CAPÍTULO 62 ¿QUE NOS PASA?

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Damián la observó, se veía tan vulnerable, estaba nerviosa y no sabía por qué. Se acercó a ella, pero de inmediato se puso de pie a la defensiva.

_ Damián. - dijo con nerviosismo. _no tienes que seguir con esto. Lo del compromiso. - aclaró al ver su rostro confundido. _yo entiendo. - su voz se quebró. _de verdad lo entiendo, cuando lo propusiste, quizás no lo habías pensado bien, fue la emoción del momento, y luego lo que sucedió después, el secuestro, lo que esa gente me hizo... - sus ojos se cristalizaron. _sé, que piensas que ya no soy digna de ti... y de nada valdría que te dijera, que ellos no tuvieron la oportunidad de llegar a abusar de mí, porque no me creerías. Por eso no lo voy a hacer y lo que si voy a hacer es devolverte tu palabra, no quiero que te sientas comprometido, además yo...

_ ¡Basta! - exclamó aturdido por todo lo que oía. ¿Cómo te atreves a decir semejante estupidez? - la tomó de los hombros. Sus ojos se habían oscurecido, su mirada era dura. ¿Qué clase de bastado crees que soy?, no lo hicieron y si lo hubieran hecho, no te dejaría, jamás lo haría. - la abrazo con fuerza. ¿Cómo puedes pensar siquiera eso?

_ Tu... Te alejaste... - logro decir entre sollozos. _ no quisiste saber nada de mi después de que nos liberaron.

_ Tienes razón. Lo hice. Fui un estúpido, pero nunca pensé en dejarte y menos por esa causa. Eres tú quien no quiere saber nada de mí, se separó de ella, eres tu quien no deja de hacerme semejante a mi hermano, a mi familia, quien cree que no soy digno de ti porque nunca voy a poder desligarme de lo que mi familia fue, y tienes razón, es verdad, pero fui tan estúpido, que por un momento pensé... Supuse... Que tendría una oportunidad y fui egoísta y te arrastré a cosas que no tenías por qué haber pasado tan solo por relacionarte conmigo. Te entiendo... Si... Te entiendo más de lo que crees, solo que... quise soñar.

_ No... No es así. - se acercó de nuevo a él. Hace mucho que comprendí que no eres como ellos, que tú y Santiago no son como ellos. Lo sé. - sollozo. _dejaste a tu familia, te alejaste para no ser igual, pero sus consecuencias te alcanzan a ti y sí, te culpé al principio, pero ahora lo entiendo. Perdóname.

_ Laura. - la abrazo. ¿Qué nos pasa? Yo te quiero, no quiero perderte. Te amo. - la beso con ternura. _me aleje porque temía hacerte daño, no quería, arrastrarte a nuestro mundo porque por más que quiera desligarme de él, no puedo, no voy a alejarme de mi hermano y eso implica peligro para mí y para quien me rodee y no quiero que nada malo te suceda. ¿Me comprendes? - la beso con desesperación, como si fuera la última vez y eso la asusto, él se estaba despidiendo. _dime que me comprendes.

_ Si. - dijo ella. - pero no me dejes. - suplicó. _no sabría vivir sin ti... Ya no.

_ No quiero hacerte daño. - susurró en su oído sin aflojar su abrazo. _no soportaría que salieras lastimada por mi causa.

_ Quiero correr el riesgo. - dijo ella. _por favor no me dejes. Te amo. - rodeó su cuello con sus brazos. _te amo. - busco sus labios y lo beso.

_ Serías parte de la familia Moran. - dijo. _ ¿Podrías vivir con eso? - sonrió.

Ella lo miró con esperanza.

_ Estoy dispuesta a convertirme en una de ustedes. - correspondió a, su sonrisa. Tendré que vivir con ello. - bromeó escondiendo su rostro en su pecho.

Él lo levantó con ternura y sello su amor con un apasionado beso.

_ Entonces ¿te casaras conmigo? -Dijo una vez que se separaron

_ Si... Si. - repitió eufórica. _me casare contigo, seré la señora Moran y te daré muchos hijos.

