Empremta

15. Solo hijos

Mi mente solo repetía una y otra vez la misma frase: soy la nueva buscadora del equipo de quidditch de Gryffindor, soy la nueva buscadora del equipo de quidditch de Gryffindor, soy la nueva buscadora del equipo de quidditch de Gryffindor...

- ¡Lily! – salí del trance en el que estaba sumergida y vi a mi hermano James delante de mí intentando captar mí atención. - ¿Me oyes?

- Sí – contesté con un hilo de voz.

- ¡Lilu! – reconocí la voz de Ted. Se arrodillo delante de mí apartando un poco a James. – Tenemos que conectar.

Noté los fuertes brazos de Ted rodeándome contra su cuerpo para evitar que me cayera mientras corría hacia nuestra pequeña sala y, una vez allí, conectamos antes de quedarme dormida en el mismo suelo de la habitación.

·oOo·

Me despertó un sonido metálico que cayó al suelo haciéndome abrir los ojos con rapidez; la claridad de la habitación me deslumbró y tuve que volver a cerrarlos con fuerza. Unos segundos después, intenté levantarme despacio abriendo los ojos al mismo tiempo, pero una presión en mi cadera no dejaba moverme.

- Lil'... 5 minutos y nos levantamos – esa voz me sorprendió notoriamente, ¿qué estaba haciendo yo en la cama con él?

- ¿Pero qué...? - no puede acabar de pronunciar nada, había un par de chicos en calzoncillos en la habitación.

- Solo 5, lo prometo Lil'.

- ¿Por qué estamos durmiendo juntos? – mi voz era de desconcierto total. – Y, sobre todo, ¿qué estoy haciendo en tu habitación, James?

- Lily, por favor, te ha dicho 5 minutos – esa voz suplicaba por unos minutos más de sueño y, al girarme hacia la izquierda, vi a Fred tumbado en su cama.

- Pero... - intenté levantarme para pedir explicaciones, pero James apretó el agarre de su brazo e hizo tumbarme quedando mi espalda en su torso.

- No te preocupes Lil' – dijo James con la voz ronca. – Ayer, después de comunicar los integrantes del equipo, te quedarse en shock. Realmente no sabíamos lo que te pasaba, pero apareció Teddy y te llevó a conectar. 

Me dio un beso en la coronilla y se levantó de la cama para estirarse, cosa que aproveché para sentarme y taparme bien con las sabanas. 

– Durante los primeros treinta minutos nos quedamos en el gran comedor esperando noticias vuestras, pero McGonagall nos obligó a ir a la cama alagando que tú estabas bien – se removió el pelo y se sentó en el borde de la cama acariciándome la mejilla. – No estábamos conforme con eso... ¡Hasta Albus le alzó la voz a la directora! – me otorgó una sonrisa tierna. – Pero finalmente accedimos a ir cada uno a nuestros dormitorios. Cuando llegamos aquí, me quedé en la sala común esperando tú llegada... Tardaste más de una hora en aparecer encima de los brazos de Ted completamente dormida y, como no podíamos llevarte a tu habitación por las dichosas escaleras, decidimos que dormirías conmigo.

- Ted fue muy amable, ¿sabes? – continuó Fred con sarcasmo sin abrir los ojos y la voz ronca. – Nos obligó a todos a salir de la habitación.

- Nos amenazó muy cariñosamente – la voz del chico que dormía delante de mi hermano y que aún iba en calzoncillos me sobresaltó.

- Lo siento mucho - dije poniéndome roja por la vergüenza.

- Después de ponerte el pijama, Ted los dejó entrar y les explicamos lo ocurrido – continuó James.

- No te preocupes, chica Potter – dijo el rubio que dormía al lado derecho de James, el cual se acabada de levantar con una sonrisa pícara. – Creo que eres la primera alumna de Hogwarts que puede fardar de haber dormido con cinco chicos tan sensuales como nosotros.