56. Alma gemela

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Hacía diez minutos que las veinticuatro horas habían terminado. Era mentira lo que la señora Layna me había dicho, se habían equivocado, ella y el sanador Wrif. El cansancio llegó a mi en el mismo instante que el día de conexión acabó.

- ¿Bien? – Dominique y James estaban a mi lado, mirándome con las cejas alzadas desde arriba.

Acabábamos de llegar a un pueblo llamado Gnosall en dos trasladores. En el primero había seis aurores, los mejores, y Harry que se aparecieron dos minutos antes para empezar a investigar el lugar; en el segundo estábamos Lorcan, Dominique, Ginny, James, Albus, Scorpius, Draco, Hermione y yo.

Ginny había convencido a la señora Layna para que no nos acompañara; era peligroso, un riesgo que ella no debía correr.

- Recuerda lo que te he dicho, Edward – la expresión de la sanadora antes de tocar el translador fue muy seria. – Tu prioridad es Lily, nada más – su voz era dura, queriendo esconder la preocupación; fue la primera vez que su acento andorrano no se hizo presente haciéndome sonreír triste. 

Estábamos al lado de un río no muy ancho ni profundo, el sol ya había salido y el cielo se iluminaba cada vez más.

- ¿Estás bien? – Lorcan se acuclilló a mi lado mirándome con el rostro fruncido.

- Sí – asentí.

Miré a mi alrededor, estaba todo un poco borroso. Cerré los ojos unos segundos mientras me ponía de pie con la ayuda de Scamander.

- Gracias.

- No quiero parecer borde, pero ¿seguro que estás bien? – Lorcan no me había soltado el brazo. – Lily necesita que estemos al 100%.

» Sabemos que tú no puedes estarlo, pero tienes que decirnos cómo estás para ayudarte – su mirada era dura. – No quiero que Lily salga repercutida por tu falta de sinceridad.

Todos estaban callados, de pie, mirando la escena con la mandíbula tensa, la mirada preocupada y el cuerpo en tensión.

- Es solo que... - susurré. - Es diferente a las otras veces. 

- Vale, pues avis...

- Todo está en orden – la voz de Harry me sorprendió. - ¿La brújula sigue abierta? – me miraba con el ceño fruncido. - ¿Ted?

- Sí, lo siento, sigue abierta. 

Me miré el antebrazo, la snitch no estaba allí; empecé a buscarla por mi cuerpo.

- La marca tenebrosa es más fuerte – dijo Draco. – Están cerca.

- Recordad que es un pueblo muggle, no podemos hacer según qué – añadió Hermione.

- Los aurores nos rodean – Harry se puso a mi lado. – Nos tienes que indicar, así que espabila.

- Es por allí.

·oOo·

POV Lily Luna Potter:

Me dolía la cabeza, pero no quería dejar de pensar en Ted y de concentrarme en mi magia. 

Les pedía a los abuelos, a Sirius, Remus, Fred y Nymphadora que no quería irme con ellos, que estaba bien donde estaba, que me quedaba mucha vida por delante, a mí y a Ted.

- Te vas a cansar en un momento u otro.

Estaba sentada en el suelo, con la espalda contra la pared de piedra, la cabeza inclinada hacia atrás, los codos encima de las rodillas y los brazos extendidos con las manos abiertas.

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