CAPÍTULO 35 SU PROMETIDA

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Damián busco a Laura con la mirada, se había levantado más temprano que de costumbre. La miró a lo lejos caminando por entre los árboles y las plantas que se extendían por el lugar.

Ese era el último día, que pasaban en ese lugar, pero si era sincero no deseaba marcharse, desearía que su estancia ahí con ella se prolongara indefinidamente, pero no era posible.

Estaba ansioso, tenía que tomar ciertas decisiones, nunca pensó que algún día se encontraría en esa situación. Deseando retener a una mujer a su lado, y estar dispuesto a hacer lo que fuera con tal de lograrlo, el único inconveniente era que no tenía ni idea de lo que ella sentía hacia él, nunca se había sentido tan perdido.

La miró acercarse y la recibió con una sonrisa. Ella había traído luz y alegría a su vida monótona y vacía, ¿cómo dejarla ir? No podía... No quería.

_ ¿Dormiste bien? - interrogó el después de saludarla.

_ Si. - mintió.

Hacía dos noches que no dormía bien, sentía un nudo en el estómago, por una parte, estaba la preocupación de enfrentarse de nuevo a la zozobra de que alguien conocido la viera y Alfonso la pudiera localizar y por otro lado se sentía triste, no deseaba marcharse.

Estos días habían sido maravillosos, había disfrutado de paz, de tranquilidad y sobre todo de la compañía de Damián, ya no lo podía negar, estaba total y absolutamente enamorada de él, anhelaba cada momento que podía estar en su compañía, disfrutaba de cada contacto que tenían, de cada sonrisa que él le dedicaba, de cada palabra que le dirigía.

Lo triste de todo, era que él sólo estaba siendo amable con ella, estaba consciente de que jamás podría aspirar a despertar algún tipo de sentimiento romántico en él, además él estaba comprometido, y aunque él no se lo había dicho, ella la había conocido hacía algunos días atras, afuera de su oficina, era una hermosa mujer, vestida elegantemente, que más bien parecía una modelo de portada de revista, justo el tipo de mujer con la que él se relacionaría. Estaba muy molesta gritándole a su secretaria, porque no la dejó pasar a su oficina, debido a que él no se encontraba en el lugar.

Después de verla supo que ella jamás tendría una oportunidad con él, sin embargo, estaba disfrutando este tiempo que lo tenía solo para ella. Quizás fuera egoísta, pero deseaba que el tiempo no pasara más.

_ Hace frío se acercó Damián y la rodeo con sus brazos, ella no se resistió, su calor era, agradable.

_ ¿Quieres regresar? - interrogó sin soltarla.

_ En un momento más. - dijo deseando que ese abrazo no terminará. Quiero disfrutar de este hermoso paisaje por última vez. _ ¿es tuyo el lugar?

_ No. - contestó muy cerca de su oído. _es propiedad de Santiago, pero me gusta venir seguido. - aspiró el aroma de su pelo.

Estaba extasiado con su cercanía, pensó que rechazaría su abrazo, pero no lo hizo, por instinto la volvió hacia él y sus rostros quedaron muy cerca, ella lo miró a los ojos y no se pudo resistir. Sus labios tomaron los de ella.

_ No deseo que esto termine. - dijo el con voz ronca.

Ella escondió su rostro en su pecho, estaba avergonzada, sin embargo, deseaba lo mismo que él.

_ Laura ¿qué planes tienes? - preguntó de pronto. _me refiero a... ¿Qué es lo que vas a hacer, no puedes esconderte indefinidamente, ni puedes regresar a tu casa con tu hermana...

_ No lo sé. - dijo nerviosa, en realidad ya había decidido alejarse, pero no sabía cuándo ni cómo.

_ Quiero proponerte algo. - dijo por fin. _quédate conmigo. - pidió mirándola, a los ojos. _mientras estés conmigo estarás segura, te lo prometo, yo cuidaré de ti. - la beso de nuevo sin dar tiempo a su contestación, temía que lo rechazará.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora