33. Buenas nuevas

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La graduación había terminado de una forma bastante peculiar: James recibió un puñetazo en la cara por parte de Frank, Alice golpeó con la mano abierta la mejilla de su hermano, Louis y Fred separaron a los dos amigos para intentar calmarlos y, finalmente, Neville les pidió a nuestros padres hablar tranquilamente del asunto.

Y aquí estábamos Albus, Louis y yo, escuchando la conversación que estaban teniendo Harry, Ginny, Neville, Hannah, Frank, Alice y James en el comedor mediante una oreja extensible, creación de W&W y modificada en los últimos años quitando el molesto hilo que unía el receptor del altavoz; ahora iban por separado (Alice había cogido una y se la había puesto en el bolsillo).

- Nos podrías explicar qué ha ocurrido durante el curso, por favor – pidió Neville con nerviosismo.

- Mmm... - dijo Alice.

- Empezamos a salir – la ayudó James.

- ¡Es mi hermana! – gritó Frank de mala gana.

- ¿Y? – preguntó con burla. – No pienso dejarla porque sea tu hermana.

- Chicos – dijo Hannah tranquilamente. – Creo que estamos malinterpretando las cosas; nosotros queremos saber qué ha pasado entre vosotros – insistió.

Estuvieron unos segundos en silencio.

- Lo que Hannah y Neville intentan decir es que – Harry carraspeó – hay una diferencia de edad considerable entre los dos; James ya tiene 18 y Alice solamente 14.

- El 09 de agosto hace los 18 – refunfuñó. – Queda un mes.

- Lo sabemos, cariño – comentó Hannah.

- ¿Y cual es el problema entonces? Solo son 3 años.

- En realidad, son cuatro - corrigió Neville.

- Lo que intentan preguntar, y mi amigo no se atreve, – empezó Ginny – es que James tiene unas necesidades sexuales...

- ¿Qué? – interrumpió James. - ¿Estamos hablando de las necesidades sexuales que tenemos Alice y yo?

- Sí – contestó Neville.

- Estáis de coña – se burló mi hermano.

- ¿Por qué deberíamos? – preguntó Frank muy serio.

- Porque Alice y yo nunca...

- No sigas – la voz de Alice lo cortó, estaba enfadada. – Entiendo perfectamente que estéis preocupados por si James y yo hemos tenido alguna relación sexual, – su tono era duro – podéis preguntarnos lo que queráis, o mínimo a mí porque soy menor de edad y sé que os preocupáis, pero no puedo entender cómo mis propios padres metan a Frank en esto.

» ¡Es mi vida! – gritó. – Y él no es nadie para regañarme.

- ¡Soy tu hermano mayor!

- ¡Pues cómo hermano mayor deberías dar ejemplo y no follarte a la primera chica que se te ponga por delante! – la cocina se quedó en silencio. - ¿Pensabas que no lo sabía? – rio. – No mires a James, él es un buen amigo que no te ha traicionado nunca, pero se ve a leguas, hermano.

» El único que es corto de miras eres tú.

- Alice, tienes toda la razón – dijo Hannah calmada. – Perdónanos, Frank no debería estar aquí.

- Ahora da igual – se oyó el sonido de una silla. – James nunca me ha forzado a nada, es más, me ha cuidado y mimado durante estos meses, pidiendo siempre mi opinión y respetándome.

» Es frustrante que estemos teniendo esta conversación. Perdón, no, - se corrigió – es frustrante que el motivo por el cual estamos teniendo esta conversación seamos James y yo. Me da mucha vergüenza que mis padres me hablen de sexo, pero sé que es necesario a partir de una edad; pero no así.

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