Él sonrió y la volvió a besar. Esperaba que de verdad cumpliera sus promesas, si no él se encargaría de que así fuera.

*****
Lidia terminó de recoger las pocas cosas que quería llevar y acomodó su maleta junto con la que había preparado con las cosas que Laura le pidió.

Esa tarde había recibido una llamada de Damián, informándole que Laura estaba con él y que ambas se iban a mudar a su departamento, luego le había pasado el teléfono a Laura, quien le había dado más detalles y le había pedido hacer su maleta, así que ahí estaba ahora esperando a que fueran por ella.

Había transcurrido media hora cuando escucho un auto estacionarse enfrente de la casa, no sabía a qué horas irían porque no se lo habían dicho, pero ella estaba dispuesta a esperar toda la tarde si era necesario.

Cuando se escuchó el timbre de la puerta, ella tomó las dos maletas, las acerco a la salida y abrió.

_ ¿Te vas de viaje? - interrogó Roberth sorprendido

Lidia lo miró cuan alto era, se veía más atractivo que nunca y esa seguridad que emanaba de él, que la hacía sentirse segura.

_ Por favor, pasa. - se movió de la puerta para que él pudiera entrar. _ y no, no me voy de viaje, pero sí de esta casa.

El levantó la ceja, inquisitivo.

_ Laura se mudará al departamento de Damián. - lo guió hasta la sala indicándole que tomara asiento. _y quieren que yo también lo haga.

_ ¿Y lo harás?

_ No quiero quedarme sola en este lugar. - se acomodó en el sillón frente a él.

_ Aún sigue en pie mi propuesta. - dijo mirándola con la esperanza de que lo aceptará ahora que su hermana no podía ser un pretexto.

_ Necesito pensarlo. - bajo la mirada. Deseaba hacerlo, pero sabía que no iba a ser fácil, Roberth era un hombre muy agradable, soltero y muy atractivo y ejercía una gran atracción sobre ella, y no estaba preparada para luchar contra eso, acababa de quedar viuda, y aunque su esposo hubiera resultado ser un monstruo, le había dado mucho amor y ella lo había amado de verdad.

_ No necesitas hacerlo. - se acercó a ella. _no tienes nada que perder, no puedes estar sola aquí y estoy seguro de que tampoco te sentirás cómoda viviendo siempre a la sombra de tu hermana.

_ Pero... - iba a protestar.

_ Por favor no lo pienses, mi casa es muy grande, si tú lo deseas, ni siquiera nos veremos las caras. - dijo intuyendo cuales eran sus dudas. _ Recuerda que es un trabajo, te dará independencia.

Ella lo miró indecisa. Era verdad, el sólo le ofrecía un trabajo, y ese trabajo le permitiría ser independiente, su hermana dejaría de preocuparse por ella y se concentraría en sus propios asuntos. Merecía ser feliz y dejar que ella resolviera su propia vida, ya había sido una carga por suficiente tiempo.

_ De acuerdo. - dijo por fin. Esperaba no estar cometiendo un grave error.

_ Bien. - sonrió el complacido. _entonces te llevo con Laura para que le dejes eso. - señaló la maleta y hables con ella acerca de mudarte a mi casa. _ ¿te parece?

Ella asintió, no podía decir que no, acababa de aceptar su oferta.

Roberth tomó las dos maletas y las subió a su camioneta, esperó a que ella cerrara con llave la casa y le ayudó a acomodarse en el asiento del copiloto.

Roberth se sentía feliz, había acudido a cerciorarse de que estuviera bien junto con Laura. Justin le había dicho que habían regresado a la casa de Laura.

El deseaba tenerla cerca, no podía, imaginar que alguien pudiera atacarla de nuevo, no sabía qué clase de gente con la que Alfonso se relacionaba pudiera estar todavía al acecho.

Bajo su techo estaría protegida. Arrancó la camioneta.

NOTA:
No se pierdan el próximo caputulo:
"TRAGEDIA“

Nos faltan unos cuantos capítulos para llegar al final.

SALUDOS AFECTUOSOS.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora