Empremta

22. Vacaciones

Celebramos el cumpleaños de Harry acompañados por toda la familia Weasley con la comida extremadamente deliciosa de la abuela donde, al final, sacaron un enorme pastel para permitirle a mi padre sopar las velas.

- ¿Cuándo os vais? – preguntó mi abuela mientras acabamos de recoger la mesa.

- Mañana mismo, mamá – contestó Ginny con una sonrisa.

- ¿Quién se va? – pregunté sorprendida.

- Mañana nos vamos a Australia de vacaciones, ¿recuerdas? – dijo mi madre con ternura.

Lo había olvidado completamente, mañana empezaríamos las super deseadas vacaciones de la familia Potter al completo; llevábamos años sin poder ir a ningún sitio todos juntos a causa del trabajo de los mayores, pero por fin se habían puesto de acuerdo con sus agendas.

Además, como el tío Bill trabajaba durante todo el mes de agosto, Dominique y Louis vendrían con nosotros.

Nos fuimos a casa poco después para acabar de preparar las maletas y acostarnos temprano, mañana sería un día movidito.

·oOo·

Después de siete trasladores, cinco horas de vuelo y mucha paciencia, llegamos a nuestro destino. Eran las primeras vacaciones en mucho tiempo que podíamos pasar toda la familia Potter junta y, por supuesto, que también nos acompañaran Hermione, Ron, Rose, Dominique, Louis y Hugo lo hacía aún más perfecto.

Los señores Granger decidieron viajar durante las tres semanas que estaríamos allí y, por lo tanto, le dejaron su propia casa a la familia Weasley-Granger mientras que, a nosotros, nos prestaron la de invitados. 

Era una casita pequeña con los espacios muy bien aprovechados: había una pequeña cocina-comedor, un aseo y un despacho convertido para nosotros en un mini dormitorio en la planta baja, mientras que en la superior encontrábamos un baño completo y tres habitaciones.

Una vez observadas todas las habitaciones, decidimos que Harry y Ginny dormirían en la habitación de matrimonio de la planta superior mientras que Ted y Albus compartían una de las habitaciones individuales que había en esa misma planta y James y Louis la otra; por otro lado, Dominique y yo estaríamos en la planta baja.

-  Familia – tío Ron entró por la puerta principal llamándonos a todos. - Hermione está preparando la cena, quiere que cenemos todos juntos hoy.

- Perfecto, hermano – contestó Ginny con una sonrisa.

- Dentro de media hora podéis venir, voy a ayudarla – empezó a caminar hacia la puerta.

- ¿No tenemos que ayudaros en nada? – preguntó Harry sentándose en el sofá.

- No, Hermione y Hugo están cocinando, Rose prepara la mesa y yo os he informado – resopló un poco parándose delante de la puerta de entrada. – Esta insoportable, no sé qué carajos le pasa a Hermione... Desde ayer por la noche está nerviosa e histérica.

- Estás hablando de mi mejor amiga y tu mujer, amigo – contestó Harry con una media sonrisa.

Todos nos sentamos delante del sofá mientras tío Ron retrocedía sentándose entre Harry y Ginny.

- Sabes perfectamente que la quiero muchísimo, – se masajeó la sien con los dedos – pero está insoportable.

- ¿Has intentado preguntarle qué le pasa? – preguntó Ginny con el ceño fruncido. – Ayer al mediodía estaba perfectamente.

- No soy tonto, hermanita.

- No opino lo mismo, ¿recuerdas lo que te dije hace unos cuantos años de meterte entre Harry y yo? – Ginny se miraba las uñas mientras Ron habría mucho los ojos.