su paradero y estaba seguro de que lo lograría.
También estaba furioso porque sus planes se estaban atrasando, quería empezar a buscar a Damián y convencerlo de que había cambiado para ganarse su confianza y poder llevar a cabo su plan, pero resulta que Damián estaba fuera de la ciudad. Todo se ponía en su contra y el tiempo corría, no podía salirle a Rigoberto Salas conque no podía cumplir su palabra, lo haría y lo haría pronto, se valdría del asunto de Laura para acercarse a Damián.
*****
_ ¿Hola?Damián escuchó la voz soñolienta de Laura.
_ Disculpa, la llamada tan tarde. - dijo él. _no pude desocuparme más temprano y necesitaba saber que te encuentras bien. Lamento haber interrumpido tu sueño.
_ No te preocupes. - sonrió para sí misma, le parecía tierna su preocupación, aunque en realidad llegando de la oficina se había ido directamente a la cama, ella también estaba agotada por el trabajo, tanto que no le había importado acostarse sin cenar. Las cosas seguían difíciles en la oficina y tenía que esforzarse el doble para demostrarles a todos que merecía su puesto, a la mayoría ya les había cerrado la boca con su eficiencia, pero no faltaba el grupito de amigas de alguien, que se encontraba muy ofendida, porque juraba que ella merecía el puesto, su nombre era Jessica, una ejecutiva despampanante, que desde el primer día la miró con desdén y quien sistemáticamente se dedicó a degradar su trabajo cada vez que podía.
_ ¿cómo va todo por allá? - preguntó él. _ ¿necesitas, algo?
_ Todo bien. - mintió, no podía y no quería contarle sus problemas en la oficina y en cuanto a lo demás todo bien, al fin había aceptado quedarse en su departamento, y después de sobreponerse al impacto que le causó ver la elegancia, el refinamiento y el buen gusto que imperaban, se estaba adaptando de maravilla, tanto que lo iba a echar de menos cuando se marchará.
_ Espero que estés cómoda. - se escuchó su voz cansada.
Ella sonrió ¿de verdad preguntaba eso? ¿Quién podría sentirse incomodo en semejante departamento? Ni siquiera tenía que mover un dedo, había quien limpiará, quien cocinara, incluso quien hiciera las compras. Por un momento pensó que se había equivocado al llegar a ese lugar, porque no conocía al hombre que vivía ahí, ella conocía a un hombre sencillo, que se ensuciaba las manos en el campo, que le gustaba lo simple, que disfrutaba de su compañía. La asustaba esta otra faceta de Damián, el hombre sofisticado, de mundo, importante, poderoso en los negocios. Por más que buscaba no encontraba relación entre uno y otro, sin embargo, el Damián que había conocido le gustaba y mucho, el amable, el protector, el paciente, ¿cómo sería el verdadero? - se preguntó una vez más.
_ ¿Quién no se va a sentir cómodo en tu departamento? - contestó por fin. _es hermoso.
_ Cualquier cosa, que necesites solo dímelo. - escuchó su voz del otro lado. Como lo extrañaba.
_ Gracias, pero creo que no necesito nada. Al parecer tú lo tienes todo.
Por un momento su corazón dio un brinco, deseaba que su comentario se refiriera a él y no a su departamento, deseaba tanto agradarle, como no lo había deseado de ninguna otra mujer, se estaba obsesionado con ella y no lo podía permitir, aunque viéndolo bien, ya lo estaba permitiendo, ¿qué hacía llamándola a esas horas de la noche?
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PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomanceLaura trabaja para una empresa muy importante, sin duda ha triunfado en la vida, a pesar de provenir de un poblado en la Sierra, en donde lo único que progresa es el narcotráfico y los grupos del crimen organizado. Huyendo de todo eso consiguió marc...