PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.

CAPÍTULO 45 ME VAN A MATAR, NO ME DEJES MORIR.

NOTA: Gracias a todos mis lectores que han llegado hasta, aquí, a los que me regalan sus, votos, a los que comentan y a los que los capítulos les parecen cortos. Para ustedes va éste capítulo extra. Saludos.

               CAPÍTULO 45

Aún era de noche cuando el teléfono sonó por segunda ocasión.

Está vez Santiago miro el número del cual lo llamaban y comprobó que era el número de Alfonso.

Contestó sabiendo lo que venía.

_Escúchame bien. - dijo la voz al otro lado del teléfono. _y no te atrevas a cortar la llamada, sé que no me quieres escuchar, ni yo a ti, pero te tengo un regalito. - dijo burlón.

Después de unos momentos de estática, se dejó oir la voz que esperaba.

_ ¡Santiago! - escucho la voz apenas audible de su hermano menor. _tengo un mensaje de Rigoberto.

Santiago escuchó el golpe seguramente en el rostro de Damián y el sonido estruendoso del teléfono al caer. Era muy probable que Rigoberto no quería dar a conocer que era él quien estaba detrás de todo esto, al menos no aún, pero Damián había estropeado sus planes.

Escuchó como lo golpeaban de nuevo y lo urgían a continuar hablando.

_ ¡Santiago! - volvió a decir. Su voz se oía desesperada _¡me van a matar!, ¡tienes que venir!, ¡solo tú me puedes salvar!

_ Damián, tranquilizate. - dijo, sabía que lo tendrían en altavoz y estaban escuchando cada palabra que dijera. _dime que sucede, ¿en donde estas?

_ No puedo, no se en donde me encuentro, pero ellos te dirán a dónde acudir, por favor, no tardes. - escuchó su voz ahogada. _no quiero morir, ... Por favor... Te lo ruego. - suplico. _no tienes idea de lo que me están haciendo, sé que darías la vida por mí, por favor hazlo.

_ Necesito que me digas a donde ir.

_No tengo idea. - se escuchó la voz de Damián.

Luego siguió un gran silencio, seguramente le estaban dando indicaciones.

_ Yo no sé en donde estoy. - dijo de nuevo. _pero ellos te llamarán para darte las indicaciones.

Luego se cortó la llamada.

Santiago miró su reloj, pasaba de la media noche.

La segunda llamada no se hizo esperar.

_Santiago, tenemos su ubicación. - dijo Gustavo al otro lado de la línea, _te la mandaremos, no tienes que esperar a que ellos te den instrucciones, puedes avanzar y ganar tiempo.

_ Gracias Gustavo. - dijo. _así lo haré.

_Todo va a salir bien. - intento animarlo. _hay mucho en juego y no estás solo. Pronto estarán de regreso.

_Lo haremos. - aseguró él. _Rigoberto Salas no se saldrá con la suya.

_De modo que es él quien está detrás de todo esto. - dijo Gustavo recordando como intentó meterse en sus negocios y como se lo quitó de encima con ayuda de Roberth y su equipo.

_Pensé que había tenido suficiente de nosotros, pero por lo visto no aprende. No lo dejes salirse con la suya. - pidió. _acabalo.

Santiago asintió, aunque Gustavo no lo viera, Rigoberto no se cansaba de meterse con él, pero él tampoco se cansaría de enfrentarlo, esta vez no tendría compasión de ese hombre.

Después de unas palabras más entre los dos amigos ambos colgaron.

Él se dirigió hacia el exterior de la casa, miro a su alrededor, la camioneta en donde partiría seguía en el mismo lugar en el que Bruno la había dejado la tarde del día anterior, cuando se despidieron.