30. Bomba

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POV Lily Luna Potter:

Después de oír el despertador de Alice sonar 3 veces, me levanté a regañadientes para vestirme e ir al baño a sanearme. Veinte minutos más tarde volví a la habitación para coger la mochila con los libros de las clases de hoy y prepararme el pequeño neceser que siempre llevaba encima con un cepillo de dientes, pasta e hilo dental (así no tenía que volver al dormitorio después del desayuno o comida).

- Odio que te pongas tantas alarmas – dije sentada en mi cama observando a mi mejor amiga.

- Mmmm... - se destapó ligeramente la cabeza dejándome ver su rostro dormido. – Odio levantarme temprano.

- Te pones diez alarmas y nunca te levantas con ellas; siempre esperas a que yo esté lista.

- De nada.

- ¿Gracias?

- Claro – se destapó el torso de sopetón. – Gracias a mí nunca llegas tarde.

- Por tu culpa siempre duermo media hora menos – dije con una gran sonrisa.

- Leslie, Evanna y Megan se levantan antes que nosotras y no te quejas nunca.

- Ellas necesitan hora y media para prepararse – dije con el ceño fruncido. – Además, no molestan; la alarma les suena 2 segundos, se levantan sin hacer ruido y se van. Tú no.

- A mí me quieres, a ellas no – se levantó de la cama estirándose cómo un gato.

- Cierto – dije riendo. – Venga, prepárate.

- Si, mamá.

- Cuñada.

Alice me tiró su cojín mientras yo reía.

- Es verdad, oficialmente soy tu cuñada. Ayer, delante de mí, hicisteis oficial vuestra relación – dije con un poco de humor mientras Alice se ponía colorada. – Soy la única que sabe de vuestro amor prohibido.

- Cállate.

- Ayer no tenía preguntas, pero hoy sí – Alice me miró con los ojos muy abiertos. – ¿Se lo dirás a Hugo?

- Me gustaría – suspiró. – Ayer estuve pensando un rato antes de dormirme; creo conveniente que lo sepa. Una cosa era que ni tú ni él lo supierais, pero ahora que tú lo sabes... No me gusta tener que esconderle esto o tener secretos entre nosotras dos y excluirlo a él.

- Bien dicho.

Después de arreglarse, bajamos a la sala común donde ya nos esperaba Hugo. Mientras Alice acababa de asearse en el baño, Hugo y yo platicamos un poco sobre los deberes que teníamos hoy; una vez Longbottom llegó, nos fuimos los tres hacia el gran comedor.

- Hugo, - dijo Alice con nerviosismo una vez sentados en nuestra mesa del gran comedor apartados de todos – tengo que contarte una cosa.

- Dme – la miró con la boca llena.

- Bueno... Mmm...

- ¿Estás bien? – preguntó preocupado Hugo.

- Sí, por supuesto, pero es difícil decirlo.

- Dilo y ya, soy yo Alice – Hugo me miró con el ceño fruncido. - ¿Lily ya lo sabe?

- Me enteré ayer por la noche – dije con una gran sonrisa mientras le daba un ligero golpe con el codo a mi amiga. – Venga, suéltalo ya.

- James y yo estamos saliendo – susurró.

Fruncí el ceño pensando que Hugo no pudo haber oído nada de lo que había dicho debido al volumen sumamente bajo que había utilizado Longbottom, pero al mirarme a mi mejor amigo, este observaba a Alice con los ojos enormes.

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