Salimos del compartimento de los prefectos después del discurso de los premios anuales explicándonos qué teníamos que hacer en el viaje hacia Hogwarts y la primera noche en el colegio.
- En resumen, tenemos que hacer visitas a los compartimentos para asegurarnos de que esté todo en orden – dijo Hugo saliendo por el vagón.
- Exactamente – asentí. – Además de acompañar a los de primer curso a sus habitaciones.
- Lo mejor es que podréis venir al baño de los prefectos – Scorpius me abrazó por detrás.
- Es una pasada – Albus colocó las manos en los bolsillos.
Hugo y yo éramos los nuevos prefectos de Gryffindor, Alice, la nueva capitana del equipo y Albus había conseguido ser Premio Anual de Slytherin, además de conservar su capitanía en el equipo. Rose, por otro lado, había dejado los estudios para preparar la llegada de su bebé.
- ¿Hay horarios para ir? – pregunté entusiasmada. – Quiero decir, ¿nos tenemos que apuntar en algún sitio para no encontrarnos con otras personas?
- Los más mayores tienen preferencia – dijo divertido el azabache.
- Necesitas una contraseña para entrar – continuó el rubio platino. – Cuando entras, a derecha e izquierda están los vestuarios; entras, te quitas la ropa, coges la toalla y las chancletas dejando todas tus pertenencias en un casillero con tu nombre.
- Después tienes que pasar por la otra puerta y es allí donde te dice si la bañera está ocupada o no – asentí. – La persona que está dentro decide si puede entrar alguien más con él o no.
- Por ejemplo, el año pasado Albus permitió entrar a Lena junto a él – Scorpius alzó las cejas con una gran sonrisa. – No hace falta contar qué hicieron dentro, señores.
Todos empezamos a reír mientras Albus, divertido, nos daba golpes cariñosos hasta llegar a nuestro compartimento pudiendo ver como Lyscander, Lorcan y Alice estaban riendo a carcajada limpia.
- ¿Qué es eso tan gracioso? – preguntó Hugo después de besar a su novio.
- Nada, el momento – comentó Alice limpiándose las lágrimas.
- Chicos, me voy con Lena – comentó Albus. – Nos vemos en el gran comedor.
Cerró el camarote después de guiñarme el ojo.
- Por cierto, Lily, – Lyscander captó mi atención – Hugo nos contó lo que pasó en verano, pero no sabemos cómo terminó.
- Bueno – me miré a Hugo, el cual me otorgaba una sonrisa nerviosa. Negué divertida. – Los abuelos le negaron la entrada a su casa, Draco llevó el divorcio de Bill y les expliqué a mis padres que no los perdonaría nunca.
- Yo no la perdoné desde el primer momento que te quiso matar – murmuró Lorcan.
Sonreí débilmente mientras abría una de las piernas de Scorpius (la cual colocó encima del asiento) para poner mi espalda en su torso; colocando su mano encima de mi barriga.
- Yo siempre tuve esperanza - dijo Hugo.
- Lo que yo no entiendo es como, después de eso, no está encerrada en un psiquiátrico – escupió Alice. – James vino a verme después de que tú y Ted os fuerais a conectar, me lo contó todo. Están todos locos.
- Porque nadie quiso presentar cargos – murmuró el rubio platino.
- No quiero más problemas, Scorpius – fruncí el ceño. – Pero te aseguro que, si hace alguna cosa más, se pudrirá en Azkaban el resto de su vida.
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Empremta
FanfictionObligados a llevar una vida paralela, Lily y Teddy se enfrentarán a distintas situaciones acompañados por su familia y amigos. La maldición Empremta recae sobre ellos y deben aprender a convivir todos juntos. La historia de la tercera generación qu...