8. La segunda

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POV Edward (Ted) Remus Lupin:

El enfado interno no disminuía, pero la poción que me había dado Neville estaba haciendo el efecto deseado. Mi magia se sentía baja y, en consecuencia, estaba seguro de que no podría herir a Lily. 

Lily, mi Empremta, ¿cómo podía tener esos pensamientos tan aterradores? Se me erizaba el bello de la nuca solo de pensarlo.  

Los chicos entraron junto a la directora del colegio, llevando consigo diferentes libros gruesos y pesados mientras nos miraban a ambos. Se les veía preocupados. 

Desvié la mirada con pesar, me dolía en el alma esa situación. 

- ¿Qué habéis encontrado? - preguntó Harry dándonos la espalda con los brazos cruzados en el pecho.

- Yo he encontrado esto - Rose se aclaró la garganta antes de empezar a leer. - La persona que padece la maldición Nigrum Oscula se reconoce mediante un tatuaje temporal de los labios del hechizante. Este, mientras besa al receptor, le transmitirá un pensamiento, el cual será realizado en un futuro por el receptor si no quiere sucumbir a su muerte. El receptor se encontrará en un trance de furia interior, siendo consciente de que esos sentimientos no son reales, sin poder ponerles freno...

- No quiero ese tipo de información - la cortó Harry. - Entiendo que sea necesario para vosotros saber lo que es, pero necesito saber qué habéis encontrado para salvarlos. Nada más. 

- Yo he encontrado algo que podría valer - dijo tímidamente Alice. - Pero Lily no li puede oír.

- ¿Por qué? - preguntó la nombrada.

- Lo siento - susurró su amiga. 

- Es mi vida la que está en juego también, ¿no? - su voz era dura. - Tengo derecho a saber qué va a pasar. 

- Pequeña - Louis apretó los labios. 

- Juro contártelo cuando todo acabe - le prometió su mejor amiga con lágrimas en los ojos.

- Es por mi bien, lo sé - contestó con un bufido. 

Harry se acercó a ella conjurando un hechizo silenciador.

- Puedes proseguir, hija - le animó Neville.

- Hay dos formas de vencer a Nigrum Oscula - empezó a leer. Mi mirada se clavó en ella. - La primera será realizando el pensamiento transmitido por el hechizante; una vez hecho, el receptor podrá recordar quien, dónde y cómo le realizaron la maldición (con la segunda forma no se obtendrá esa información). Por otra parte, la segunda forma es más complicada de realizar y solo se podrá hacer si el receptor del hechizo tiene como objetivo a otras personas humanas - me miró unos segundos. - El receptor de la maldición deberá destruir las dos pertenencias más preciadas para el objetivo (objetos materiales) y este último deberá presenciar la destrucción de estos; la destrucción de las pertenencias debe ser una sorpresa para el objetivo, ya que el daño que causará presenciar la destrucción del objetivo acabará con la maldición del receptor.

- ¿Quién puede querer eso para Ted y Lily? – preguntó Scorpius con incredulidad.

- No lo sé, pero cuando me entere de quien ha sido el imbécil que ha hecho esto, ¡que empiece a correr! – contestó James muy rojo por la rabia.

- Ese lenguaje, señor Potter – replicó en voz baja la directora.

- No vas a estar solo - gruñó Louis.

- Por supuesto que no - afirmó Fred. 

Los pinchazos interior volvieron a mí. Notaba la magia de ese dichoso beso, haciéndome cerrar los ojos y mandíbula con fuerza. 

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